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Estrategias Pedagogicas Dinamizadoras

asmirianmolleda25 de Febrero de 2013

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CAPITULO III

3. ESTRATEGIAS PEDAGOGICAS DINAMIZADORAS

DEL APRENDIZAJE POR COMPETENCIAS

3.1 ESTRATEGIAS PEDAGÒGICAS1

Las Estrategias Pedagógicas constituyen los escenarios curriculares de organización

de las actividades formativas y de la interacción del proceso enseñanza y aprendizaje

donde se alcanzan conocimientos, valores, prácticas, procedimientos y problemas

propios del campo de formación.

A continuación se presentan algunos conceptos de autores acerca de las estrategias

pedagógicas.

Autor Concepto

Weinstein y Mayer.

1986.

Las estrategias de aprendizaje pueden ser definidas como conductas

y pensamientos que un aprendiz utiliza durante el aprendizaje con la

intención de influir en su proceso de codificación"

Dansereau (1985) y

también Nisbet y

Shucksmith (1987)

Las definen como secuencias integradas de procedimientos o

actividades que se eligen con el propósito de facilitar la adquisición,

almacenamiento y/o utilización de la información

Beltrán, García-Alcañiz,

Moraleda, Calleja y

Santiuste, 1987; Beltrán,

1993

Las definen como actividades u operaciones mentales empleadas

para facilitar la adquisición de conocimiento. Y añaden dos

características esenciales de la estrategias: que sean directa o

indirectamente manipulables, y que tengan un carácter intencional o

propositivo.

Monereo (1994), Las estrategias de aprendizaje son procesos de toma de decisiones

(conscientes e intencionales) en los cuales el alumno elige y

recupera, de manera coordinada, los conocimientos que necesita

para satisfacer una determinada demanda u objetivo, dependiendo

de las características de la situación educativa en que se produce

la acción

Schmeck, 1988; Schunk,

1991

Las estrategias de aprendizaje son secuencias de procedimientos

o planes orientados hacia la consecución de metas de

aprendizaje, mientras que los procedimientos específicos dentro

de esa secuencia se denominan tácticas de aprendizaje. En este

caso, las estrategias serían procedimientos de nivel superior que

incluirían diferentes tácticas o técnicas de aprendizaje (didácticas).

Beltrán (1993) Las definiciones expuestas ponen de relieve dos notas importantes a

la hora de establecer el concepto de estrategia. En primer lugar, se

trata de actividades u operaciones mentales que realiza el estudiante

para mejorar el aprendizaje. En segundo lugar, las estrategias tienen

un carácter intencional o propositivo e implican, por tanto, un plan de

acción.

Justicia y Cano (1993) Las estrategias son acciones que parten de la iniciativa del alumno

Palmer y Goetz, 1988 Están constituidas por una secuencia de actividades, se encuentran

controladas por el sujeto que aprende, y son, generalmente,

deliberadas y planificadas por el propio estudiante (Gardner, 1988).

1 BRAVO SALINAS, Néstor H. – Universidad del Sinú. 2008

3.1.1 Clasificación de las estrategias de aprendizaje

Tipo de estrategias

Estrategias Cognitivas Hacen referencia a la integración del nuevo material con el

conocimiento previo. La mayor parte de las estrategias incluidas

dentro de esta categoría; en concreto, las estrategias de selección,

organización y elaboración de la información, constituyen las

condiciones cognitivas del aprendizaje significativo (Mayer,

1992). Este autor define el aprendizaje significativo como un

proceso en el que el aprendiz se implica en seleccionar información

relevante, organizar esa información en un todo coherente, e integrar

dicha información en la estructura de conocimientos ya existente.

Estrategias Metacognitivas Hacen referencia a la planificación, control y evaluación por parte de

los estudiantes de su propia cognición. Son un conjunto de estrategias

que permiten el conocimiento de los procesos mentales, así como el

control y regulación de los mismos con el objetivo de lograr

determinadas metas de aprendizaje (González y Tourón, 1992).

Las estrategias metacognitivas equivalen a lo que Weinstein y

Mayer (1986) denominan como estrategias de control de la

comprensión. Según Monereo y Clariana (1993), estas estrategias

están formadas por procedimientos de autorregulación que

hacen posible el acceso consciente a las habilidades cognitivas

empleadas para procesar la información. Para estos autores, un

estudiante que emplea estrategias de control es también un

estudiante metacognitivo, ya que es capaz de regular el propio

pensamiento en el proceso de aprendizaje.

