Elaboracion De Jabom
nubiattm14 de Mayo de 2014
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INTRODUCCION
Asumido en la actualidad como algo natural que ha entrado a formar parte de la vida cotidiana de las personas y de la higiene personal, el jabón es un producto sumamente viejo ya que nadie sabe cuándo o dónde se hizo el primer jabón. Entiéndase por jabón (del latín tardío sapo, -ōnis, y este del germánico *saipôn) es un agente limpiador o detergente que se fabrica utilizando grasas vegetales y animales y aceites. Químicamente, es la sal de sodio o potasio de un ácido graso que se forma por la reacción de grasas y aceites con álcali. Es un producto que sirve para la higiene personal y para lavar determinados objetos. En nuestros tiempos también es empleado para decorar el cuarto de baño. Se encuentra en pastilla, en polvo o en crema.
La leyenda romana afirma que el jabón fue descubierto por el agua de la lluvia que se lavaba abajo de los lados del monte Sapo, junto al río Tiber. La grasa de los numerosos sacrificios animales se mezcló con las cenizas de madera (de los fuegos ceremonial) vino junta en él y los esclavos notaron sus propiedades para limpiar, primero sus manos y luego las prendas de vestir. Los restos de jabón más antiguos se encontraron en tarros de arcilla de origen babilónico alrededor de 2800 A.C. las inscripciones en los cilindros describen la mezcla de grasas hervidas con cenizas. Éste es un método de fabricación de jabón, pero no hay mención de su uso o propósito. La referencia literaria más temprana sobre el jabón fue encontrada en las tabletas de la arcilla que fechaban a partir del 3ro milenio A.C. de la Mesopotamia. Estos expedientes contienen una receta para hacer jabón con una mezcla de potasa y aceite. Otra receta contiene los ingredientes de una prescripción medicinal del jabón. EL uso popular de la pastilla de jabón, fue durante mucho tiempo el elemento empleado para la limpieza del cabello.
Se cree que el arte de la fabricación de jabón fue traído a Europa por los fenicios en la desembocadura del río Rhone cerca de 600 A.C.
Existen documentos que mencionan el uso de muchos materiales jabonosos y agentes limpiadores desde la antigüedad. Los agentes purificantes que se mencionan en el Antiguo Testamento no eran verdaderos jabones, sino un producto hecho únicamente con cenizas de corteza de árbol. En el siglo I d.C., el historiador romano Plinio el Viejo describió las diversas formas de jabones duros y blandos que contenían colorantes, conocidos como rutilandis capillis, que utilizaban las mujeres para limpiar sus cabellos y teñirlos de colores brillantes. La producción de jabón era común en Italia y en España durante el siglo VIII. Alrededor del siglo XIII, cuando la industria del jabón llegó a Francia desde Italia, la mayoría de los jabones se producían a partir de sebo de cabra, con ceniza de haya que proporcionaba el álcali. Tras distintos experimentos, los franceses desarrollaron un método para la fabricación del jabón utilizando aceite de oliva en lugar de grasas animales. Alrededor del año 1500 introdujeron sus descubrimientos en Inglaterra. Esta industria creció rápidamente en ese país y en 1622 el rey Jacobo I le concedió privilegios especiales. En 1783, el químico sueco Carl Wilhelm Scheele simuló de forma accidental la reacción que se produce hoy en el proceso de hervido de la fabricación del jabón (descrito más adelante), cuando el aceite de oliva, hervido con óxido de plomo, produce una sustancia de sabor dulce que él denominó Ölsüss, pero que hoy se conoce como glicerina. El descubrimiento de Scheele permitió al químico francés Michel Eugéne Chevreul investigar la naturaleza química de las grasas y los aceites que se usan en el jabón. Chevreul descubrió en 1823 que las grasas simples no se combinan con el álcali para formar el jabón, sino que se descomponen antes para formar ácidos grasos y glicerina. Mientras tanto, en 1791, el químico francés Nicolas Leblanc inventó un proceso para la obtención de carbonato de sodio o sosa, utilizando sal ordinaria, que revolucionó la fabricación del jabón. En algunas zonas del continente americano, el jabón se hacía principalmente en el ámbito doméstico utilizando grasas animales derretidas. Sin embargo, hacia 1700, los habitantes de algunas zonas obtenían la mayor parte de sus ingresos de la exportación de cenizas y grasas empleadas en la fabricación del jabón.
