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LA AGRICULTURA ORGÁNICA Y EL MEDIO AMBIENTE


Enviado por   •  13 de Marzo de 2014  •  1.284 Palabras (6 Páginas)  •  191 Visitas

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CAPÍTULO 2. LA AGRICULTURA ORGÁNICA Y EL MEDIO AMBIENTE

El enfoque ecosistémico en la agricultura orgánica

En muchos países, la agricultura es la principal forma de uso del suelo y los hábitats en tierras cultivadas representan un importante porcentaje de los hábitats naturales. Las zonas protegidas resultan insuficientes para la conservación de la naturaleza, especialmente para las especies migratorias (por ejemplo, los pájaros) porque los hábitats circundantes son tierras cultivadas que con frecuencia generan un efecto negativo. La agricultura, especialmente en su forma más extrema de monocultivo industrializado, altera el paisaje y daña los productos y servicios del ecosistema, incluyendo la biodiversidad en todos sus niveles. Tanto la invasión agrícola de los territorios, como la contaminación y la intensificación contribuyen a la degradación de los suelos y las aguas y también a la extinción de la biodiversidad.

Los enfoques actuales de la agricultura ecológica, como por ejemplo el manejo integrado de plagas, los sistemas integrados de nutrición de las plantas y los cultivos conservacionistas, contemplan un solo aspecto de los componentes de los sistemas de explotación agropecuaria: la ecología de las plagas, la ecología de las plantas y la ecología del suelo, respectivamente. La agricultura orgánica define estrategias que combinan estos elementos en un enfoque único. El manejo orgánico se concentra en las relaciones en la cadena alimentaria y en los ciclos de los elementos y busca maximizar la estabilidad y la homeostasis del agroecosistema.

Con un enfoque sistémico y sin el uso de agroquímicos, la agricultura orgánica impide que se degraden los recursos naturales y se pierdan tierras y potencial productivo. Para ella, la naturaleza es a la vez un instrumento y un objetivo. Al no utilizar sustancias sintéticas (por ejemplo, fertilizantes, plaguicidas, productos farmacéuticos), los agricultores orgánicos se ven obligados a restaurar el equilibrio ecológico natural porque las funciones del ecosistema son su principal «insumo» productivo. Por ejemplo:

En muchos cultivos es posible mantener por debajo del nivel de daño económico una cantidad de plagas no específicas, que son económicamente perjudicia les para éstos, como por ejemplo el pulgón, el piojillo, la mosca blanca o los ácaros, mediante el uso de predadores y parasitoides que aparecen de manera natural o son introducidos intencionalmente. Los que aparecen naturalmente son productos y servicios directos de cercos vivos, de perímetros botánicamente diversos, de cultivos combinados o de malezas naturales; los segundos funcionan mejor cuando se introducen en hábitats enriquecidos botánica y ecológicamente.

La única forma de combatir las plagas y enfermeda des del suelo en la agricultura orgánica es mediante una amplia rotación de los cultivos, combinando plantaciones botánicamente diferentes. Es de primordial importancia respetar dichas rotaciones y así lograr la diversidad del agroecosistema.

Las rotaciones diversificadas y los sistemas agroforestales, garantizan una mejor absorción de los nutrientes del suelo y el uso eficaz del agua y la luz, gracias a las diferencias de crecimiento espacial y temporal de las raíces y la dispersión de las hojas.

Los suelos con alta diversidad funcional de microorganismos, muy frecuentes tras décadas de agricultura orgánica[15], desarrollan propiedades que suprimen las enfermedades y permiten crear resistencia en las plantas.

La restricción en el uso de insumos agropecuarios obliga a los agricultores a implementar técnicas preventivas apropiadamente. La prohibición de los herbicidas, por ejemplo, hace imposible ignorar los principios de la buena rotación de cultivos, ya que ello resultaría a largo plazo desastroso para los rendimientos y crearía problemas con las malezas. Debido a la prohibición del uso de fertilizantes comerciales solubles, resulta económicamente conveniente rotar cultivos que preserven los nutrientes y hacer un uso limitado de fertilizantes orgánicos para reducir pérdidas.

Al no utilizar sustancias sintéticas (por ejemplo, fertilizantes, plaguicidas, productos farmacéuticos), los agricultores orgánicos se ven obligados a restaurar el equilibrio ecológico natural porque las funciones del ecosistema son su principal «insumo» productivo.

Recuadro 1: El enfoque ecosistémico

El enfoque ecosistémico es una estrategia para el manejo integral de la tierra, el agua y los recursos vivos, que promueve la conservación y el uso sostenible

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