Las estrategias de manejo

de recursos

Son una serie de estrategias de apoyo que incluyen diferentes tipos de

recursos que contribuyen a que la resolución de la tarea se lleve a

buen término (González y Tourón, 1992). Tienen como finalidad

sensibilizar al estudiante con lo que va a aprender; y esta

sensibilización hacia el aprendizaje integra tres ámbitos: la motivación,

las actitudes y el afecto (Beltrán, 1996; Justicia, 1996).

La importancia de los componentes afectivo-motivacionales en la

conducta estratégica es puesta de manifiesta por la mayor parte de

los autores que trabajan en este campo. Todos coinciden en

manifestar que los motivos, intenciones y metas de los estudiantes

determinan en gran medida las estrategias específicas que utilizan en

tareas de aprendizaje particulares. Por eso, entienden que la

motivación es un componente necesario de la conducta

estratégica y un requisito previo para utilizar estrategias.

Todo esto nos indica que los estudiantes suelen disponer de una

serie de estrategias para mejorar el aprendizaje, aunque la puesta en

marcha de éstas depende, entre otros factores, de las metas que

persigue el alumno, referidas tanto al tipo de metas académicas (p.

ej., metas de aprendizaje, metas de rendimiento) como a los

propósitos e intenciones que guían su conducta ante una tarea de

aprendizaje en particular.

De este modo, parece que no es suficiente con disponer de las

estrategias de aprendizaje adecuadas; es necesario también saber

cómo, cuándo y porqué utilizarlas, controlar su mayor o menor

eficacia, así como modificarlas en función de las demandas de la

tarea. Por tanto, el conocimiento estratégico requiere saber qué

estrategias son necesarias para realizar una tarea, saber cómo y

cuándo utilizarlas.

Además, es preciso que los estudiantes tengan una disposición

favorable y estén motivados, tanto para ponerlas en marcha como

para regular, controlar y reflexionar sobre las diferentes decisiones que

deben tomar en el momento de enfrentarse a la resolución de esa

tarea. Symons, Snyder, Cariglia- Bull y Pressley expresan con

bastante nitidez estas ideas al afirmar lo siguiente:

“Un pensador competente analiza la situación de la tarea para

determinar las estrategias que serían apropiadas. A continuación, se

va formando un plan para ejecutar las estrategias y para controlar el

progreso durante la ejecución. En el caso de dificultades, las

estrategias ineficaces son abandonadas en favor de otras más

adecuadas. Estos procesos son apoyados por creencias

motivacionales apropiadas y por una tendencia general a pensar

estratégicamente" (Symons).

Por consiguiente, cuando se aborda el tema de las estrategias de

aprendizaje no puede quedar sólo reducido al análisis y puesta en

marcha de determinados recursos cognitivos que favorecen el

aprendizaje; es preciso, además, recurrir a los aspectos

motivacionales y disposicionales que son los que, en último término,

condicionan la puesta en marcha de dichas estrategias.

Aunque para realizar un óptimo aprendizaje sea necesario saber

cómo hacerlo, poder hacerlo, lo que requiere ciertas capacidades,

conocimientos, estrategias, etc.; también se precisa de una

disposición favorable por parte del estudiante para poner en

funcionamiento todos los recursos mentales disponibles que

contribuyan a un aprendizaje eficaz.

3.2 APRENDIZAJE POR COMPETENCIA2

El Ministerio de Educación Nacional ha promovido la formación por competencias. Se

entiende por competencia el conocimiento, la capacidad y la actitud que tiene una

persona para actuar de forma adecuada, y con satisfacción, sobre algún aspecto de la

realidad, en un contexto determinado.

La competencia es un concepto integral que reúne el saber qué, es decir los

conceptos y significados; el saber cómo, o sea las habilidades y procedimientos; el

saber por qué, es decir, los valores; y el saber para qué, que tiene que ver con las

finalidades, los intereses y la motivación.

Ser competente en algo significa tener el dominio de la totalidad de los componentes

necesarios para actuar de manera adecuada y con calidad, poner en juego un saber

que se demuestra en un contexto determinado y se hace visible en el desempeño.

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