Introducción a la administración y al proceso administrativos: la planeación

Analizando y simplificando las acciones tomadas, podemos apreciar de una manera muy clara y didáctica los dos tipos de estilo de pensamiento definidos por Robbins (2009): en un principio, Naresh Goyal optó por el estilo lineal donde analizó número fríos y tendencias de ventas a futuro para sustentar la decisión del despido masivo, posteriormente se inclinaría hacia un pensamiento no lineal basándose en fuentes de información internas (sus sentimientos personales y auto-proyección con su hija de 19 años). Del mismo modo, es evidente que utilizó un enfoque con un modelo racional, pues observó una meta clara: reducir costos y maximizar ganancias para no terminar en bancarrota. Lamentablemente esta decisión no se encontraba bien fundamentada en una cultura organizacional pues, a pesar de que estaba mayormente orientada a lograr resultados, carecía de otros enfoques relevantes como orientación al equipo, orientación a la gente y estabilidad.        

Después, decidió actuar en base a un enfoque más ético preocupándose en primer lugar por las necesidades de su equipo de trabajo, demostrando prioridad en la cultura organizacional de su empresa.

Dicho esto, creo que en el caso de estudio no existe una respuesta acertada en su totalidad a la pregunta de que si se tomó o no una decisión correcta al despedir y recontratar personal como consecuencia de la crisis económica experimentada, de inicio, porque realmente no tomó un decisión, sino dos: despedir y recontratar, como ya se mencionó, utilizó dos enfoques contradictorios pero en dos tiempos distintos, trayendo como resultado un caso muy interesante para “voltear a ver”. Es decir, considero que el modo de actuar tomando estas dos decisiones fue una excelente estrategia de lidiar con las circunstancias externas.

Me explico más a fondo: el alza en los precios de materia prima como el petróleo son una amenaza externa que el empresario no puede controlar. Tal vez pueda mitigar el efecto un poco, pero a modo de equilibrar esta salida, al final tendrá que salir perdiendo algún elemento de la empresa, ya sea de su bolsa, sus socios, su personal o como lo experimentó al inicio, de sus clientes. Si reducir costos o incrementar precios no es la opción, se puede optar por una tercera: vender más. Aunque para esto se requiere captar más clientes, y para ello se ocupa mejorar servicios, adquirir mejores activos, expandir cobertura, prospectar más el mercado potencial, etc, y para lograr esto se requiere invertir más. Quiero pensar que al introducir su corporación a la bolsa ya estaban contemplando la necesidad a futuro de dichas inversiones externas.

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