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Inflación


Enviado por   •  14 de Noviembre de 2014  •  1.635 Palabras (7 Páginas)  •  104 Visitas

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3. Concepto

La inflación se define como un proceso de elevación continuada de los precios, o lo que es lo mismo, un descenso continuado del valor del dinero. El dinero pierde valor cuando con el no se puede comprar la misma cantidad de bienes que con anterioridad.

4. Clases de Inflación

Recalentamiento de la economía.- Se dice que existe un recalentamiento en la economía cuando se produce un aumento leve de los precios.

Inflación rampante.- Supone la existencia de tasas de inflación entre el 4% y el 6%.

Inflación Acelerada.- Es una inflación que alcanza casi el 10 por 100 anual.

Hiperinflación.- Supone la perdida del control de los precios por parte de las autoridades económicas del país. En algunos casos se han llegado a detectar incrementos de precios de hasta tres dígitos ( más de 1.000 por 100 anual) Se produce cuando otra moneda (normalmente el dolar) o una serie de bienes (cigarrillos, bebidas ... ) acaban por sustituir al dinero oficial como patrón de intercambio.

5. Causas de la Inflación

Los procesos inflacionarios pueden venir causados por la excesiva creación de dinero por parte de las autoridades monetarias del país. En estos casos el dinero crece más deprisa que los bienes y servicios suministrados por la economía, causando subidas en todos los precios. Esta creación excesiva de dinero suele estar motivada, a su vez, por la necesidad de los estado de financiar sus déficits públicos.

Las expectativas de los agentes económicos sobre como pueden evolucionar los precios en el futuro. Este aspecto es muy importante ya que si por ejemplo, los agentes económicos esperan que los precios pueden aumentar en el corto a medio plazo, intentarán incorporar rápidamente este hecho a los salarios y demás pagos fijados por contrato. Ello provocara importantes tensiones inflacionistas, que de llevarse a la practica motivaran un incremento de los precios mayor que el previsto.

La credibilidad que pueda tener la política económica del gobierno es otro factor importante que puede generar inflación. Si los agentes económicos no tienen confianza en la política económica del gobierno, en teoría tendente a la reducción de los precios, sus actuaciones irán encaminadas a aumentar los salarios y precios. Esta actitud hará fracasar las políticas restrictivas del gobierno.

Los acuerdos salarias de larga duración pueden ser un arma de doble filo, ya que la negociación continuada de acuerdos salariales en un marco de inestabilidad puede ser muy perjudicial, lo cierto es que acuerdos de larga duración, tres años o más, pueden impedir que el control sobre la inflación sea más efectivo.

Las perturbaciones que el lado de la oferta también son causas frecuentes de presiones inflacionistas. La mayor o menor fortaleza del país, la evolución de los precios del petróleo y de las materias primas son factores que pueden afectar de forma significativa a los precios de las economías de un país, especialmente en aquellos países mas dependientes de imputes procedentes del exterior, como el caso de la economía española.

Los Costes de la Inflación

Los costes de la inflación provienen en su gran mayoría de la falta de adaptación de la economía a una situación inflacionista. Por ejemplo, uno de los coste más importantes de la inflación es el incremento de los impuestos en el caso de que no se adapten los tramos impositivos a la subida de precios.

Cuando existe inflación y los contribuyentes ven aumentados sus salarios, en la medida en que el gobierno no adapte la tabla impositiva a este crecimiento de los precios, la cuota impositiva será mayor. En estos casos los agentes económicos deberán pagar un mayor numero de impuestos, no por un mayor nivel de renta, sino simplemente por el incremento de los precios.

Otro coste de la inflación es el que ocasiona en la redistribución de la renta. La Inflación perjudica tradicionalmente al prestamista (acreedor), beneficiandoal prestatario (deudor).Así, en una situación inflacionista, las personas que tengan que hacer frente a un préstamo tendrán que devolver, en términos reales, una cantidad menor que la original. En un situación familiar, los ahorradores verán como los saldo reales de sus depósitos bancarios irán perdiendo valor a medida que los precios se incrementan. Solo en aquellos en los que los tipos de interés se ajusten a la inflación se podrán evitar estas perdidas, tanto para los prestamistas como para los ahorradores. De esta forma, se pone de manifiesto que lo importante es el mantenimiento de los tipos de interés reales, no tanto de los nominales.

Un coste relacionado con los anteriores es la incertidumbre que genera la inflación. Esta incertidumbre hace que los agentes económicos, ante el riesgo de que sus inversiones valgan menos, aumenten los tipos de interés, lo que afectaría negativamente a la inversión y, por tanto, al crecimiento económico del país.

