LA INVESTIGACION EDUCATIVA APLICADA EN EL AMBITO UNIVERSITARIO

LA INVESTIGACION EDUCATIVA APLICADA EN EL AMBITO UNIVERSITARIO

José de J. Torrealba P.

Sin duda alguna, nunca antes tuvo la universidad venezolana un carácter más socializador que el que actualmente vive. Ha dejado de ser una oferta elitista a la que sólo accedian los más pudientes y se ha convertido, por el contrario, en una etapa formativa que cada vez pueden cursar más estudiantes, sin distinción de estatus socioeconómico, gracias, entre otros factores, al nuevo sistema de educación a partir de la CRBV (1999), que incluye ayudas y becas que permiten que el domicilio familiar deje de ser un obstáculo poco menos que insalvable, que impidió a muchos jóvenes, hasta no hace mucho tiempo, la realización de la carrera universitaria que hubieran deseado y que marcaría, en la mayoría de los casos, toda su vida y su futuro.

Pero además, la nueva universidad venezolana ha venido experimentando transformaciones significativas. Hoy en día, la investigación se ha constituido en una actividad elemental en el campo de la educación universitaria; por tal razón, como dice Arnal (1994), citado por María C. Vítale (2010), se ha establecido como disciplina para tratar las cuestiones y problemas relativos a la naturaleza, epistemología, metodología, fines y objetivos en el marco de la búsqueda progresiva de conocimiento en el ámbito educativo. Por lo tanto, es de suma importancia en la docencia universitaria el buen manejo de la metodología, para lograr la eficacia y la eficiencia de la ciencia o del conocimiento científico; por cuanto, como refiere Mario Díaz (1986), citado por María C. Vítale (2010), que se requiere un conocimiento profundo de los métodos de investigación como conjunto de formas de llevar a cabo una acción de forma estructurada, que permita como decía Claude Bernard “someter las ideas a la experiencia de los hechos”.

Cabe señalar, que la investigación educativa entendida como disciplina tiene su origen a finales del siglo XIX, cuando la Pedagogía, a semejanza de lo que anteriormente había realizado otras disciplina humanísticas, como la Sociología y la  Psicología entre otras, adoptó la metodología científica como instrumento fundamental para constituirse en una ciencia.

En este sentido, es pertinente para el estudio de este asunto, definir la investigación educativa y determinar los enfoques al respecto de algunos autores, que permitan establecer semejanzas y diferencias en sus argumentos, que a su vez puedan ser útiles para el análisis planteado; para lo cual es necesario también distinguir las características que la identifican, así como también el carácter pluriparadigmatico e intermetodologico de la misma.

Así tenemos, que para Cesar y Alix Flores (2005), la investigación educativa es “un conjunto de acciones sistemáticas con objetivos propios, que apoyados en un marco teórico o en uno de referencia, en un esquema de trabajo apropiado y con un horizonte definitivo, describen, interpretan o actúan sobre la realidad educativa, organizando nuevos conocimientos, teorías, métodos, medios, sistemas, modelos, patrones de conducta y procedimientos educativos o modificando los existentes”. Por su parte, Jean Pierre Vielle (1989), citado por Cesar y Alix Flores (2005), explicita el concepto afirmando que: “la investigación se entiende como todo proceso de búsqueda sistemática de algo nuevo, se trata de actividades intencionales y sistemáticas que llevan al descubrimiento y a la intervención de algo nuevo”. Y Luis Marin de O. (2002), refiere que es “un proceso sistemático e intencional que consiste en la recogida de información fiable y válida y el análisis e interpretación de la misma, con el fin de ampliar el conocimiento sobre los fenómenos educativos, buscar una explicación y comprensión de los mismos, así como solucionar los problemas planteados en el ámbito de la educación.”

Por consiguiente, que estas tres formas de definir la investigación educativa no agotan las posibilidades de conceptualización de la misma, ni pueden ser consideradas como de aceptación universal; incluso podrían ser objeto de debates entre quienes la conciben de manera diferente. Sin embargo, se pueden inferir algunas semejanzas y también diferencias en las argumentaciones de sus autores.  

De ahí que, los tres autores coinciden en que la investigación educativa es un conjunto de acciones sistemáticas; pero se pueden observar diferencias en cuanto a los objetivos de la misma; ya que para Carlos y Alix Flores (2005), son objetivos propios con un horizonte definitivo; mientras que para Jean Pierre, es el descubrimiento de algo nuevo; y para Luis Marín (2002), es ampliar conocimientos y solucionar problemas educativos.

Así, parafraseando a Barrios (2000), citado por Espinosa y Toscono (2015), hablaríamos de rigor epistemológico y de comprensión filosófica en las investigaciones educativas, es decir, en los análisis sobre la realidad educativa: las diferentes orientaciones conceptuales están relacionadas con criterios no sólo de epistemología sino también de ética, ontología, metodología de las diversas prácticas e investigaciones educativas y políticas educativas, que deben inevitablemente relacionarse con el concepto de sociedad, educación,  profesionalidad, innovación, etc..

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