Ejercicio mediacion en al ambiente escolar

Narrador: Entre clase y clase Gerardo y María se han insultado, hasta que Gerardo salió al pasillo llorando descontroladamente:

Gerardo: « ¡ándate a la mierda!».

Narrador: Y cerrando la puerta  tan fuerte que se oyó  desde el vestíbulo. María  asoma  la cabeza por la puerta y le dice a gritos:

María: « ¡Chau cobarde!».

Narrador: La profesora, que en ese momento entraba en el aula,  mando a Gerardo y María a hablar con el director inmediatamente y les  prohibió  volver a entrar a clase hasta que no sepan comportarse como personas educadas.

Profesora: ¡Siempre  igual! ¡Semejante espectáculo dieron! Antes era lindo  dar clase en este grupo, pero este año siempre hay problemas, ¡cuánto más viejos, peor!

Narrador: En realidad, Gerardo y María hace tiempo que se conocen. Incluso el año pasado, a mediados de curso, salieron tres meses. Nadie sabe por qué se separaron. Desde entonces no se soportan: malas miradas, gestos ofensivos, insultos y alguna que otra pelea  en el patio del colegio. Los compañeros de clase eran amigos de los dos, pero ahora empiezan a dividirse: unos creen que María es una histérica, otros piensan que Gerardo es un machista y la mayoría están hartos de sus problemas  y prefieren no meterse. Gerardo y María fueron a la dirección, uno detrás de otro, sin mirarse. El Director los recuerda como dos alumnos trabajadores y alegres. Piensa que pasó  algo entre ellos, probablemente fuera del centro, y cree que una sanción no solucionará el problema. Aunque si tendrá que  intervenir nuevamente  Entonces les dice que ya son mayorcitos para que  tengan que llamarles  la atención continuamente, les habla del equipo de mediación del centro y les insiste para que intenten solucionar su problema por las buenas. Esa misma mañana el  director  hablo con un representante del equipo de mediación y este representante siguiendo el procedimiento habitual,  reviso cuándo había mediadores libres y  vio que el día de mañana una chica de cuarto (Raquel) y un chico de tercero (David) estaban disponibles. El representante del equipo de mediación busca a ambos y les comenta el suceso. Raquel y David acuerdan ir juntos a hablar, primero con María y después con Gerardo. Durante el recreo buscan a María.

Raquel: Hola María soy Raquel la mediadora del centro.

David: Hola María soy David y también soy mediador.

Raquel: Nos enteramos de tu problema con un compañero y venimos a ofrecerte que seamos mediadores en el conflicto.

María: No, no sé, no tengo ganas de la mediación. Estoy harta de Gerardo.

David: María creo que podría ser bueno para ustedes ya que según sabemos  la situación está cada vez peor y les quedan todavía varios años de estar juntos en el centro. Recordá que esto es confidencial, que podes defender tu situación, y no perdés nada intentando. Seguro que después te sentirás  mejor.

María: La verdad es que no aguanto más estar así.

Raquel: Por eso creemos que te podría interesar llegar a un acuerdo con Gerardo.

María: Está bien.

David: Entonces si Gerardo también acepta podemos vernos mañana a las 3 en la sala de mediación a esa hora Raquel y  yo, no tenemos clases y podríamos reunirnos con ustedes.

Raquel: Además si tenés  clases a esa hora, no te preocupes pues el equipo de mediación le avisara a tu profe.

Narrador: Tras hablar con María, David y Raquel  buscan a Gerardo.

Raquel: Hola Gerardo soy Raquel mediadora del centro.

David: Hola Gerardo soy David y también soy mediador.

Raquel: Nos enteramos de tu problema con una compañera y venimos a ofrecerte que seamos mediadores en el conflicto. ¿Te parece?

Gerardo: Sí la verdad es que lo necesitamos, pues muchas veces me dan ganas de agarrar  a manasos  a  María y si no se hace algo rápido no sé qué va a pasar,  pues me preocupa que me expulsen.

Raquel: Perfecto. María también acepto. Quedamos  mañana a las 3 en la sala de mediación pues a esa hora David y yo no tenemos clases y podríamos reunirnos con ustedes.

David: Respecto a la clase que tengas a esa hora no te preocupes pues el equipo de mediación se le avisará a tu profesor.

Gerardo: Ya pues, nos vemos a esa hora.

Narrador: A pesar de no haber ido nunca a mediación, tanto María como Gerardo, saben cómo funciona ya que, en la tutoría, cada año les dan información y un chico de su clase es mediador.

El viernes a las 3 menos cinco Raquel y David se juntaron  en la sala de mediación y  prepararon  los  documentos  necesarios. El día anterior, en su casa, repasaron sus apuntes sobre mediación aunque en realidad se acordaban de todo pues desde que son mediadores todos los años junto al grupo de convivencia hacen alguna reunión para trabajar la mediación. A las 3 en punto llega María y enseguida Gerardo. Raquel y David se sientan de forma que puedan ver cómodamente a María y a Gerardo a la vez. ^[a]

Raquel: ¡Hola Gerardo! ¡Hola María! Ya nos conocimos ayer, les recuerdo que me llamo Raquel. 

