ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Estimulación Temprana


Enviado por   •  4 de Octubre de 2012  •  2.992 Palabras (12 Páginas)  •  516 Visitas

Página 1 de 12

ESTIMULACIÓN TEMPRANA

A lo largo de la vida los seres humanos aprendemos a través de las experiencias que vamos adquiriendo en las diferentes situaciones sociales en las que nos desenvolvemos, el ambiente familiar social y escolar es determinante en la búsqueda del conocimiento y en la adquisición de nuevas habilidades, pero tenemos por entendido que una situación familiar puede entorpecer este desarrollo y en algunas ocasiones puede retrasarlo.

El termino de estimulación temprano es un término contemporáneo, y se pueden encontrar múltiples definiciones para este concepto, de acuerdo al criterio de cada autor, Una problemática inicial es la de la terminología, la cual está estrechamente relacionada con el enfoque conceptual de la propia estimulación, y de la proyección de lo que debe ser, abarcar o concluir un programa de estimulación temprana. Así, se habla de estimulación precoz, de estimulación temprana, de estimulación adecuada, de estimulación oportuna. Pero también se menciona el término de educación temprana y de educación inicial, en estrecha relación con los anteriores. Este desorden terminológico es algo más que un simple problema gramatical o una mera cuestión semántica, y se imbrica muy apretadamente con la propia conceptualización de la edad, de sus particularidades, y hacia donde ha de dirigirse el sistema de influencias educativas que permita la consecución de los logros del desarrollo y la manifestación de todas las potencialidades físicas y psíquicas de los niños y niñas en esta etapa de la vida. Y, consecuentemente, con las causas, interrelaciones y condiciones, que explican el fenómeno del desarrollo y su vinculación con el proceso de la enseñanza y educación, y en sentido más estricto, con el de la estimulación en las edades tempranas.

El término de estimulación precoz, ha sido fuertemente criticado, y va siendo cada vez menos utilizado para los programas de estimulación, a pesar de que en un momento surgió a la palestra psicológica con gran fuerza. Decir que algo es precoz implica que esta característica es una propiedad inherente de la estimulación, e igualmente en que existen momentos adecuados para la estimulación (lo cual es algo aceptado científicamente), y otros, en que esa estimulación no es apropiada (lo cual en cierta medida también es válido).

Pero, cualquiera que sea la respuesta si lo es o no lo es, lo que está claro es que cuando se plantea una estimulación precoz, se está aceptando que ello implica adelantarse al momento en que la estimulación es apropiada. Que no es lo mismo que la estimulación se imparta previo a la manifestación plena del desarrollo. El termino más difundido de estimulación temprana parece ser inicialmente más apropiado, por referirse al período de desarrollo en el cual actúa un determinado sistema de influencias educativas, organizado de manera sistemática para propiciar el proceso evolutivo de la niñez correspondiente a ese momento. Sin embargo, este término también tiene sus detractores, que lo señalan como parcialmente inadecuado, por considerar que la problemática no radica en proporcionar la estimulación en un momento dado, sino que lo que importa es la oportunidad en la que esta estimulación se imparta. De ahí se deriva un término definido por los neoconductistas principalmente, que es el de la estimulación oportuna, a veces llamado adecuada, aunque semánticamente no significan lo mismo. Por estimulación oportuna entienden no el tiempo absoluto en que una estimulación se imparta, sino un tiempo relativo que implica no solamente considerar al niño sujeto de la estimulación, sino también al que promueve o estimula el desarrollo, el adulto, como las condiciones bajo las cuales el desarrollo que se impulsa es funcional desde el punto de vista social. Este concepto conductista, se ha limitado en definir terminológicamente a la oportunidad de la estimulación, es decir, considerar no sólo el momento en que ésta se aplique, sino que sea adecuada, sin tomar en cuenta lo que realmente implicaba el término para aquellos que lo acuñaron. De ahí que a veces se hable de estimulación adecuada, para indicar el momento y la oportunidad. El vocablo de educación temprana, conduce a la diatriba de las relaciones entre estimulación y educación, tanto en lo que se refiere a la interpretación de esta relación como al período que la misma abarca. Esta periodización del desarrollo va a coincidir, en términos generales, con las de otros autores y corrientes, por lo que cobra carácter de generalidad. Así, se habla de una etapa de cero a un año, llamada lactancia; una que abarca desde el año hasta los tres, que suele denominarse edad temprana; y una tercera, de tres a seis – siete años, comúnmente llamada edad preescolar propiamente dicha, cada una de ellas mediada por una crisis del desarrollo.

Dentro de esta vertiente suele llamarse entonces educación temprana, al sistema de influencias educativas para los niños desde el nacimiento hasta los tres años, momento del surgimiento de la crisis de esta edad, tan significativa para los educadores en el centro infantil. Partiendo del criterio de la definición general de la educación, y de lo que esto implica, dentro del término de educación temprana, necesariamente tiene que estar inmerso el de estimulación temprana, no habiendo contradicciones entre uno y otro, uno más referido al concepto de educación, el otro más cercano al de instrucción, entendiendo como instrucción en estas edades, el proceso de estimulación. Se acepte o no, sustituir estimulación temprana por educación temprana, lo que sí ha de quedar claro es que la estimulación temprana es para la consecución de los logros en todos los niños, e implica técnicamente no solo la estimulación sensorial, afectiva y motriz, sino todos los demás aspectos que implica el desarrollo multilateral y armónico de los niños. Si por estimulación temprana del desarrollo se concibe a ésta como educación temprana (valorando lo que el término educación implica) no hay por qué alarmarse por el uso de este término; lo nocivo es cuando el mismo se concibe sólo como estimulación de la sensorialidad y lo motor. No hay tampoco por qué preocuparse si dentro del concepto de educación temprana está implícito que esta sea oportuna y adecuada, en su exacta comprensión. La problemática no es de terminología, y cada corriente quizás no quiera renunciar a su propio vocablo, sino de conceptualización, de comprender lo que realmente ha de abarcar este concepto.

Revisando algunos otros autores encontramos algunas definiciones:

“La estimulación temprana es el periodo de desarrollo más rápido en la vida humana. A pesar de que los niños se desarrollan individualmente a su ritmo,

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (19.3 Kb)  
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com