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Gestión Escolar


Enviado por   •  26 de Junio de 2012  •  2.182 Palabras (9 Páginas)  •  391 Visitas

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Por Damian Ossorio Lozano

La motricidad Humana no se entiende como un monólogo, en el que no hay lugar para las emociones, la creatividad o la dimensión racional de la persona.

La persona se manifiesta a través de su cuerpo, es parte de ese cuerpo. El ser humano posee un cuerpo, pero no es un cuerpo exclusivamente considerado como objeto físico, es un cuerpo que vive, que es expresión, que su existencia es corporeidad, y esa corporeidad de la existencia implica actuar, conocer, razonar, sentir, transmitir, hacer-hacer, etc.

Diversos pensadores en un intento de dar explicación a la compleja realidad del ser humano, han acometido el concepto de cuerpo y el concepto de corporeidad desde diversas convicciones. Autores como Scheler, que distingue entre "corporeidad" o cuerpo vivido y "cuerpo bruto" o cuerpo exterior; Husserl, que separa "cuerpo propio" y "cuerpo de los otros"; Gasset con sus dos formas de entender el cuerpo "desde dentro" y "desde fuera" y otros como Merleau-Ponty, Marcel, Sartre, Zubiri..., han tratado de encontrar un significado a la presencia del cuerpo en el mundo, diferente a los demás seres vivos.

La reciente historia de las ciencias de la Motricidad caracterizada por una experiencia de la corporeidad instrumentalizada, bien como objeto para conseguir un récord, bien al servicio del rendimiento por el rendimiento, ha generado cierta confusión en cuanto a su estudio desde el punto de vista educativo y del desarrollo del individuo como persona. La sociedad demanda un logro sistemático de las capacidades del individuo en beneficio de una gesta extraordinaria. "El deporte como fenómeno fuertemente institucionalizado, no parece propicio para ofrecer vivencias corporales originales" (Denis, 1980)

La consolidada tendencia de la aportación biofísica y su relación con la corporeidad, ha propiciado el estudio aislado de las propiedades del control de motor, de la condición física y de la imagen estética..., entre otros aspectos. "Un correcto estudio de la motricidad no puede limitarse a las aportaciones de la neurología o de las ciencias médico-biológicas, sino que debe hacer también referencia a la neuropsicología y a la psicodinámica, en cuanto resulta difícil separar en un sujeto estructura psicomotriz, inteligencia, actitud, experiencia y comportamiento" (Boscaini, 1992).

Como personas nos enfrentamos a una constante interacción entre el yo y los demás, nos expresamos, nos comunicamos con el cuerpo y con el habla, nuestras relaciones interpersonales van más allá de la simple comunicación. Como seres dialogantes que somos, emprendemos un camino de ida y vuelta en la emisión y recepción del mensaje.

La motricidad está vinculada a nuestra existencia a nuestra conducta, todo lo hacemos con el cuerpo, incluso la interrupción del movimiento requiere un control postural. También es cierto, que no todas las actividades que realiza el ser humano tienen una finalidad propiamente motriz, es decir, persiguen un objetivo motor.

Nuestra motricidad nos permite abordar dos cuestiones que coexisten en todo proceso de comunicación, la oposición y la cooperación. Esta cara y esta cruz, esta doble vía, busca reglas comunes donde se pone de manifiesto nuestro juego colectivo y social. La capacidad sociomotriz que posee el movimiento abarca una dimensión relacional de índole social que abarca múltiples posibilidades y variadas directrices.

Parece evidente que es imposible evitar nuestra presencia corporal en un espacio y en un tiempo. Es posible que permanezcamos ausentes, abstraídos por nuestros pensamientos, la mente carece de límites objetivos, nuestro cuerpo en cambio, está sometido a una continua puesta en escena, donde en función de las exigencias del guión, asume un modelo de acción diferente cada vez que se comunica y se expresa.

Las variadas formas de expresión con que cuenta el hombre, no son manifestaciones aisladas unas de otras, sino que concurren de manera global en un mismo acto. Nos comunicamos con el cuerpo como un todo global, a través de la palabra, del gesto, del silencio, de una mirada.

Castañer y Camerino (1991) definen la actividad el hombre desde una triple dimensión: introyectiva, que posibilita el reconocerse a través de la motricidad; extensiva, que nos permite interactuar con el entorno; y proyectiva, que nos facilita la relación con el medio social.

Estas tres dimensiones se presentan íntimamente relacionas en el mundo del deporte. Desde la dimensión proyectiva se puede hacer hincapié en el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación, que indudablemente hacen mejorar las relaciones con el entorno. Lo más útil para potenciar estas habilidades sociomotrices es el empleo de técnicas que favorezcan la comunicación y la expresión, tanto oral como corporal, los juegos cooperativos y aquellas actividades que fomenten la creatividad.

El punto de partida radica en facilitar la participación en la cultura del movimiento, fomentar hábitos saludables de convivencia sana. Proporcionar un marco adaptado a los individuos y al grupo, la oferta no ha de basarse en la rutina, ni en la demanda de un colectivo, sino que debe posibilitar un tejido social donde la práctica del deporte y la actividad física esté abierta a necesidades tanto personales como comunitarias..(Arriba y Sánchez, 1999)

Hoy en día el fenómeno motor es estudiado desde diversos campos de la ciencia, principalmente su vertiente ludicodeportiva. La psicología, la historia, la medicina, la sociología, la biomecánica, la antropología, etc., tratan de interpretar desde su óptica particular el intelecto de los deportistas, la evolución histórica del deporte, la salud y el bienestar físico, y un largo y heterogéneo campo de investigación y análisis del fenómeno deportivo. Además existen otras disciplinas como la proxemia, la kinesia o la ergonomía que circunscriben su campo de acción a aspectos relacionados con las relaciones espaciales, la comunicación o el propio trabajo respectivamente.

Parlebás ha desarrollado una nueva disciplina que es la "Ciencia de la Acción Motriz" llamada también "Praxología Motriz", a través de la cual pretende dar vida a un campo de la ciencia que considere como objeto de estudio un enorme bloque de actividades físicas a las cuales denomina "Acción Motriz". Esto supone calificar a las estructuras motrices del ser humano como estructuras de comunicación.

La ciencia de la acción motriz hace de la motricidad un estudio que tiene como ámbito de estudio las situaciones motrices, es decir, las actividades físicas lúdicas, de ocio, deportivas.

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