Educacion Y Poder
alvercito1 de Diciembre de 2014
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Educación y poder
Michel W. Apple
Introducción
Un libro solamente puede entenderse a partir de su contexto. Para entender una obra hay que recurrir al espacio físico y temporal en el que fue creada, además de conocer quién fue el autor; aunque la obra no es el autor, conocer el autor ayuda a interpretar de manera más global, eficiente y total posible. Jamás se entenderá una obra en su totalidad, pero si se da el acercamiento desde diversos ángulos, existe la posibilidad real de acercarse a niveles insospechados.
En esta ocasión se presenta la oportunidad de abordar y conocer el pensamiento de Michel W. Apple a partir de su libro Educación y poder. ¿Quién es Michel W. Apple?, ¿cuál es el título original del libro?, ¿por qué se llama el libro Educación y poder?, ¿qué relación existe entre “educación” y “poder”?, ¿qué se entiende por “educación”?, ¿qué se entiende por “poder”? Sí, surgen demasiadas preguntas frente a esta libro, si no surgieran preguntas tal vez sería síntoma de que se trataría de un libro demasiado corto en significado.
¿Quién es Michel W. Apple?, ¿quién es el autor del libro que nos ocupa? Si conocemos al autor podremos acercarnos de manera diferente al libro en comparación con el acercamiento al libro por el libro. Michel W. Apple nació el 20 de agosto de 1942 (si nuestros cálculos son exactos, a la fecha de hoy, tiene 70 años cumplidos y sigue vivo), al parecer en una pobre, pero políticamente activa, familia en Patterson, New Jersey, E.U.A. Asistió a dos pequeños colegios nocturnos para alcanzar el bachillerato, ya que no puedo estudiar de tiempo completo en una universidad por problemas económicos. Al mismo tiempo, trabajaba en una imprenta local y como maestro de escuelas rurales y urbanas. En los primeros años de la década de los 60 los maestros podían ser contratados sin tener un grado académico, dada su escasez. Al parecer, actualmente es profesor de Enseñanza y Estudios de Política Educativa en la Universidad de Wisconsin, en Madison.
Es muy posible que la década de los 60 haya sido decisiva para la construcción del pensamiento de Apple así como de influyente esta época en diferentes niveles, so se olvide que en esta década se dieron grandes y memorables movimientos estudiantiles. En los primeros años de la década, tres personajes (aunque no solamente ellos, claro está) que dominan la escena y sus voces e imágenes son difundidas por los medios de comunicación, ellos expresan la apertura a los nuevos problemas del mundo, aunque con tonos y perspectivas diferentes. Kruschov, con la “coexistencia pacífica”; Kennedy, con las “nuevas fronteras”, y el papa Juan XXIII con el “renovado ecumenismo católico”; los tres son expresiones de un mundo en rápida transformación. Los actos y el destino de Kennedy muestran las contradicciones de aquellos años; por una parte, la proclamada confianza en la voluntad y la capacidad de afrontar y resolver pacíficamente los problemas internos e internacionales y, frente a ella, el estallido de la violencia individual y colectiva. En la búsqueda de un equilibrio internacional, Kennedy aplicó en Vietnam una política que, partiendo de la promesa de conquistar “el alma y el corazón” de la población, se transformó en la más dura y cruel guerra de destrucción. El enfrentamiento entre el aparato bélico más poderoso y perfeccionado y la guerrilla popular, desembocó por ello en la derrota militar y moral de la política estadounidense, la decisión del presidente Johnson de no presentar su candidatura a las elecciones presidenciales de 1968 y la crisis de conciencia norteamericana. Se puede afirmar que las manifestaciones más evidentes de la crisis, que reavivan antiguos problemas, se vieron después del asesinato en Dallas, en noviembre de 1963, del presidente Kennedy, quien en su programa y en su acción política se había empeñado en superar la discriminación racial, que entonces padecían los ciudadanos negros en Estados Unidos. Tras la muerte de Kennedy, el vicepresidente Johnson asumió los poderes presidenciales y consiguió la aprobación de las leyes sobre igualdad de derechos civiles; en 1964 fue electo presidente. Los enfrentamientos políticos y sociales no cesaron en el país, a los conflictos raciales, que originaron movimientos extremistas y provocaron el asesinato de Malcom X en 1965 y de Martin Luther King en 1968, se sumó el creciente malestar por la guerra en Vietnam. La protesta encontró terreno propicio para su difusión en los campus universitarios y en los movimientos juveniles y feministas, asumiendo una dimensión ideológica con rasgos a veces contradictorios y confusos, pero sustancialmente liberadora, pacifista y anticomunista.
