Educacion para el desarrollo

El rol docente: facilitador, transformador

La docencia es una actividad compleja, llena de retos y obstáculos que solo puede ser desarrollada por quien realmente muestra vocación. La falta de infraestructura, el contexto, los pocos recursos con que cuentan las escuelas, el rezago social no solo económico sino tecnológico, y una tradición política empobrecedora y abiertamente interesada en entorpecer los procesos educativos de calidad para las clases menos favorecidas, hacen que la labor docente busque alternativas que alimenten su quehacer para así poder alcanzar los objetivos inherentes a su profesión. Pero mas allá de ser un facilitador del conocimiento, uno de los roles más importantes es el de ser transformador de las realidades de los estudiantes que año por año pasan por sus aulas. La idea de este escrito es mostrar, lo difícil que es ser docente de una escuela pública, como el auge tecnológico contribuye o afecta la educación, como la educación contribuye a la transformación de las realidades y la marcada incidencia que tiene la educación para el desarrollo en la práctica docente.

Educar en una escuela pública se torna complejo teniendo en cuenta que la poca infraestructura hace que la labor se dificulte, en muchos de los casos son edificios vetustos, con salones pequeños poco adecuados para albergar 40 o 45 estudiantes que en promedio son los que destinan para cada curso. Mobiliario desgastado, en mal estado e incluso insuficiente. La tecnología es obsoleta, computadores de escritorio pasados de moda, con piezas faltantes o dañadas, sin ningún tipo de conectividad. En cuanto a la población, un docente en su práctica debe además fungir de psicólogo, medico, orientador. Cada estudiante es un mundo, y en muchos casos un mundo complejo lleno de vacios familiares y sociales que se reflejan en la escuela con comportamientos convivenciales inadecuados o deserción, de la cual hay un índice bastante grande en los colegios del estado. El poco acompañamiento familiar, familias disfuncionales, pobreza, maltrato agregan a la labor docente un problema más para combatir sumado a la desmotivación y a los problemas cognitivos de una parte de la población estudiantil. Enseñar bajo estas condiciones hace que el docente a diario busque estrategias que motiven, que le den sentido a la actividad que se realiza, para así poder cumplir con los objetivos trazados.

La globalización y el evidente auge tecnológico es sin duda una herramienta que fortalece las prácticas pedagógicas, las aplicaciones, las redes sociales, la multimedia, la conectividad, facilita los procesos de enseñanza-aprendizaje, Cabello (2006) o al menos este es el ideal, pero la renuencia de los docentes en incorporar estas nuevas tecnologías en sus prácticas pedagógicas y la poca infraestructuras con que cuentan las instituciones educativas, dificultan el ingreso de los estudiantes a este mundo globalizado que demanda cada vez mas pertenecer a la era de la información y la comunicación. Estos aspectos contribuyen a la ya marcada brecha digital que se presenta particularmente entre los países desarrollados y los que están en vía de desarrollo. A pesar que la escuela no está otorgando todas las alternativas para que sus estudiantes fomenten el desarrollo de las habilidades tecnológicas, hay muchos que dentro de su entorno familiar cuentan con la posibilidad de estar en contacto con todos los artefactos tecnológicos necesarios para permanecer “conectados” con el mundo, el problema comienza cuando se empieza a girar en torno a esto, horas completas navegadas en las redes sociales, posibilidad de acceder a cualquier tipo de desinformación, las tribus urbanas, las tendencias inundan la mente de los estudiantes que no encuentran en la red algo que redunde en su actividad académica, no porque no exista, solo porque su pensamiento crítico no se ha desarrollado y en ultimas consideran que lo académico se limita a la escuela. Esto deriva en ultimas en una apreciación dada por Krauskopof, D. (1999) quien se centra en los cambios sociales que ha implicado la modernización, el auge de la tecnología y como esto ha afectado el desarrollo de los adolescentes, que dista de lo que era en tiempos pasados, menos acelerados y con menos posibilidades de interacción. Ahora términos como: globalización, redes sociales, status, bienes, servicios, imagen, hace que este contexto implique un mayor afán por parte de los adolescentes, a lucir socialmente bien, estar a la moda y con cuanta tecnología pueda disponer a pesar de no darle el uso más adecuado.

Por otro lado encontramos que la docencia es sin lugar a dudas una de las profesiones más exigentes pero a la vez más satisfactorias, es un reto, un constante aprendizaje, es la búsqueda de respuestas y la

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