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Informe Final


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2013  •  1.381 Palabras (6 Páginas)  •  259 Visitas

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NEOCLÁSICOS

Los economistas neoclásicos surgieron en la segunda mitad del siglo XIX; también se les llama teóricos de la “utilidad marginal”. Derivaron sus concepciones teóricas del enunciado de utilidad expresado por los clásicos, llegando a elaborar una teoría subjetiva del valor, que es la base de dicha corriente.

El iniciador de la corriente neoclásica fue Hernán Heinrich Gossen, que estudio las leyes de la conducta humana, basado en el utilitarismo y el consumo individual, con un soporte matemático. Los teóricos neoclásicos reconocidos surgieron casi al mismo tiempo: William Stanley, Carl Menger y León Walras, fundadores de las principales escuelas de la utilidad marginal.

Algunas contribuciones de la corriente neoclásica son:

• Desarrollo de la teoría subjetiva del valor basado en utilidad y escasez

• Teoría psicológica de la utilidad marginal ( la cual depende de la apreciación individual)

• Teoría de la formación de los precios (oferta y demanda) basada en la teoría subjetiva del valor y la utilidad marginal.

• Teoría del equilibrio económico general, que pretendía explicar el funcionamiento de la economía, estableciendo relaciones de interdependencia expresada matemáticamente.

• Establece la diferencia entre economía pura (teoría) y economía aplicada (como lograr el equilibrio).

• Desarrollo de la teoría del bienestar, la cual pretende demostrar que al aumentar la utilidad, cada individuo logra mayor bienestar.

• Teoría monetaria basada en la necesidad individual de medios de pago

• Teoría de la distribución basada en la teoría subjetiva del valor y la utilidad marginal.

• Teoría de la estática económica, bajo el supuesto de una economía que no cambia.

• El empleo de graficas de dos dimensiones para representar la oferta y la demanda.

• Se refiere al estudio de la economía en el corto y en el largo plazo.

• Desarrolla el análisis del equilibrio parcial.

A continuación se citan algunas de las principales obras de los economistas neoclásicos.

León Walras escribió tres importantes obras y son:

1. Elementos de la economía política pura

2. Elementos de la economía aplicada

3. Estudios de economía social

Una pequeña critica a la corriente neoclásica es que estudia relaciones entre cosas siendo las relaciones económicas entre personas y que establece modelos teóricos como la competencia perfecta, que no operan en la realidad, aunque puedan servir como instrumental teórico.

LA ECONOMÍA NEOCLÁSICA

El centro de atención de los economistas neoclásicos fue el funcionamiento del sistema de mercado y su papel como asignador de recursos.

Alfred Marshall (1842 – 1924)

Nació en Inglaterra. Su padre fue cajero del Banco de Inglaterra. Estudió matemáticas y Economía en Cambridge. Ocupó puestos académicos a lo largo de toda su vida profesional. Marshall fue hipercrítico con sus propios escritos. De hecho, muchas de sus ideas las había elaborado bastantes años antes de que aparecieran en la primera edición de sus Principios de economía, en 1890. Fue el fundador de la moderna economía expuesta mediante representaciones gráficas. Aunque era un matemático experto, se mostró escéptico en cuanto al valor de las matemáticas para el análisis económico. Fue capaz de realizar una gran síntesis, tratando de combinar lo mejor de la economía clásica con el pensamiento marginalista. La determinación de los precios de mercado se convirtió en el problema fundamental de la economía neoclásica. Para Marshall el análisis del funcionamiento del sistema de mercado empezaba con el estudio del comportamiento de los productores y de los consumidores, pues era la clave para analizar la determinación de los precios de mercado. Según Marshall, el concepto de demanda como una tabla de relaciones precio – cantidad era crucial para su análisis. Para él sería necesaria una reducción en el precio para inducir a comprar más. Por otro lado, dado que los consumidores tenían que escoger entre más de un bien y menos de otro (u otros) para maximizar su utilidad, deberían ajustar sus gastos de tal modo que no fuera posible aumentar su satisfacción mediante una distribución alternativa de esos gastos entre los diferentes bienes. En cualquier caso, la demanda por si misma solo explicaba una parte de la formación del precio. Tan importantes como ella eran las condiciones en que los productores estaban dispuestos a vender sus bienes y servicios. Desde una perspectiva neoclásica se creía que las empresas funcionaban bajo condiciones en las cuales los sucesivos incrementos en los costos totales, debido a la producción de unidades adicionales de su producto, eran crecientes. Con los elementos comentados – demanda y oferta – Marshall tenía lo necesario para explicar el precio de mercado. Según él, en el caso de los factores el precio también se determinaba por la intersección de la oferta y la demanda. Se suponía que los empresarios buscaban racionalmente el máximo beneficio, lo que implica minimizar los costos. Cualquier volumen de producción deseado podía obtenerse con varias combinaciones diferentes de factores productivos, si bien el empresario seleccionaría la combinación de más bajo costo. Para Marshall, los rendimientos de escala crecientes, asociados con la aplicación de tecnologías avanzadas, podían originar ciertas complicaciones. Las economías de escala implicaban que un pequeño número de grandes productores podía funcionar a costos medios más bajos, produciendo la misma cantidad que un gran número de pequeñas empresas, quedando en entredicho las premisas de un mercado competitivo. Marshall creía que las ventas de cada empresa estaban limitadas al mercado particular, lenta y costosamente adquirido, y aunque la producción pudiese aumentarse muy rápidamente, no ocurriría lo mismo con las ventas. Además, la expansión de la empresa más allá de sus límites naturales la expondría también a la competencia de sus rivales. Por ello, opinaba que era improbable que las economías de escala representaran un serio desafío para el mantenimiento del orden competitivo.

