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Contrato Didactico


Enviado por   •  9 de Agosto de 2014  •  1.434 Palabras (6 Páginas)  •  249 Visitas

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En tiempos de constitución psiquica

Si hablamos de tiempos de constitución psiquica afirmamos que un sujeto en tanto sujeto psiquico no es desde los orígenes, éste deberá constituirse, a través de procesos de complejización psíquica que le permitirán devenir sujeto.

En tanto responsabilidad del adulto, como venimos diciendo, la función de un Otro que posibilite la constitución es del orden vital, ‘’ ... se trata de Otro peculiar, significativo, y no de cualquier otro; Otro que no garantiza el éxito de su función por el lazo biológico con el bebé, sino por su posicionamiento con respecto a él, de allí que lo diferenciemos de otros utilizando la mayúscula, para remarcar su carácter estructurante, único y singular.’’

Este Otro en los inicios estará representado por la madre o por quien ejerza dicha función, atendiendo no sólo a los cuidados básicos desde los biológico sino libidinizando al bebé e instaurando a partir de esto la sexualidad, motor de la complejización psíquica. Y esto se hace a partir de un deseo, del lugar que el niño viene a ocupar en el psiquismo de los padres, es sólo desde ahí que algo de la sexualidad, de lo pulsional puede darse.

Pero la función materna no sólo libidiniza, sexualiza, sino que también ofrece recursos para ligar esas cantidades, a esto Piera Aulagnier lo llamará violencia primaria, en tanto introduce algo de un sentido, a modo de enlazar con la palabra

aquello que del lado del niño aparece como caótico, desligado, ‘’ ... designamos violencia primaria a la acción mediante la cual se le impone a la psique de otro una elección, un pensamiento o una acción, motivados en el deseo del que lo impone, pero que se apoyan en un objeto que corresponde para el otro a la categoría de lo necesario. Al ligar el registro del deseo del uno al de la necesidad del otro, el propósito de la violencia se asegura de su victoria:...’’

A esta violencia de significación, portadora de sentido la podemos pensar como operando en el modo contar, de narrar, aquello que intentaría despojar de sentido a todo. El padre armando una historia para su hijo protege de lo que sería intraducible, ‘’ inmetabolizable ‘’, por el psiquismo del niño. Esta violencia presupone una asimetría radical, legítima en los inicios de la vida, o podemos pensar en situaciones en que algo del orden de lo traumático, de lo desbordante en términos de cantidades de excitación pueda acontecer. Pero pudiendo operar como obturante en momentos en que empiece a aparecer algo de la capacidad del sujeto de otorgar significaciones. A esto Piera Aulagnier lo llama violencia secundaria, y tiene que ver con no resignar, el otorgar su propia significación, violentando sentidos, atentando contro el funcionamiento del Yo y de sus posibilidades de autonomía.

Al yo lo podemos pensar, siguiendo los desarrollos de la

autora desde la temática de la significación, de la creación. El yo en su proceso de constitución realiza un trabajo de interpretación de lo percibido, de una puesta de sentido sobre el mundo que lo rodea. ‘’ La posibilidad de crear los propios enunciados presupone por parte de la pareja parental y su discurso, un acto de nominación que le permita al niño nombrar el afecto sentido que, hasta ese momento carece para él de nominación. ‘’

Y pensar al yo a partir del acto de enunciación, que no es por fuera del lenguaje, implica pasar de la categoría de afecto a sentimiento, por un lado se puede pensar a un sujeto afectado, y por el otro a partir del nombrar pudiendo hacer algo este sujeto con esa afectación. Mariana Karol nos dice que el niño a partir de la adquisición del lenguaje, y de la capacidad de nombrar, comienza a ser su propio intérprete, en tanto enunciante, posibilitando que lo incognoscible adquiera sentido. Siguiendo a Piera Aulagnier encontramos que a partir de lo que era innombrable, incognoscible, el sujeto se transforma en enunciante, en teórico, denominándose Yo en ese mismo acto de enunciación.

Al final de la película, cuando el niño encuentra a su madre, refiere- Ganamos- podemos pensar esto como un acto de apropiación de lo contado por su padre, del juego en el que estaban, adquiriendo a partir de esto un sentido.

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