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LOS TRUBUTOS EN CHILE


Enviado por   •  11 de Agosto de 2013  •  4.479 Palabras (18 Páginas)  •  259 Visitas

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A días de que el gobierno entregue su propuesta tributaria para financiar las reformas a la Educación, Michael Jorrat, ex jefe de Estudios del Servicio de Impuestos Internos, dice que lo que se conoce de esa iniciativa hasta ahora no permitiría recaudar más y tampoco hacer de Chile un país más equitativo pues lo que se propone sólo beneficia a los más ricos. Jorrat describe en detalle las prácticas que le permiten a quienes tienen más recursos evadir y eludir el pago de impuestos a través de la creación de empresas y el uso de beneficios tributarios que sólo los expertos conocen.

La forma más directa de presentar a Michael Jorrat es decir que fue el investigador que sacó a la luz pública la pieza donde los más ricos de Chile guardan sus tesoros. Con sus investigaciones, Jorrat fue el primero en hablar de los miles de millones de pesos acumulados en “utilidades retenidas” -que constituyen una de las principales fuentes de ingresos de los grupos más adinerados de la población- y sobre los cuales no han pagado impuestos.

Jorrat es ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile y entre 1991 y 2007 ocupó cargos clave en el Servicio de Impuestos Internos (SII): primero como asesor de la Subdirección de Estudios, luego como jefe del Área de Estudios hasta que concluyó como jefe del Departamento de Estudios, donde entre otras tareas tenía la misión de proponer y evaluar cualquier proyecto de ley en materia tributaria.

Hasta antes de sus trabajos los economistas tenían un dogma: que en Chile, la distribución de ingresos sólo se podía mejorar con la política social del Estado y no aumentando impuestos. Este rezo arrancaba de una investigación realizada por tres economistas de renombre: Eduardo Engel, Alexander Galetovic y Claudio Raddatz, quienes en 1998 publicaron su famoso paper “Reforma Tributaria y Distribución del Ingreso en Chile”. En su investigación Engel, Galetovic y Raddatz concluyeron que “la redistribución del ingreso se debe realizar mediante el gasto social, no mediante la recaudación de impuestos”.

Esa máxima se enseñó como las Tablas de la Ley en las escuelas de Economía y en los cursos de Políticas Públicas en los últimos diez años. Hasta que Jorrat salió al camino con nueva evidencia y dos estudios determinantes: “Equidad Tributaria en Chile, Un Nuevo Modelo para Evaluar Alternativas de Reforma” y “La tributación directa en Chile: equidad y desafíos”.

“En el SII me tocó observar que personas que estaban vinculadas a universidades y tenían otros negocios, hacían una donación desde su empresa a la universidad el último día del año. Producto de esa donación, la empresa no pagaba impuestos, pues quedaba al ras entre gasto y utilidades”

En esta entrevista, Jorrat ahonda en los datos que dan origen a sus estudios y cuestiona fuertemente la propuesta de reforma tributaria del gobierno. “El impacto en equidad será nulo”, afirma. Su propuesta, en cambio, consiste en bajar el IVA, radicalmente: del 19% actual a un 6%. Es decir, un computador que valga 600.000 bajaría su precio en 70.000 pesos aproximadamente.

Cuando la mayor parte de los chilenos destina prácticamente todo su ingreso al consumo, realizar una baja así es sin duda un desahogo para los bolsillos. Sobre todo hoy en Chile, donde según la FAO los precios de los alimentos han subido más que en cualquier país de América Latina en el último tiempo.

Para compensar la caída de la recaudación fiscal Jorrat propone aumentar el impuesto que pagan los más ricos, del 13% actual al 25 %. Los más ricos, aquellos que ganan sobre 6 millones de pesos, constituyen una población de 48 mil personas, dice Jorrat. Aquí el investigador detalla algunos de los trucos y tretas que usan para pagar menos impuestos de los que debieran.

-En su estudio afirma que el principal problema del sistema tributario chileno es ser inequitativo. ¿Puede explicar por qué?

En Chile, las rentas empresariales soportan una carga tributaria mucho menor que las rentas del trabajo. En números, lo anterior significa que mientras no retiren las utilidades de sus empresas, los empresarios pagan sólo un 17% de impuesto. En cambio un trabajador dependiente o independiente tiene que pagar por todo lo que ha ganado, en una escala de 0 a 40%, independientemente de si gastó o ahorró sus ingresos. La principal desigualdad viene de ese tratamiento preferencial que reciben las rentas empresariales, al tributar sobre la base de retiros en vez de tributar por las ganancias obtenidas (lo que se llama base devengada), como hacen todos los trabajadores.

-¿Por qué tenemos un sistema como ése?

El propósito de nuestro sistema, creado en 1984, era estimular la reinversión de las utilidades: que los dueños de empresas, en vez de retirar sus ganancias, las reinvirtieran en la misma compañía para hacerla crecer. Además de incentivar la inversión se buscaba aumentar la liquidez de las empresas (el dinero disponible), lo cual era especialmente relevante para las firmas pequeñas. El argumento es que si la empresa retiene utilidades, paga menos impuestos, y por lo tanto, queda con más recursos disponibles como capital de trabajo.

-¿Se consiguió lo que se buscaba?

Claramente no es el mejor sistema para lograr estos objetivos. Por una parte, no asegura que las utilidades retenidas se destinen a inversión real y, por otra, es muy difícil para el Servicio de Impuestos Internos verificar si las utilidades se encuentran efectivamente dentro de la empresa. En la práctica, es un mecanismo que favorece la evasión y la elusión. De hecho, lo que ha ocurrido es que las utilidades retenidas se han acumulado en sociedades de inversión. De acuerdo a mis investigaciones, más del 50% de las utilidades que se han retenido están acumuladas en empresas cuyo giro es el de la “sociedad de inversión”. Esas utilidades están ahorradas en depósitos a plazo, fondos mutuos u otros instrumentos. Es decir, el sistema ha servido principalmente para estimular el ahorro dentro de estas sociedades, pues de esta manera los empresarios postergan el pago del impuesto global complementario, porque mientras no retiren las utilidades para su consumo personal, no van pagar ese impuesto.

“En Chile los impuestos aumentan la desigualdad”

-¿Esta es una práctica de todos los grandes empresarios? ¿Se puede afirmar que todos ellos tienen una sociedad de inversión donde acumulan las utilidades?

Sí, porque es la decisión más racional dentro de lo que permite la ley. Las personas que participan en empresas como propietarios, ya sea como accionistas o socios, son los que crean estas sociedades para recibir ahí las utilidades distribuidas

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