Entorno economico frente a la educacion

ENTORNO ECONOMICO FRENTE A LA EDUCACION

El entorno económico internacional sufre desde hace algunos años cambios dramáticos que han desembocado en importantes transformaciones de tipo estructural, manifestándose en desequilibrios agudos a partir de algunos tendencias entre las que destacamos “el cambio en el uso de materias primas, modificación en el uso de mano de obra, el mayor énfasis en la producción industrial con respecto a la producción primaria, incremento en el volumen del comercio exterior, universalización del sistema financiero y el factor tecnológico” (leandro, 2013), convirtiéndose la globalización en un factor modificante de la economía internacional. No obstante en 2008 el incremento de los precios de las materias primas, particularmente el precio del petróleo y la comida, aumento tanto que comenzó a causar verdaderos daños económicos, amenazando con problemas sociales en los países que se encuentran en vías de desarrollo, la estanflación y el estancamiento de la globalización.

En 2009 la crisis se extendió rápidamente por los países desarrollados en todo el mundo ( Japón, Nueva Zelanda, Australia). “Estados unidos la economía más grande del mundo se encuentra en 2008 con una grave crisis crediticia e hipotecaria que afecto la fuerte burbuja inmobiliaria que venía padeciendo, así como el dólar anormalmente bajo” (fundacion wikimedia, 2014). Del otro lado del continente el banco central europeo fue incapaz de prever la crisis de la eurozona y tomo las primeras medidas de contención con retraso, priorizando en aguantar el gasto publico. El fenómeno se expandió rápidamente por diversos países europeos y alguno sufrió graves efectos.

América latina no fue ajena a esta crisis, que la sorprendió precisamente en un periodo de bonanza y progreso que no se tenía desde hace más de 40 años. “entre 2003 – 2007 el crecimiento económico se expandió de 2.1% en 2003 a un 5.7% en 2007 (Sánchez, 2009). Este impulso le permitió crecer aun entre la crisis en 2008 a un 4.6, donde se disminuyo el desempleo en 10 puntos porcentuales, en conclusión creció la riqueza, aumento y mejoro el empleo, disminuyo la pobreza y disminuyo la desigualdad entre países latinoamericanos. La crisis produjo efectos negativos como la disminución del comercio internacional, fuertes desaceleraciones de exportaciones, menos ingresos de divisas por turismo, disminución en los flujos de inversión extranjera.

Hoy la crisis económica que gira en el entorno internacional recupera terreno poco a poco en la zona euro y la economía estadounidense, a pesar de la incertidumbre global y el impacto que obtuvo en la economía latinoamericana. Aun así y con los pronósticos poco favorables en Latinoamérica, Colombia ha presentado unos niveles adecuados de liquidez y menor volatidad en el segundo trimestre de 2014, destacándose con uno de los países con mejor proyección a nivel mundial y ratificándose como una economía emergente, consecuencia de su rápido crecimiento en la actividad económica que no solo está relacionada con el crecimiento interno, sino también con los países que estamos estableciendo relaciones comerciales. Claro está que para no desfallecer en este avance, Colombia debe profundizar en el aprovechamiento de las ventajas comparativas, dejando de depender tanto de la dotación de los recursos de las economías, para apostarle más a ser desarrolladas por el cambio tecnológico, la innovación, la capacitación y la educación del recurso humano, la infraestructura entre otros factores. Es necesario fomentar la competitividad y formarnos en competencias, lograr un crecimiento en la industria pero que este desarrollo no sea centralizado y que por e l contrario beneficie a más de un puñado de ciudades, y que todos estos esfuerzos apunten a elevar la productividad, desarrollando una base tecnológica que nos permita seguir hacia nuevas ventajas comparativas. Para poder desarrollar este cambio idealizado por todo el país es necesario e indispensable que el gobierno intervenga con políticas concretas y mediáticas en el corto y largo plazo que opten en un principio a mejorar temas de calidad y cobertura.

Una de las principales armas que pueden marcar la diferencia en una economía globalizada es la productividad y desarrollo sostenible a través del conocimiento y la información. Y para poner en práctica este conocimiento hay que establecer mecanismos de formación a nivel primaria secundaria y superior de calidad en todo el país, reduciendo las anchas brechas en materia de educación de calidad, en especial la desigualdad establecida entre la región Caribe y el interior de país. Por

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