ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El género, más allá del hombre y la mujer


Enviado por   •  26 de Marzo de 2016  •  Ensayos  •  1.944 Palabras (8 Páginas)  •  300 Visitas

Página 1 de 8

UAEM, Facultad de Derecho,

Nivel académico licenciatura

Mesa Temática: perspectiva de genero

Ponencia: El género, más allá del hombre y la mujer.

Alumno: Francisco Javier Flores Guadarrama

La violencia sexual se fundamenta en las relaciones de poder, en donde uno tiene el poder sobre sobre otro, que en la mayoría de los casos es otra. Lo masculino, desde los estereotipos clásicos implica fuerza, poder,  mientras que la feminidad se supedita al servicio, la sumisión y la dependencia. (Álvarez, 2014)

Todos los tratos discriminatorios contra cualquier grupo vulnerable deben desaparecer pues atentan contra la dignidad humana, hablando específicamente de las mujeres, ya es una necesidad que yo se puede ser retrasada más tiempo, las condicionantes culturales, económicas y sociales desde tiempos remotos han favorecido la discriminación femenina, lo indignante de todo esto es que no son causadas por la biología (como socialmente se ha establecido), más bien por las ideas y prejuicios sociales relacionadas al género.

El término género nació en 1949 cuando Boudoir en su libro el segundo sexo, un su frase “una no nace, sino que se convierte en mujer[1]” abre la puerta a la interpretación de que ser mujer es una construcción social y no solo biológica, fue hasta los años setenta cuando los grupos feministas contemporáneos  incluyen dicho termino dentro del mundo intelectual[2]. (Marta Lamas, recuperado en 07 de marzo de 2015)

El género es una construcción social que toma a las diferencias sexuales como base y es culturalmente una especie de "filtro" que sirve para interpretar al mundo, y también como una especie de armadura con la que se constriñen las decisiones y oportunidades de las personas dependiendo de si tienen cuerpo de mujer o cuerpo de hombre. Todas las sociedades clasifican qué es “lo propio” de las mujeres y “lo propio” de los hombres,  y desde esas ideas culturales se establecen  las obligaciones sociales de cada sexo, con una serie de prohibiciones simbólicas. (Lamas, 2015).

Para Franklin II el género se refiere a un estatus logrado como parte de una socialización y resultado de experiencias directas e indirectas, de aprendizajes formales e informales, desarrollando imágenes, concepciones y percepciones de masculinidad y feminidad. (En Álvarez, 2014)

De acuerdo a Szasz lo que varía de una cultura a otra no son solamente los comportamientos, sino los significados de las prácticas sexuales, siendo la sexualidad una construcción sociocultural e histórica que cambia según la época, región del mundo, cultura y clase social. (Szasz, 1996)

La cultura es un resultado, pero también una mediación. Lo simbólico es la institución de códigos culturales que, mediante prescripciones fundamentales como las de género, reglamentan la existencia humana. La socialización y la individuación del ser humano son resultado de un proceso único: el de su humanización, o sea, de su progresiva emergencia del orden biológico y su tránsito hacia la cultura. El pensamiento simbólico constituye la raíz misma de la cultura.

Todos los seres humanos nos vemos enfrentados a un hecho idéntico en todas las sociedades: la diferencia sexual. Cada cultura realiza su propia simbolización de la diferencia entre los sexos, y engendra múltiples versiones de la dicotomía hombre/mujer. Lo característico de los seres humanos es el habla, que implica una función simbolizadora, y que es fundamental para volvernos sujetos y seres sociales. El habla posee una estructura que está fuera del control y de la conciencia del hablante individual, quien, sin embargo, hace uso de esta estructura presente en su mente. El lenguaje es un elemento fundante de la matriz cultural, o sea, de la estructura madre de significaciones en virtud de la cual nuestras experiencias se vuelven inteligibles. Con una estructura psíquica que incluye al inconsciente y mediante el lenguaje, que es universal aunque tome formas diferentes, los seres humanos simbolizamos la diferencia sexual. Esta simbolización hoy en día se denomina género.  Existen múltiples simbolizaciones de esa constante biológica universal que es  la diferencia sexual. O sea, existen múltiples esquemas de género.

Esta simbolización cultural de la diferencia anatómica toma forma en un conjunto de prácticas, ideas, discursos y representaciones sociales que influyen y condicionan la conducta objetiva y subjetiva de las personas en función de su sexo. Así, mediante el proceso de constitución del género,  la sociedad fabrica las ideas de lo que deben ser los hombres y las mujeres. El género atribuye características "femeninas" y "masculinas" a las esferas de la vida, a actividades y conductas.  

Desde la infancia vamos percibiendo las representaciones de “lo femenino” y “lo masculino” mediante  el lenguaje y  la materialidad de la cultura (los objetos, las imágenes, etc.). En cuanto a la información, el género antecede a la relativa a la diferencia sexual en el desarrollo cognoscitivo infantil. Entre los dos y los tres años, niñas y niños saben referirse a sí mismos en femenino o masculino, aunque no tengan una noción clara de en qué consiste  la diferencia biológica. Muchos ni siquiera registran la diferencia anatómica, pero son capaces de diferenciar la ropa, los juguetes y los símbolos más evidentes de lo que es propio de los niños y de lo que es propio de las niñas

Género y Sexo

El primero (género) hace referencia al rol designado por la sociedad de acuerdo a las diferencias biológicas, el otro (sexo) es la distinción en razón a la biología del individuo al nacer[3].

El cuerpo es la primera evidencia incontrovertible de la diferencia humana (Lamas) y esto es la fuente básica de toda discriminación en cada sociedad. Como lo dice Rubin en su artículo "El tráfico de mujeres: notas sobre la economía política del sexo" el sistema sexo/género es un conjunto de acuerdos por los cuales una sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana y en las cuales estas necesidades sexuales transformadas, son satisfechas (Rubin). Lo cual hace manifiesto de manera clara que la subordinación de las mujeres se basa en conceptos con cierta aplicación universal (trabajo, familia, etc.).

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (12.2 Kb)   pdf (145.8 Kb)   docx (14.3 Kb)  
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com