Parece ser que el propósito del uso del jabón durante el segundo siglo, era estrictamente medicinal, por ejemplo para el tratamiento de dolores de la queratitis escrofulosa (Scrofulous keratitis). Galeno fue el primer en mencionar el jabón para la higiene personal o el lavado de las ropas. También observó que la limpieza tenía un efecto curativo en las enfermedades de la piel. Plinio el viejo, en sus textos de historia (77 D.C) dice que los galos hacían el jabón con el sebo de las cabras y la ceniza de la haya (potasa). Utilizándolo como un tinte y ungüento para el pelo. También menciona el uso de la sal común, agregada a la mezcla, para endurecer las barras de jabón.
La mayoría de los fabricantes de jabón no tenía ninguna idea acerca de lo que ocurría durante el proceso. Ellos empleaban el método de ensayo y error, confiando en la suerte, y creyendo en muchas supersticiones.
La fabricación de jabón siguió siendo un arte relativamente primitivo hasta el decimosexto siglo, cuando fueron desarrolladas las técnicas que proporcionaron un jabón más puro.
Desde entonces, se podría decir que la historia del jabón ha sido imparable y seguramente si Nicolas Leblanc levantase la cabeza y contemplara la actual realidad cosmética, quedaría sorprendido por la gigantesca evolución que ha tenido el producto en todo este tiempo, hasta el punto de que hoy en día es considerado como un artículo de primera necesidad en la llamada canasta familiar. En la actualidad, cuando se podría pensar que ya todo está dicho, que se ha llegado a la cúspide y que ya no es posible mejorar los productos existentes, los investigadores siguen en la búsqueda de nuevos jabones.
Objetivo Generales:
a. Elaborar un producto ecológico para la higiene personal utilizando recursos naturales y manteniendo los más altos estándares de calidad, higiene y precios competitivos.
b. Colaborar en preservación ambiental para salvar el planeta.
Objetivos Específicos:
a. Ofrecer un producto innovador que proporcione al consumidor beneficios naturales, practicidad, comodidad y economía
b. Captar clientes potenciales que incrementen el consumo de productos naturales.
c. Incentivar la necesidad de producir y consumir productos biodegradables.
d. Crear conciencia en el consumidor con relación a la contaminación
Justificación:
En primer lugar decidimos elegir el proyecto de la elaboración del jabón por nuestro marcado interés de incentivar al desarrollo de las comunidades por medio de la autogestión y autoabastecimiento a través de la elaboración de productos propios (como el jabón ecológico de cayena “Natural Depilation” ) a partir de materia prima orgánica de donde dichos recursos son obtenidos de una manera sencilla y práctica. En segundo lugar la necesidad de consumir productos ecológicos debido a la situación actual del planeta.
MATERIA PRIMA.
• Agua
• Aceite Vegetal de Cayena
• Macropartículas De Colágeno
• Sodio
• Glycol De Propileno
• Azuleno
• Vitamina E
• Color natural
• Fragancia
• E.D.T.A
Las materias primas principal que se utilizan para la elaboración de estos jabones son 100% vegetales de alta calidad como lo es el extracto de cayena.
La piel se beneficia no sólo de una limpieza y depilación sana sino que también obtiene hidratación y nutrición.
Los jabones naturales son de mejor calidad y más beneficiosos para la piel que los jabones corrientes. Son más suaves, no llevan productos químicos adicionales al mismo tiempo no producen reacciones de irritación ni otro tipo de problema cutáneo.
Materiales Necesarios:
• Cubo Metálico.
• Quemador o Fogón.
• Palo removedor de madera.
• Moldes o cajones de madera.
• Papel basto de embalar.
Ingredientes:
• 5 litros de agua.
• 1 kg de sosa cáustica.
• 5 litros de aceite de cayena.
Elaboración:
1. Se calientan los cinco litros de agua en un cubo metálico hasta casi el punto de ebullición. Se separa el cubo del fuego y se añade al agua un kilogramo de sosa cáustica (operación que se ha de realizar en un lugar ventilado por la emanación de vapores irritantes). Se coloca de nuevo el cubo sobre el fuego y removemos hasta disolver totalmente la sosa en el agua y vamos añadiendo poco a poco y de forma continuada los cinco litros de aceite al tiempo que se remueve la mezcla para homogeneizarla. Poco a poco esta ira tomando un color amarillento cremoso, momento en que se debe seguir removiendo procurando no cambiar el sentido de giro ni el ritmo, ya que podría cortarse.
2. La elaboración llegará a su fin cuando el jabón tome un aspecto más viscoso y cremoso, aproximadamente a los 30-40 minutos desde el comienzo de la operación. Llegado ese momento se verterá en un cajón o molde de madera que previamente se habrá recubierto con papel de embalar basto y se dejará reposar un día.
3. Una vez seco, se cortará en porciones que se sacarán del cajón y se dejarán reposar en un lugar seco durante 8 o 10 días.
COSTOS DEL PRODUCTO
Presupuesto de mano
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