LOS APRENDIZAJES COMO CONSTRUCCIONES COMPLEJAS. RELACION ENTRE FICHA DE CATEDRA Y ZIPEROVICH
Vale1988Resumen19 de Febrero de 2018
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LOS APRENDIZAJES COMO CONSTRUCCIONES COMPLEJAS. RELACION ENTRE FICHA DE CATEDRA Y ZIPEROVICH
El aprendizaje humano es un proceso de adaptación ante un problema, como cada uno resolvemos en la vida cotidiana determinadas situaciones que se nos presentan y como de eso aprendemos.
Características particulares del aprendizaje:
El aprendizaje es un proceso complejo porque cuando se habla de él se deben considerar todas las dimensiones que intervienen en éste de forma integrada.
Es un proceso social e individual ya que todo lo que el individuo vaya internalizando socialmente, a partir de la relación con otros sujetos u objetos de la cultura, mediante el lenguaje como dice Vygotsky, le permitirá ir construyendo su identidad y su subjetividad. Entonces, esta última se construye en la interacción con los demás, tiene que ver con el reconocimiento que el sujeto irá haciendo de sí mismo a partir de la voz del otro y de la experiencia vivida que también se irá construyendo, este proceso interno se da de modo inconsciente e involucra sentimientos y emociones. Es por esto que el aprendizaje es también un proceso subjetivo.
Los aprendizajes van a estar influenciados por el espacio sociocultural, es decir las situaciones (económicas, políticas, culturales, históricas, etc.) del contexto o sociedad en el que los individuos se desarrollan. Dichas intervenciones son externas pero influencian de distintas maneras las vivencias de cada persona (su vida social, laboral, familiar, etc.). Es así como el contexto hace a mi situación, entonces, cada historia es particular porque no responden de la misma manera a ese contexto, por esto el aprendizaje no se produce de igual forma en todas las personas. Es por ello, también un proceso personal. Por ejemplo: un niño no desayuna porque sus padres tuvieron que cambiar el comer algo a la mañana por pagar el aumento que vino de luz; el niño no puede concentrarse en hacer las actividades en clase porque tiene hambre (su situación es provocada porque responde a las intervenciones del contexto, en este caso su dimensión económica, influye en el proceso de aprendizaje). Es así como el aprendizaje no es causa efecto, esto quiere decir que no porque yo enseñe el otro va a aprender ya que existen condiciones externas o internas a cada sujeto que pueden facilitar u otras obstaculizar ese proceso (las condiciones externas serian este ejemplo de la vida institucional y las internas tienen que ver con las situaciones que nos pasan a cada uno de nosotros).
Podemos pensar el proceso de aprendizaje reconociendo que son atravesados por variables como los contextos, condiciones y procesos que están interrelacionados, en este sentido estamos entendiendo a los aprendizajes como construcciones complejas. Estas tres temáticas o variables representan los “hilos” que irán tejiendo la red de situaciones que constituyen nuestra vida cotidiana y, dentro de ella, la manera en la que aprendemos.
Los contextos, se trasforman en condiciones (externas) que van a influir en la historia de cada sujeto de manera particular. Las condiciones subjetivas o internas de cada persona solo pueden ser entendida en el contexto en el que dichos sujetos se desenvuelvan (las condiciones subjetivas están determinadas por las externas o contextuales). Tanto las condiciones internas o externas al sujeto van a obstaculizar o favorecer sus procesos de aprendizaje.
El otro “hilo del tejido” que condiciona el aprendizaje, son los procesos o dinámicas que se utilizan para llevar a delante las situaciones de aprendizaje. Existen dos procesos de aprendizaje, uno que se denomina lineal y responde a la teoría conductista, la cual creen que aprender es copiar, reproducir el mundo. El sujeto aprenderá a partir de una respuesta a estímulos del medio (la maestra pide que los alumnos copien del pizarrón las actividades y las resuelvan, la respuesta de los alumnos ante este estimulo es copiar y responder las consignas). De manera opositora a esta primera concepción, se hallan los procesos dialecticos que involucran transformación y construcción de las estructuras cognoscitivas del sujeto. No se trata de repetir un determinado conocimiento sin entender lo que se está diciendo, sino de que el sujeto le otorgue un significado y le dé sentido a eso que está aprendiendo.
