HISTORIA DEL ARTE TEATRAL VIRREINAL

DE LA CRUZ LINO ISMAEL

HISTORIA DEL ARTE TEATRAL VIRREINAL

GRUPO 0001

EL RITUAL, EL TEATRO Y LA REPRESENTACIÓN.

E

l ritual es algo que siempre ha estado presente desde tiempos muy remotos; por ejemplo cuando en Grecia los hombres danzaban, cantaban y ofrecían oblaciones en torno a sus dioses. Así como en la actualidad se tiene la misa como un acto religioso que se rige justamente por ciertos ritos. Aunque también hay rituales que no son necesariamente religiosos, por ejemplo una ceremonia escolar (honores a la bandera) es un acto cívico, pero que se rige por ciertos criterios como la postura, la música, las efemérides, etc. Así pues en el teatro también está presente el ritual, y antes que nada hay que tomar en cuenta que el teatro es justamente el “arte de la representación”, ya que se basa en el “to perform” que se refiere a la escenificación, a lo que vemos en la vida cotidiana, o como dice Schechner “al ser, al hacer, al mostrar el hacer y al explicar cómo se muestra el hacer”. (Schechner 58)

     Así pues considero necesario establecer algunas semejanzas y diferencias entre lo que es el teatro y lo que es el ritual –en el aspecto religioso–. En primer lugar, el teatro y el ritual son semejantes por el simple hecho en que ambos pueden hacer uso de la música, de la danza y del canto, además del vestuario (teatro) y la vestimenta (ritual); el teatro para ofrecerlo al público y el ritual para ofrecerlo a los dioses. Y en segundo lugar están las diferencias, ya que en el teatro el que representa es el actor, y en el ritual el que representa es un intérprete. El teatro hay un fin artístico (“arte de ver y ser visto”) y el ritual hay un fin “religioso” o de “fe”, cuya intención quizás no es ser agradable para el público sino para la deidad a la que se hace tal ceremonia.

     Asimismo no está mal establecer vínculos entre estas dos acciones, ya que el rito puede contener teatralidad y lo haría justamente un rito teatral, y así el teatro puede hablar de la religión y ser teatro religioso. Aunque no todo rito puede ser teatral ni todo teatro puede ser religioso. Sin embargo hay que tomar muy en cuenta que en ambas se representa, y pese a ello el rito siempre se inclina a lo místico y a lo divino, mientras que el teatro va por lo estético.

     Y si tomamos en cuenta, por ejemplo, cuando los conquistadores llegan al “Nuevo Continente”, concretamente a lo que sería la Nueva España, veremos que son justamente los franciscanos quienes tienen la primera impresión, ya que al ver sus ritos y su culto a la divinidad, ven semejanzas a lo que se realiza en su culto católico, que son la danza, la música y el canto, que son cosas que ya he señalado anteriormente. Y esto se aplica cuando dice Jostein Gaarder  que “lo único que necesitamos para ser buenos filósofos^[1] es la capacidad de asombro”. (Gaarder 17)

     Así pues dada la capacidad de asombro fue que los misioneros franciscanos dieron paso a la evangelización de lo que fue la Nueva España, pero no sólo ellos tuvieron la capacidad de asombro, sino que incluso los indígenas sentían asombro, o como decían según los misioneros:

Los indígenas se sentían más atraídos a los templos católicos por la música que por las predicaciones de los religiosos.

     Esa inclinación de los indígenas por la música asociada al rito religioso tenía su origen en las festividades que antes de la Conquista celebraban en honor de sus dioses, con danzas acompañadas siempre por cantos, y en las que se emplean mascaras para escenificar diferentes actitudes humanas y de animales mitológicos; se trataba de espectáculos fastuosos celebrados en lugares dedicados especialmente para ello, en donde se utilizaban elementos de escenografía que podían considerarse como una incipiente forma de teatro. (Delgado 55)

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