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El Rol Del Abogado


Enviado por   •  7 de Febrero de 2014  •  4.303 Palabras (18 Páginas)  •  384 Visitas

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INTRODUCCION

El rol del abogado va cambiando para responder a nuevos retos. Los abogados de hoy, no pueden limitarse solamente a litigar a favor de un cliente. Con el proceso de globalización el reto más extraordinario para el nuevo abogado, es el aprender como proveer acceso a la justicia a nuestros clientes. Esto no es sólo para asegurarnos que existan servicios gratuitos para las personas indigentes, sino que también las personas que obtengan representación legal, verdaderamente reciban justicia a través de nuestros sistemas judiciales.

El ser un abogado competente requiere que actuemos con más profesionalismo que antes. Tenemos que ser especialistas en una materia, asesores eficaces, redactores creativos, caudillos legales, estudiantes del derecho, y sobre todo, abogados persuasivos. En resumen, el abogado es como un matador, cuando representa a sus clientes. Si el caso requiere que se litigue, el abogado promete abogar con vehemencia persuasiva a favor de su cliente. El abogado que es como un Matador, también debe de utilizar otras destrezas para abogar en diferentes áreas.

Ya sea que aboguemos en los tribunales, agencias administrativas, organismos internacionales, grupos no-gubernamentales, o instituciones comunitarias, el abogado siempre es una flama de la justicia –un instrumento de nuestro sistema legal, cuyo conocimiento y talento aseguran que exista un acceso a la justicia en el proceso jurídico. Por supuesto que ya no es suficiente el sólo ser un abogado que presenta la mejor defensa para su cliente. El abogado que es verdaderamente globalizado, tiene que representar roles múltiples, y tiene que ser más emprendedor y creativo cuando representa a sus clientes.

Un aspecto medular para el prestigio de la profesión del Derecho es destacar el por qué de su existencia. ¿A quién se debe el abogado? ¿Al cliente? ¿A la sociedad? ¿A la ley? ¿A la justicia? ¿Al Estado democrático? ¿Por qué una persona no puede defender sus intereses ante los tribunales por sí sola sino que debe contratar a un abogado? ¿Cuál es el rol del profesional del Derecho?

La abogacía es una de las profesiones más trascendentales de la vida social, no solo porque se ejerce el Derecho como instrumento fundamental en la búsqueda de la ansiada justicia, que de por sí ya es un elevado valor social, sino porque es menester relacionarlo directamente con los bienes jurídicos del individuo en la sociedad: la vida, la libertad y el honor entre otros, cuya protección organiza la Ley.

La importancia de esta actividad eminentemente social, no es solamente alcanzar la sentencia que repara la injusticia en un conflicto de intereses, sino que por su precisión de justicia, contribuya al restablecimiento del orden social quebrantado, partiendo por el respeto de la dignidad humana que consecuentemente asegura la paz social.

A través del proceso de transformación de las sociedades y del Derecho ha ido variando el concepto y la transferencia social de la abogacía desde Grecia hasta nuestros tiempos.

El Código de Justiniano, proporciona una de las más completas y bellas definiciones de la Abogacía: “No creemos que en nuestro imperio militen solamente las armas de espadas, escudos y corazones, sino también los abogados. En efecto militan los patrones de las causas. Quienes confiando en el arma de su gloriosa palabra defiende la esperanza, la vida y la descendencia de los que sufren”.

“La Abogacía es un constante servicio a los valores superiores que rigen la conducta humana”. Cada Abogado, en su condición de hombre debe tener la fe que su conciencia le indique.

Pero, en su condición de Abogado debe tener al Derecho como mecanismo para hacer cumplir la ley, porque hasta ahora el hombre no ha encontrado en su larga y conmovedora aventura sobre la faz de la tierra, ningún instrumento que le asegure mejor la convivencia.

El fin de la actividad del abogado es realizar la justicia por medio del Derecho. El Abogado debe ser no sólo el servidor de la justicia, sino también de la libertad. Los hombres son libres cuando las leyes son justas. La injusticia es siempre una forma de servidumbre y fuente de violencia.

Cuando la Justicia se aleja de la sociedad, su lugar la ocupa la violencia de los poderes (grupos de poder económico) sobre los oprimidos (El Pueblo) y estos acudirán a la violencia como recurso supremo contra la explotación o la opresión.

Por eso, la Justicia es el otro nombre de la Paz.

En este Tercer Milenio que vivimos, catalogado como la “era del conocimiento” y en la cual el Derecho se transforma constantemente, la Abogacía se aprende con sacrificio y en perpetuo aprendizaje y su estudio sólo concluye con la vida misma.

La Abogacía es ministerio de Paz social, su fin es la justicia.

La Abogacía en nuestra sociedad subdesarrollada, en que la justicia social es más profunda, debe estar orientada en el equilibrio entre Derecho y Justicia, en defensa de los valores supremos de la persona humana, la preservación de la paz en el mundo en condiciones de justicia para todas las Naciones, la defensa de los derechos del hombre y de las libertades democráticas, el derecho de los hombres al bienestar y del derecho de la Humanidad, de vivir en un ambiente sano y solidario, en paz y sin temor con dignidad y libertad.

Por, ello el abogado no puede dejar de reflejar, traducir o expresar su influencia en la sociedad en que actúa, especialmente en estos tiempos en que la anarquía, el despotismo o el menosprecio a la condición del hombre sacuden las instituciones y hacen pisotear los derechos individuales, entonces, la abogacía es militancia en la lucha por la libertad para el restablecimiento del Orden social.

1.- EL ABOGADO TIENE QUE SER UN EDUCADOR

El abogado tiene que avanzar la relación entre el derecho y el pueblo. Debido a la tremenda ignorancia sobre las leyes, el abogado debe de aprovechar toda oportunidad para informar al público sobre el estado de las leyes. En los casos de inmigración tenemos que concientizar al público que las leyes de inmigración nos afectan a todos. Si agentes del Servicio de Inmigración (INS), llegan a la casa de nuestro vecino y se lo llevan detenido, por un delito que cometió hace 15 años, debemos de preguntarnos que derechos tenemos bajo nuestras leyes. Sin duda lo que le afecte a un migrante directamente, también nos afecta a todos, a la percepción que tenemos de nuestro sistema de justicia, como a la fibra social y económica de nuestras comunidades. Cuando la ley se aplica injustamente a una persona, todos debemos de sentirnos indignados por esto.

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