El Contrato Didáctico: estudio teórico, componentes esenciales y sus efectos

El Contrato Didáctico: estudio teórico, componentes esenciales y sus efectos

La didáctica es un modelo sistémico que se utiliza para analizar las relaciones que se establecen entre el docente, el alumno y el saber. Cada uno actúa como un polo de referencia. El saber es un polo de atracción epistemológica, ontológica y psicológica, caracterizado por ser un espacio de referencias externas en relación a las elecciones del docente en lo histórico, lo epistemológico y en lo conceptual. El alumno hace referencia a los proyectos culturales y cognitivos. En este hayamos los obstáculos ontogenéticos. Brousseau define obstáculo como un conocimiento que produce resultados correctos o ventajosos en un determinado contexto pero que se revela falso o insuficiente en otro. Los obstáculos de origen epistemológico son aquellos que no se pueden ni deben evitar porque son constitutivos del conocimiento mismo; los de origen didáctico son los que parecen depender de las elecciones que se hacen en la enseñanza. El vértice docente se caracteriza por su rol en el aula, el lenguaje que usa, la conciencia reflexiva sobre su propio trabajo, convicciones, el análisis de la realidad y el contexto escolar. A partir de este polo encontramos los obstáculos didácticos. Aprender no es ejecutar órdenes ni copiar resultados de situaciones problemas. Es esencial la producción de conocimientos de forma autónoma. Brousseau expone diferentes efectos que pueden inhibir o interrumpir la construcción del conocimiento por parte del educando.Consisten en actitudes que producen efectos negativos en el proceso de enseñanza –aprendizaje. Son: 1-efecto Topaze y el control de la incertidumbre: aquella circunstancia en la cual el estudiante llega a la solución del problema, pero no valiéndose de sus propios medios sino porque el docente asume la resolución del problema. 2-Efecto Jourdan o el malentendido fundamental: cuando un estudiante da una respuesta incorrecta, el docente para no desilusionarlo o evitar el debate del conocimiento admite como correcta la respuesta del alumno. 3-Efecto deslizamientos meta cognitivos y meta didácticos: Consiste en la actitud que tiene el profesor frente al fracaso de la situación de enseñanza y se produce una justificación para continuar su acción, ya no sobre el problema en sí sino en sus propias explicaciones. Existe un reemplazo del objeto de enseñanza por otro.4- Abuso de la analogia: hace referencia a la producción de efectos Topaze y significa que frente al fracaso de la situación de enseñanza se transparenta la situación problemática mediante analogías más explícitas y similares entre ellas mismas. 5-l envejecimiento de las situaciones de enseñanza: el educador reproduce la situación didáctica en un nuevo grupo de alumnos obteniendo peores resultados.

El maestro y el contrato en la teoría Brousseauniana

Guy Brousseau transformó el pensamiento sobre la enseñanza de las matemáticas y delimitó el horizonte actual de la reflexión sobre el aprender y enseñar dicha disciplina. Inició la didáctica de las matemáticas como un campo con doble interés: analizar los procesos a que da lugar la comunicación del saber matemático e indagar las mejores condiciones de su realización. La didáctica de matemáticas es la ciencia de las condiciones especificas de la difusión de conocimientos matemáticos útiles al funcionamiento de las instituciones. Brousseau pone en el centro de análisis la situación didáctica, la cual define como: Un conjunto de relaciones establecidas explícita y/o implícitamente entre un alumno o un grupo de alumnos, un cierto medio (instrumentos y objetos) y un sistema educativo (representado por el profesor) con la finalidad de lograr que alumnos se apropien de un saber constituido o en vías de constitución.Una situación didáctica es una situación en la que se manifiesta directa o indirectamente voluntad de enseñar. En esta se puede distinguir al menos una situación-problema ( que vincula al alumno con el saber) y un contrato didáctico ( que lo vincula con la intención de enseñanza). Otro concepto clave al que hace referencia el autor es el de contrato didáctico. Brousseau define contrato didáctico como: "El conjunto de comportamientos del maestro que son esperados por el alumno y el conjunto de comportamientos del alumno que son esperados por el maestro. Este se elabora sobre la base de la repetición de hábitos específicos del maestro («lo que el maestro reproduce, conscientemente o no, de manera repetitiva, en su práctica de enseñanza) y permite, recíprocamente, al alumno "decodificar la actividad didáctica". El concepto permite pensar en un sujeto situado y establece la diferencia entre un niño y un alumno, porque es en virtud del contrato didáctico que el niño, al ingresar a la escuela se convierte en alumno y ahí sus conductas y su actuación toman un cariz particular derivado de la situación. Chevallar plantea que el contrato didáctico regula las relaciones que el maestro y el alumno mantienen con el saber, establece derechos y obligaciones de unos y otros en relación con cada contenido escolar.

La transmisión del saber obliga a adaptarlo, a modificarlo, a recortarlo, a reorganizarlo(transposición) . La didáctica se construyó sobre la base de la teoría constructivista del conocimiento. La memoria didáctica conduce al profesor a modificar sus decisiones en función de su pasado escolar con sus alumnos, sin cambiar el contrato en curso. El carácter "didáctico" de la memoria, deriva de que las decisiones modificadas conciernen a las relaciones de cada alumno con el saber en general y/o con un saber particular. Si bien la memoria didáctica puede ser utilizada también en sentido negativo ( el profesor puede actualizar los hechos del pasado para hostigar a los alumnos, etc), utilizada en un sentido positivo, permitiría imaginar una enseñanza adaptada a cada momento a las necesidades y posibilidades de cada alumno en función de proyectos educativos.

Volviendo al contrato este se caracteriza por una cierta distribución de la responsabilidad entre el profesor y los alumnos. Dichas responsabilidades se apoyan sobre la posibilidad de reconocer que una acción ha producido cierto efecto. Las distintas responsabilidades que puede asumir el profesor repercuten en las de los alumnos y dan lugar a diversos contratos que van, de los no didácticos, a los fuertemente didácticos. Los contratos no didácticos, son aquellos en los que el emisor no tiene responsabilidad didáctica en relación con el receptor: no está encargado de enseñarle nada, y si modifica sus conocimientos, sus creencias o sus actos, esto es de alguna manera independiente de su voluntad, y no conforme a algún proyecto intencional. Entre este tipo de contratos econtramos: el

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