Estrategias Para El Estudio II

Desde el punto de vista sistemático, la socialización tiene un importantísimo papel en la reproducción del sistema, porque, mediante este proceso una generación ya madura exterioriza y transmite sus valores normas, costumbres, etcétera, a la generación que lo reemplaza, permitiendo la adopción del sistema social la forma en que el sistema se reproduce por si mismo, o por su propio mecanismo de allí la importancia de mirar detenidamente los mecanismos y formas en que se producen los procesos de socialización en todo el sistema humano que uno desee intervenir sea éste una organización funcional poblacional, empresarial o de servicios.

El importante papel que juega el proceso de socialización en la vida individual y social queda mejor expuesto si examinamos qué es lo que sucede ante la ausencia de socialización de un individuo. El individuo que no ha pasado por el proceso de socialización, como podrá leer, crecerá de toda ubicación mental y psíquica con respecto al resto de seres humanos que lo rodean, siendo capaz de actuar igual que los demás miembros de la sociedad.

Aquí queda de manifiesto la importancia que tienen los mecanismos por los cuales la sociedad como un todo actúa sobre el individuo desde su mas tierna infancia en un doble proceso: por un lado el individuo que absorbe todo lo que sus sentidos perciben, organizándolos tanto en su nivel consiente como a un nivel intra psíquico, aún no completamente entendido, y por otro lado, la sociedad como un todo, que le comunica simbolismos, valores, usos y costumbres para conservarlo en uno más de sus miembros. Esto sí, ese proceso irá desde ser más próximo, como los agentes más activos de la socialización, a los más lejanos.

La psicología del desarrollo estudia los diferentes estadios o momentos, llamados usualmente etapas, por las cuales el niño va desarrollando todo el potencial físico, psicológico e intelectual de que disponen desde que nacen.

En cada etapa el niño logra desarrollar nuevas cualidades y aptitudes que a su vez le permiten llegar a la etapa superior o siguiente, hasta llegar a convertirse en una persona adulta, donde se espera que se comporte como una persona ya madura, término que vendrá a significar el comportarse como un miembro pleno de la sociedad en que vive.

En el jardín de niños se presenta una problemática en cuanto a socialización, ya que la mayoría de los alumnos batallan para relacionarse con los otros, es decir tienen que tener un tiempo de conocerlos para tomar confianza y poder entablar un dialogo con determinadas personas.

Un ejemplo puede ser si va alguna visita, es muy difícil que hagan preguntas o bien que contesten las que les hacen, si algún niño nuevo o diferente del jardín, ellos no se juntan con el y se tardan días en entablar una conversación, claro que este tipo de comportamientos no es general, existen algunos que son muy desenvueltos y no tienen este problema, pero la gran mayoría si.

La socialización se realiza a través de ciertos entes de la sociedad que llamamos agentes de la socialización porque permite que ésta tenga lugar. Los agentes de socialización por excelencia son:

1)La familia y la comunidad

Como el primer medio que actúa como socializador, Ángela Percua señala que los niños en la mayoría de los casos no establecen adecuadamente sus interacciones y que la forma en que interactúan tiene mucho que ver con sus experiencias familiares.

Hasta esta edad, los niños han salido muy poco del ámbito familiar, pues desde el momento de su nacimiento, hasta la edad preescolar, son sus padres o bien algún o algunos miembros de su familia los que se encargan de pasar el tiempo en su compañía para cuidarlo, y proveerlo de todos los satisfactores que debido a su edad, no puede conseguir con seguridad, son éstos los encargados de transmitir sus propios valores e ideologías al niño, haciéndolo de forma paulatina, casi sin duda la intención de hacerlo pero, el niño va adquiriendo el mismo estilo de pensar y de actuar que observa en el resto de los integrantes de su familia, que más tarde llevará al jardín de niños y actuará como le han enseñado aún sin proponérselo.

“No exijáis de vuestros hijos lo que no podéis hacer vosotros. Tanto en lo referente al orden, a la puntualidad, a la limpieza, a la presentación como a la educación. El mejor maestro es el ejemplo, y nada ni discursos, ni represiones, ni castigos podrá reemplazarlo” (Tiech, Mauricio: 1973).

Dado el nivel económico, social y cultural de la familia y la comunidad donde se ha desenvuelto el niño, éste se ve influenciado por los modelos que hasta ahora ha conocido; los padres, familiares y vecinos, no tienen como prioridad incluir buenas costumbres a los niños, más bien pasan el tiempo con ellos sin pensar que sus actitudes y su manera de expresarse van a ser aprehendida; por el menor, y cuando logran tomar conciencia de ello, entonces surge algún otro problema que tiene más importancia y debe ser resuelto de forma más inmediata: el caso de conseguir alimento, el vestido, medicinas y los servicios que requiere la familia para subsistir.

La enseñanza moral y religiosa, tan necesaria para la incipiente formación de buenas conductas, incumbe particularmente a la familia. Los padres tienen a su favor, la oportunidad y la libertad de crear en los hijos, ciertos valores religiosos, económicos, culturales, éticos y morales que contribuyan a edificar al ser humano que volcará estos valores en sus relaciones personales dentro del ámbito familiar como en la sociedad en general.

Los padres según ejemplos se caracterizan por ser, unos autoritarios, mal hablado, respetuoso, permisivo, exigente, irritable, que se dominan, violentos y otros, así los hijos de estos padres aprenderán a actuar conforme los ven. Los padres que son afectuosos, comprensivos, atentos a las dudas e inquietudes

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