Ensayo Sobre Capítulo VII Del Manual De Criminología De Barrita Lopez

En el presente Ensayo se analizará el Capítulo VIII del Libro “Manual de Criminología”, escrito por Fernando Barrita López, reconocido Autor en los campos de Criminología, Criminalística, la etapa de Averiguación previa y la Prisión Preventiva. El capítulo trata, en su totalidad, acerca de la “Victimología”, y contiene datos objetivos que refuerzan las teorías del autor acerca del tema, sin ahondar mucho en el tratamiento estadístico de datos ni en el contexto de los estudios criminológicos puestos como ejemplo.

La Victimología, de acuerdo a Wael Hikal, es una disciplina científica que tiene como objeto el estudio de la víctima de acuerdo a los factores victimógenos que la rodean, como son: edad, sexo, relación parental, el cargo y la condición biopsíquica social. Disciplina causal explicativa que estudia a la víctima de un hecho delictivo o de una conducta que lesione sus derechos y patrimonio. Menciona también que es una disciplina causal explicativa que se interesa por el origen, personalidad, carácter, sexo, edad, religión, espiritualidad y características corporales del sujeto pasivo del delito, así como que es una rama de la criminología que se ocupa de la víctima directa del crimen.

En un crimen, principalmente los tipificados en el fuero común, existe, por lo regular, una víctima y un victimario. Es así como en el Homicidio, se encuentra el asesino, el finado (víctima objetiva), y los padres y/o viuda y/o hijos (víctimas subjetivas), en el fraude se encuentra el fraudeador y los defraudados, en el robo se encuentra el ladrón y la persona víctima del robo. Sin embargo, las investigaciones son siempre centradas en el sujeto activo, es decir, el asesino, el fraudeador, el ladrón. Por lo regular, salvo escasas excepciones, la investigación del Ministerio Público integrador se basa en el delincuente, no en la víctima.

Esta característica y/o mala praxis predominante del Sistema Penal Mexicano abona directamente a las estadísticas de impunidad, de indebido proceso y de deficiente integración en la etapa de averiguación previa. Como lo menciona Barrita, el papel de la víctima debe ser estudiado con mayor ahínco ya que debe ser objeto de análisis por el Juzgador a la hora de imponer penas, al existir víctimas que contribuyen, en mayor o menor grado, a la realización del delito. Barrita no discierne respecto a si sus afirmaciones buscan o no formar como excluyente la relación víctima-victimario, pero en mi opinión, esto no debería ser razón de debate, ya que el establecimiento de un estudio de la víctima como base para juzgar al inculpado, no debe ser en términos de exclusión, sino de grado de peligrosidad y de la motivación o incitación que éste tuvo para delinquir.

Al comienzo de su escrito, Barrita ubica a la victimología entre el conjunto de ciencias criminológicas, basado en el esquema de la Enciclopedia de Ciencias Penales. No realiza ningún otro comentario, opinión o razonamiento al respecto, por lo que se considera el dato como meramente ilustrativo, e inclusive, prescindible en su mayor parte.

Entrando en materia, el investigador menciona que existe una tendencia de evaluar el aumento o disminución del crimen a través de las víctimas del mismo, situación que considero errónea, ya que no encierra o delimita dicha afirmación a región o sistema penal alguno, sino que lo dictamina de manera general, siendo el enfoque victimológico una práctica que en nuestro País se encuentra, como vulgarmente se afirma, “en pañales”.

Sin embargo, también dentro del apartado 8.1, Barrita comenta, acertadamente, que el delincuente aprovecha el potencial de una persona para convertirse en víctima, es decir, el que busca delinquir, necesita, salvo excepciones, a una “víctima aceptable”. Las excepciones son en los casos de víctimas subsidiarias y/o víctimas voluntarias. La clasificación expuesta en la página 158, al no estar debidamente contextualizada ni se señala en qué clasificación de selección de víctimas recae, pareciera que fue enlistada por el autor como una especie de relleno didáctico.

Como características importantes en la etapa de selección de las víctimas señaladas por el autor, tenemos el hábitat, empleo, costumbres cotidianas, sexo, edad, área de tránsito, regionalismos, y también contempla el lugar de los hechos como factor importante para estudiar a la víctima. En el actual sistema penal de nuestro País, las principales características de la víctima que son tomadas

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