David: ¡Hola! Soy David y quiero felicitarlos por el esfuerzo que han hecho al venir a hablar de sus problemas. Saben que pueden confiar en nosotros, los mediadores, pues  no los juzgaremos, ni  sancionaremos, ni daremos consejos. Ustedes mismos decidirán cómo quieren salir de esta situación.

Raquel: Les recordamos que los mediadores nos preocupamos de ambos por igual, por eso no nos ponemos ni a favor ni en contra de alguno. Queremos que todos  salgamos mejor de este proceso y todo lo que nos expliquen será confidencial. ^[b]

David: Empezaremos pidiéndoles a cada uno de ustedes que nos expliquen cuál es la situación desde su punto de vista y cómo les afecta personalmente. Después, intentaremos identificar los temas que más les preocupa y, cuando lo tengamos claro, empezaremos a pensar diferentes formas de salir del problema. Valoraremos la solución que parezca más interesante para ambos y, si se ponen de acuerdo, planificaremos cómo llevarlo a cabo. Éste es el proceso. 

Raquel: Además les recordamos  las tres normas sencillas de cumplir:

• Deben  hablar y escuchar por turnos.

• No deben utilizar palabras ofensivas, ni agresiones físicas o verbales.

• Deben decir la verdad y cooperar para salir del problema. María, Gerardo, ¿están de acuerdo en el proceso y en cumplir estas tres normas? 

María: Sí.

Gerardo: Claro

David: ¿Tienen alguna duda?

María: No.

Gerardo: No.

David: Entonces podemos empezar con la mediación. ¿Quién quiere empezar? ^[c]

Gerardo: A mí me da igual, que empiece ella si quiere.

Raquel: Por favor, María, explícanos qué paso y cómo te sentís.

María: Sucede que la «profe» nos envió a la Dirección porque Gerardo siempre se mete conmigo, me roba las amigas y me amarga la vida. Es un careta y no pienso permitir que engañe a nadie más.

Raquel: Si no me equivoco, decís que la profesora los mandó a la Dirección.  Además que Gerardo te molesta y te quita las amigas y tú te sientes engañada, ¿es así? ^[d]

María: Sí.

David: Gerardo, ¿puedes explicarnos cuál es el problema y cómo te afecta? ^[e]

Gerardo: Yo creo que María no soporta que ya no salga con ella y por eso...

María: ¡Perdón querido!  Soy yo la que te dejó porque sos un ordinario!

David: María, por favor quedamos en no interrumpir, cuando sea tu turno podrás añadir lo que queras, ¿de acuerdo? Por favor, Gerardo, sigue...

Gerardo: ... por eso María habla mal pa mí a mis compañeros y, especialmente, a las chicas, no sé qué historias les cuenta... ayer precisamente, cuando escucho que la invite a Elena a estudiar juntos, sólo con una mirada hizo que Elena me diga que no. ¡Es injusto y no me voy a quedar con los brazos cruzados!

David: Si no me equivoco, crees que María impide que las compañeras sean tus amigas, decís que habla mal de ti a tus compañeros y lo consideras injusto, ¿es correcto?^[f]

Gerardo: Así es.

Raquel: María, ¿por qué no nos contás cómo empezaron los problemas con Gerardo? ^[g]

María: Él sabe muy bien qué pasó. Unos tíos míos que viven en otra ciudad y mi prima que tiene un año más que yo vinieron a visitarnos. Como mis tíos trabajaban y mi prima tenía fiesta en su instituto la dejaron quedarse unos días más. El sábado mi padre nos dejó salir por la noche porque había una fiesta en el barrio. En esos momentos Gerardo era mi mejor amigo y siempre nos juntábamos. Quedamos en vernos en la plaza con él donde estaban sus amigos. Les presenté a mi prima,  ya que es muy sociable, y enseguida Gerardo y ella empezaron a lanzarse miraditas, a hablar, a reír, a pirañearse... incluso hicieron bromas sobre cómo iba vestida yo. En un momento en que no me di cuenta desaparecieron de la plaza sin decirme nada. Yo me quedé allí plantada con los amigos de Gerardo, preocupada por mi prima. Se hizo muy tarde y no llegaban. No sabía si irme y cómo explicarles a mis padres lo que paso. Me sentí ridícula preguntando a todo el mundo si habían visto a Gerardo y a mi prima. Por fin un poco antes de las cuatro de la madrugada, acompañada de Gerardo llegó mi prima, venían riéndose y tan tranquilos. Sin dirigirle la palabra a Gerardo le dije a mi prima que mis padres estaban enojados. Cuando llegamos realmente mi padre estaba muy enojado y me castigó, a mí, por llegar a las cuatro y pa que no descubrieran a mi prima no dije nada y pagué los platos rotos. Desde aquel día ya no confío en Gerardo y no quiero saber nada de mi prima. Además creo que hago bien en proteger a mis amigas y amigos del colegio de una tipo como él, que no le importa dejar solos a sus amigos.

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