El Estudiante En El Rol De Juegos
EDGARCOBOSRUIZ8 de Mayo de 2012
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EL ESTUDIANTE EN EL JUEGO DE ROLES
Al igual que el camino que se hace al andar, se aprende a ser, y por supuesto podemos mejorar ese “ser”. Tal vez, nos llevara toda nuestra existencia, o tal vez nos conformemos con el ser que somos. Pero, ¿Quiénes somos en realidad? Cumplimos tantos roles diferentes a lo largo de los años… ya sea en forma alternativa, consecutiva o simultáneamente. Algunos de esos roles nacen con nosotros, otros los adquirimos y algunos nos los adjudica la vida misma. Podemos aceptarlos o negarlos.
Somos maestros, alumnos, hijos, padres, amigos, hermanos, esposos, profesionales, trabajadores, amas de casa…, todo a la vez y al mismo tiempo. Requerimos de una enorme flexibilidad y adaptabilidad para poder cumplir con nuestros roles con la mayor eficiencia y eficacia; y, lo mejor, es que en general lo logramos… ¡salimos airosos! Aprendemos a ser, aprendemos nuestros roles.
Por ende que útil es enseñar a nuestros estudiantes el arte de vivir a través del “juego de roles”. Es decir, usar el juego de roles como estrategia pedagógica que enseña y prepara para la vida.
El juego de roles o role playing pretende ayudar a que las personas experimenten una situación o acción para obtener alguna clase de aprendizaje. Se trata de hacer “como si…”, que vivencien y que se expresen no sólo, intelectualmente sino también con los sentimientos y con el cuerpo.
Forman parte de los métodos de pedagogía holística, que permiten internalizar conocimientos y conceptos a través del cuerpo, interactuando con otros u otros, utilizando así todo el potencial del ser humano. “El juego de roles” utiliza a la vida como aprendizaje, y paradójicamente, es un aprendizaje para la vida.
Al representar cada joven su papel o su rol, tratará en primer lugar, de comprenderlo, luego alcanzará a percibir las distintas emociones y se fomentará la empatía de él hacia los otros, produciéndose una corriente de ida y vuelta entre todos los participantes.
Además, al dramatizar una situación, se incentiva la creatividad, dado que esta última no se entiende como un elemento aislado, fuera de las relaciones emocionales o fuera del propio crecimiento personal.
Los docentes ya conocemos los juegos de roles como estrategia pedagógica. En general, recurrimos a ellos en las clases de idiomas, en asignaturas tales como ética, matemáticas, filosofía o historia para intentar comprender situaciones o resolver conflictos. Sería muy provechoso para los alumnos que se utilizara esta práctica áulica de manera sistemática para la comprensión de todos los remas o conceptos por enseñar, ya que entre otros beneficios:
• Facilita el aprendizaje y agudiza los sentidos de los alumnos kinestèsicos, los que necesitan moverse e interactuar con otro para aprender.
• Incrementa la memoria dado que permite crear nuevas redes neuronales para recordar. Aquello que se hace con el cuerpo es muy difícil olvidar.
• Centra la clase en el alumno, dándole espacios para hacer y debatir, en lugar de escuchar pasivamente.
• Permite experimentar el significado e importancia de la comunicación no verbal.
• Divierte y entiende, motivando al cerebro abrirse al aprendizaje.
Lograr seres humanos que piensen con juicio crítico sobre ellos mismos y sobre el mundo que nos rodea, que puedan llegar a solucionar creativamente los conflictos, y que reflexionen sobre sus pensamientos y sus acciones es el fin último de la educación.
Nuestro objetivo sería incentivar a las personas en la búsqueda permanente de conocimientos y habilidades para lograr ser más efectivos en aquello que se propongan realizar. O sea, dicho de otro modo, que logren desarrollar su ser,
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