León Walras (1834 – 1910)

Vició en Lausana – Suiza. Estudió en la Escuela de Minas, pero fracasó; quiso ser periodista, aunque tampoco tuvo éxito en varias editoriales donde trabajó. Desde 1859 dedicó todo su esfuerzo a demostrar que la teoría económica podía ser tratada matemáticamente. En 1870 ocupó la cátedra de Economía en Lausana. Los profesionales no comprendían ni se sentían atraídos hacia su trabajo matemático, ya que fundamentalmente lo que pretendía era mostrar una manera distinta de enfocar las cosas. En 1909, con motivo de su jubilación, obtuvo abundantes muestras de simpatía y admiración, de las que nunca había tenido noticias anteriormente. Las pruebas de reconocimiento que recibió superaron a cuanto hubiera podido esperar. Fue el gran momento de su vida. Walras se ocupó del estudio de la teoría de la determinación de los precios en un régimen hipotético de libre y perfecta competencia. Pretendía expresar sus descubrimientos en forma de proposiciones matemáticas que diesen a la economía un rango científico comparable el que disfrutaban las ciencias físicas. Estaba interesado en probar que los resultados de la libre competencia eran beneficiosos y ventajosos. Para ello era necesario, por un lado, conocer exactamente cuáles eran estos resultados y, por otro, precisar las definiciones y las leyes necesarias de un régimen de competencia perfecta. Según Walras, los economistas habían extendido a menudo el principio de la libre competencia más allá de los límites de su verdadera aplicabilidad, lo que probaba que el principio no había sido demostrado. En el esquema Walrasiano la competencia perfecta quedaba representada por una situación en la que compradores y vendedores se reunían en una subasta masiva, de forma que las condiciones de cada cambio fueran públicamente anunciadas y se diera una oportunidad a los vendedores para bajar sus precios y a los compradores para recibir sus ofertas. Aunque tales condiciones no eran realistas, según Walras, las ventajas de un procedimiento que partiese de casos abstractos y generales eran obvias. Walras pretendía esbozar el modo mediante el cual podría alcanzarse una solución de equilibrio simultáneamente en todos los mercados. En otras palabras, su objetivo era la formulación del proceso mediante el cual podría establecerse un equilibrio general, esto es, aquel proceso que tuviese en cuenta la interrelación de todas las actividades económicas. El enfoque walrasiano del equilibrio competitivo puede presentarse en forma de un sistema de ecuaciones simultaneas, susceptibles de una solución matemática determinada. Este método de análisis, por una parte, destaca la interdependencia entre todos los precios dentro del sistema económico y, por otra, hace desaparecer la distinción entre el enfoque micro y macro de la economía. Las actividades de las familias y de las empresas no pueden entenderse separando unas de otras, ni se las debe considerar segregadas de la economía en su conjunt

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