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LA CLASE Y SUS MOMENTOS


Enviado por   •  20 de Octubre de 2021  •  Apuntes  •  4.812 Palabras (20 Páginas)  •  272 Visitas

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Unidad de análisis: la clase.

ISFD Nº112. “Domingo F. Sarmiento”

Profesora: Marta Arena.

Año: 2005

LA CLASE Y SUS MOMENTOS

Las actividades que caracterizan el perfil de un docente son el resultado de la adaptación creadora o simplemente pasiva de las estrategias metodológicas presentadas en la bibliografía de didáctica. Es necesario, para el análisis crítico, confrontar lo que el docente persigue con una actividad y lo que de hecho se logra con ella. “Una jornada escolar o cualquier tramo de horario diario es una concatenación singular de tareas de los alumnos y del profesor”. [1]

Gimeno Sacristán establece algunas características:

  • La secuencia de actividades definen el microambiente, es decir, el ambiente de la clase.
  • Cuando la secuencia se reitera  configura una metodología.
  • Las actividades elegidas por el docente expresan su estilo profesional.
  • Estas actividades son posibles en un espacio y tiempo determinado, dentro de un modelo de organización escolar.
  • Toda actividad implica valores y pautas de comportamiento.

Actualmente hablamos de estrategias metodológicas que se han de aplicar en la intervención educativa por medio de una gran variedad de actividades; entendiendo por estrategias metodológicas, la secuencia ordenada de todas aquellas actividades y recursos que utiliza el docente en la práctica educativa.

Las estrategias metodológicas se caracterizan por su ordenación y flexibilidad, la necesidad de adaptación a cada circunstancia específica. Nunca es inmutable una estrategia, cada docente la utiliza de una manera distinta según la realidad que le rodea y la percepción que tiene de la situación de enseñanza.

Con mucha frecuencia los docentes sólo trabajan en el aula y como único recurso, utilizan el libro de texto. Las diferencias se aprecian en la densidad y el ritmo de las actividades: mayor cantidad de tareas más complejas. Esto no es ni bueno ni malo, sólo será posible establecer si es acertado o no según el grupo de alumnos y el contenido que se trate. Algunos docentes presentan estilos didácticos diferentes ya que proponen actividades con opciones, organizan distintos grupos según la tarea, utilizan medios audiovisuales, etc.

Así podemos observar actividades similares pero con enfoques muy distintos. Daremos como ejemplo la lectura comprensiva de un texto. En algún caso el docente propone un texto para ser leído, comprendido, y contestar unas preguntas a partir de él. En otro, el docente plantea un problema o una hipótesis, presenta distintos textos y los alumnos, a elección y según sus necesidades, leen comprensivamente para dar respuestas a lo planteado.

Pareciera ser en los dos casos la misma actividad pero al confrontarla con los procesos que se ponen en juego se perciben las diferencias. En el primer caso todos los alumnos realizan la misma actividad y generalmente buscan en el texto la respuesta a las preguntas más que tratar de entender lo que expresa. En el segundo, se respeta la libertad de los alumnos para elegir dónde encontrar la respuesta a la cuestión presentada que generalmente parte de la realidad.

También podremos observar actividades similares en los distintos momentos de la clase. Siguiendo con el mismo ejemplo, se podrá iniciar la clase con la lectura comprensiva de un párrafo o texto breve. A través de ella se presenta con claridad el tema a estudiar y la tarea a realizar. Se analizan sus aspectos esenciales y se los relaciona con los conocimientos y experiencias previos de los alumnos. Es necesario en esta instancia que ellos se predispongan a aprender, el docente deberá despertar su interés y promover interrogantes significativos.

Durante el desarrollo se puede proponer la lectura comprensiva de un texto a  partir de una guía de preguntas y/o cuestiones, con un organizador u otro elemento que facilite el análisis y la compresión. Es indistinto que sean individuales o en pequeños grupos; lo importante es que el docente oriente a los alumnos en las diversas fases del proceso de aprendizaje. La guía del docente es muy necesaria en un comienzo pero en el transcurso del aprendizaje la orientación se atenúa para que el alumno asuma paulatinamente las competencias y responsabilidades  deseadas.

“El alumno no es abandonado a su propia capacidad de descubrimiento sino que se pretende poner en marcha un proceso de diálogo entre el aprendiz y la realidad, apoyado en la búsqueda compartida con los compañeros y con los mayores, siempre y cuando dichos apoyos sean provisionales y desaparezcan progresivamente, permitiendo que el niño asuma el control de su actividad”. [2]

En el cierre también se puede proponer leer comprensivamente un texto, con el fin de reestructurar los conceptos aprendidos, de establecer una red de interconexiones que relacione experiencias y conocimientos previos con la nueva información. También puede ser útil para comprobar el grado de avance de los alumnos; así el docente analiza la tarea realizada retroalimentando el circuito de comunicación entre los elementos del sistema didáctico.

Las secuencias de actividades tienden a estabilizarse en el tiempo. Los  profesores utilizan una reducida variedad de actividades ordenadas de la manera más eficaz. Muchas veces pueden variar los contenidos pero se mantiene la estructura de la práctica en la que se transmiten y se aprenden los contenidos: “Las tareas y sus particulares ordenaciones temporales son elementos reguladores de la actuación profesional de los profesores, y en la medida en que se estabilizan proporcionan el elenco de esquemas prácticos o de destrezas profesionales al docente”.[3]

Las tareas escolares se presentan en secuencias determinadas dentro de un tramo del horario escolar, de una materia o de un profesor. Esto permite hablar de estilos en los profesores que, generalmente, tienen estabilidad en el tiempo.

Inicio, desarrollo y cierre, tres términos que han sido utilizados desde otras concepciones; es menester investigar y reflexionar sobre ellos para definirlos desde un nuevo marco teórico. El aprendizaje es una construcción personal que realiza el alumno ayudado por otras personas. Esa construcción, a través de la cual puede atribuir significado a un determinado objeto de enseñanza, implica la aportación de la persona que aprende, de su interés y disponibilidad, de sus conocimientos previos y de su experiencia. En todo ello juega un papel importante la figura del docente que ayuda a detectar o provocar un conflicto inicial entre lo que sabe y lo que requiere saber, que contribuye a que el alumno se vea capaz y con ganas de resolverlo, que plantea el nuevo contenido de modo que aparezca como un reto interesante cuya resolución va a tener alguna utilidad, que interviene de forma ajustada en los progresos y dificultades que el alumno manifiesta, apoyándole y con la vista puesta en su realización autónoma.

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