Aprendizaje cotidiano y escolar-
El aprendizaje comienza desde el momento en que la persona nace y continúa toda su vida, dándose en algunos casos de manera voluntaria cuando es por interés o por determinados propósitos que tengamos y, en otros casos, se da de manera involuntaria, esto ocurre generalmente cuando “eso que viví” se involucró con algún contenido emocional. Todo lo que aprendemos en un primer momento va a provenir del entorno de crianza y se va a dar en la interacción que tengamos con aquellas personas con las que nos relacionamos en dicho momento. Va a ser en esa relación, donde iremos haciendo propio un modo de ver, entender y explicar todo lo que nos rodea. Luego, a ese aprendizaje cotidiano y no formal, se le agregaran situaciones educativas formales, es decir que se darán dentro de una institución especifica encargada de enseñar, ésta es la escuela. Esto no quiere decir que, con el ingreso al ámbito escolar, todo lo aprendido hasta entonces se deje de lado sino que, por el contrario, esos conocimientos previos y los que seguiremos internalizando en otros ámbitos extraescolares nos servirán para entender los nuevos saberes escolares. La persona le otorga un significado a todo aquello que aprende, es decir que establecemos una relación de modo cognitivo (mentalmente) entre algo que quiero aprender con alguna idea previa y, es así, como el aprendizaje también es un proceso cognitivo. Este requiere un accionar mental porque el sujeto debe acercarse varias veces y de diferentes maneras a ese objeto de conocimiento para poder entenderlo y no memorizarlo mecánicamente.
La entrada a la escuela implica el ingreso a un nuevo mundo, el de los APRENDIZAJES ESCOLARES. Estos están conformado por los siguientes elementos: sujetos, contexto y contenidos. Los sujetos serian el docente y los alumnos, los contenidos corresponderían al saber que debe ser enseñado y las interacciones que se generen entre estos componentes van a desarrollarse dentro de un contexto específico que es el aula. Esta última entendida no solo como el ambiente físico (las cuatro paredes), sino que hay que pensarla como todo espacio en el cual se generan procesos de interacción donde se ponen en juego contenidos y una intencionalidad de promover procesos de enseñanza y aprendizaje (el campo, el gimnasio y hasta el patio pueden ser espacios áulicos).
El aula es un espacio micro-social conformado por las historias particulares de todos los sujetos que hacen a la situación áulica. Es así, como ya he mencionado, todos los sujetos aprenderán en la interacción con otros a partir del lenguaje pero siempre de diversas maneras ya que su atención, entendimiento o no aprendizaje está condicionado por esas situaciones externas o del contexto como también por la influencia de lo tecnológico, es decir como cada sujeto maneja la tecnología, y la vivencia del tiempo que se ha ido construyendo en cada niño (hoy es la inmediatez).
El docente actuará como mediador entre los conocimientos que debe enseñar y los alumnos, quienes deben apropiárselos. Dicho saber a transmitir, no es más que un recorte del conocimiento científico (conocimiento descontextualizado) elegido a partir de una toma de decisiones políticas y jurisdiccionales.
Un rasgo característico del aprendizaje escolar es su artificialidad, la cual se contrapone al aprendizaje cotidiano que se desarrolla en el contexto de la familia. Los curriculum propuestos para trabajar en clase, no están acorde con los intereses de los niños. De esta manera, las practicas escolares generan un quiebre en la cotidianeidad de los sujetos, es decir, en las prácticas y contextos de crianza.
“del aprendizaje de la cultura a la cultura del aprendizaje”
Ignacio pozo habla de un cambio de paradigma que denomino del aprendizaje de la cultura a la cultura del aprendizaje.
Durante siglos se creyó que la única manera humana de aprender los saberes de la cultura era mediante la memorización (aprendizaje acumulativo). Pero a fines del siglo XIX y principios del XX el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación dieron el gran salto revolucionario, permitieron modificar el pensamiento acerca de la apropiación o internalización de la cultura, dando cuenta de que esta postura que defendía la memorización mecánica no es útil ya que entorpece a los sujetos. Se comenzó a considerar a los aprendizajes como construcciones complejas, dando cuenta de que necesitamos otras herramientas o modos de acceder al conocimiento con mucha más versatilidad ya que vivimos en una sociedad que cambia constantemente, entonces, los docentes tienen que poder elaborar estrategias que respondan a las condiciones actuales. Si bien en muchos casos se sigue utilizando el aprendizaje por memorización, este en la actualidad no es el más útil porque, hoy, el hombre debe ser educado de tal manera que sepa desprenderse rápidamente de los conocimientos inútiles y a incorporar, con la misma rapidez, los que surgen nuevos. De esta manera, ante la diversidad de conocimientos que produce la cultura, la acumulación ya no es la más adecuada, tenemos que internalizar otros tipos de herramientas que nos permitan adaptarnos y construir diferentes soluciones ante las situaciones o problemas que nos aparecen.
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