Finalmente, si la tasa de crecimiento de los precios en un país es muy superior a la de los países con los que compite en los mercados internacionales, dicho país verá reducida su competitividad. Lógicamente cuanto mayores sean los precios, más difícil será que los productos nacionales puedan ser comercializados en terceros países, lo que obliga, de esa forma, a los gobiernos a mantener una tasa de crecimiento de los precios similar, si no menor, a la de los países de su entorno. Manteniéndose todos los factores constante, un incremento de los precios mayor al de nuestros competidores supondrá una reducción de nuestra competitividad.

¿Es Mala La Inflación?

La teoría económica nos indica que la inflación, especialmente la imprevista, produce incertidumbre sobre los precios futuros, lo que afecta a las decisiones sobre el gasto, el ahorro y la inversión, ocasionando una asignación deficiente de recursos y, por tanto, dificultando el crecimiento económico.

A pesar de ello en Gran Bretaña, en la década de los 50, se presentó un estudio, que actualmente se conoce como Curva de Phillips, que sugiere que cuanto mayor es la inflación menor es la tasa de desempleo (y, por el contrario, que posible bajar la tasa de inflación incurriendo en un mayor número de desempleados) cuestionando, por tanto, las medidas antiinflacionistas propuestas por los gobiernos.

Por su parte, en 1990, Robert Barro, un destacado profesor de Harvard y miembro del Banco de Inglaterra, publicó un exhaustivo estudio que relacionaba la inflación y el crecimiento de más de 100 países, ricos y pobres, entre los años 1960 y 1990, y llegó a las siguientes conclusiones: Por un lado corroboraba la teoría económica, y determinó que cuando sube la inflación se reduce el crecimiento económico.

Sin embargo ésta reducción es muy pequeña, entre un 0,02 y un 0,03 por ciento por cada punto que sube la inflación, lo cual no es especialmente desastroso para un país pero, dado que reducir la inflación es algo costoso en sí mismo, ya que conlleva una pérdida importante, al menos temporal, de producción y de puestos de trabajo, se cuestionaba si la sociedad no estaba pagando un coste social demasiado elevado por reducir de forma prioritaria la inflación.

A pesar de ello la inflación suele ser muy impopular; a los consumidores no les gusta tener que pagar más por un producto de un mes para otro, a pesar de que sus rentas (lo que ganan) se hayan incrementado en la misma cuantía, y ha hecho que los Gobiernos conviertan la contención de la tasa de inflación en uno de los puntos más importantes de su programa político-económico.

Por último cabe decir que en los países desarrollados, la inflación está siendo contenida gracias a los avances tecnológicos, la pérdida de influencia de los sindicatos, a las privatizaciones y a la creciente competencia nacional e internacional, que están haciendo bajar el coste de las materias primas y de los productos energéticos y, por tanto, el precio final de los bienes y servicios producidos, más que a una acertada política antiinflacionista de los gobiernos implicados.

El riesgo consiste en confundir las manifestaciones monetarias, como la inflación, con las verdaderas causas de las contradicciones del sistema económico. No cabe duda que los responsables económicos y los agentes en general proponen soluciones consistentes en la manipulación de las variables monetarias pues la política económica puede controlar los mecanismos de transmisión monetaria a corto plazo y demostrar el grado de ejecución de los objetivos fijados.

Quizás fuera más operativo situar a la inflación no tanto como espejo monetario sino centrar la atención en la casuística real que el fenómeno inflacionario refleja: los estrangulamientos del aparato productivo que distorsionan el equilibrio entre oferta y demanda de bienes y servicios, la interesada administración de precios por parte de grupos económicos concertados, la tensa distribución de la renta entre grupos de perceptores, etc.

En este sentido, aún está por establecer el verdadero coste económico y social del cumplimiento cualitativo de ciertas metas de convergencia en el complejo proceso de la unión monetaria y éste vacío es crucial para anticipar un cálculo coste-beneficio sobre los efectos regionales, sectoriales, corporativos, competitivos. , Con la plena unión monetaria".

El Ipc:

Para medir la inflación se recurre a un índice de precios que, mediante una cifra, expresa el crecimiento medio de los bienes durante un período de tiempo determinado. Por tanto el IPC español es una medida estadística que recoge la evolución de los precios del conjunto de bienes y servicios que consume la población residente en viviendas familiares en España. Se entiende por consumo el gasto real de la población en bienes y servicios quedando excluidas tanto las operaciones de gasto imputadas, relativas al autoconsumo, autosuministro, alquiler imputado los consumos subvencionados: sanitarios o de educación, así como la compra de viviendas.

Así el instituto nacional de estadística elabora una lista de artículos representativos del total de bienes y servicios de consumo, lo que se conoce como cesta de bienes. Tomando esta cesta en el año base, se toma el precio de los productos en el momento de elaborar el índice. Obteniendo el coste de la misma cesta de bienes en dos fechas diferentes, se calcula el cociente de los dos cuyo resultado es el índice de precios.

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