Obviamente, no por haber vivido la década de los 60, Apple reproduce la ideología de tal época, solamente se presentan algunos rasgos de este periodo de tiempo para vislumbrar cómo está la situación global y, sobretodo, estadounidense en ese momento histórico. Habrá que buscar entender a Apple desde su contexto y desde su participación en las luchas contra la explotación, él mismo dice que los mismos miembros de su familia vivieron las vidas de las que yo aprendí la importancia de tales luchas.
Finalmente, la primera edición del libro Educación y poder fue en 1982, cuando se hable en presente, hay que entender esa época y no la actual, aunque pueda haber mucho parecido entre ambas épocas o se puedan aplicar algunos análisis mencionados en el libro a la realidad actual nuestra. Habría que decir que, cualquier parecido con la realidad (actual y nuestra) es mera coincidencia. Por la fecha de su primera publicación, se puede inferir que este libro fue hecho durante el periodo presidencial de Jimmy Carter, q uien gobernó de 1977 a 1981; él enfrentó la crisis del petróleo de 1979 y una “crisis de confianza” del pueblo estadounidense hacia él, básicamente por los asesinatos de John F. Kennedy, Martin Luther King Jr. y la Guerra de Vietnam. También el contexto del libro abarcaría la administración del presidente Ronald Reagan, cuyo mandato duró de 1981 a 1989 y luchó contra la inflación para reactivar la economía. Si se quiere entender de qué crisis habla Apple en su obra habrá que acercarse al contexto de aquel tiempo y la forma cómo enfrentaron dicha situación los presidentes en turno.
Educación y poder
En la actualidad el “sistema educativo” es tema de los medios de comunicación, de comisiones nacionales, en la política, en la vida cotidiana y demás esferas sociales. Se alaba su “excelencia”, o al menos la posibilidad y la búsqueda de la misma. Pero no por ello hay que desistir de continuar con algunas preguntas críticas sobre lo que hacen las escuelas. ¿Cuál es la relación entre la educación y la sociedad de la abundancia?, ¿quién planifica en último término cómo se organizan la mayoría de las líneas en los colegios, los planes de estudios y las enseñanzas prácticas? Preguntas fáciles de hacer y escribir, pero difíciles de responder.
Educación y poder es una continuación expresa de Ideología y currículum (1979). Según Apple, aquél prosigue donde este otro se queda, adentrándose en las estructuras y las relaciones entre educación, economía, gobierno y cultura que nos controlan y logran en consecuencia una actividad democrática. Aunque más optimista, Educación y poder no está cegado a la realidad, detrás de las cifras oficiales de color de rosa, hay otra realidad, una realidad de creciente desigualdad, de terribles noveles de pobreza, de una crisis emergente. Uno de cada siete norteamericanos vive en la pobreza, y uno de cada cinco en el caso de los niños; y estos datos no disminuyen, crecen inexorablemente dada la política económica, social, militar, sanitaria y educativa de la actual administración. La economía se presenta como “doblemente vertical”, donde las cifras de los extremos crecen; la economía supuestamente “recuperada” da muestra de ello. La recuperación ha dejado fuera a millones de personas, esto ha derivado en que muchas de aquellas personas han tenido que aceptar salarios y condiciones de trabajo que son considerablemente menos seguros que antes.
Incluso dadas estas condiciones, hay también muchas formas de actuar de un modo progresista y situarse donde esa acción tenga una posibilidad de éxito. Gramsci plasma esto de un modo que hablaba directamente a aquellas personas que, habiendo examinado muy atentamente las estructuras de dominación de una sociedad, a menudo desesperan de la posibilidad de progreso efectivo en busca de una sociedad más justa y humana: El pesimismo del intelecto, el optimismo de la voluntad. Una investigación sobre las fuerzas estructurales y las experiencias de personas en esta sociedad no da como resultado una victoria monolítica de las ideologías de poder (capital, patriarcado y racismo). Una mirada más al interior revela algo más sutil, más contradictorio, más fácil de transformar en un movimiento positivo en educación, trabajo, “estado”, y en relaciones raciales de clase y sexo en general. Hay cosas que avanzas además de las retrogradas.
Es necesario un acto de “reposicionamiento”, se propone una “lectura” social de la vida y las instituciones de un modo distinto al que hacía una distribución por grupos de dominación en la sociedad. En lugar de ver la sociedad como relativamente pluralista, actuando aún para el bien común, hay que interrogarse sobre nuestras instituciones culturales, económicas y políticas como relaciones personificadas de dominación y subordinación. Estas relaciones existen en términos de clase, raza y sexo pero no están predecretadas. El poder debe colaborar para que las desigualdades ahora bruscas,
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