La Computadora en la Enseñanza de las Matemáticas

Ensayo

La Computadora en la Enseñanza de las Matemáticas

Planeación de Secuencias Didácticas desde un enfoque Socioformativo

La secuencia didáctica es la planeación de actividades (ajustadas a las limitantes del contexto) que sirve para: guiar la enseñanza-aprendizaje que el profesor y alumnos desarrollan, para reafirmar y construir el conocimiento individual. El aprendizaje se construye en cooperación de todos los participantes (docente, alumnos y comunidad).

Una secuencia didáctica se puede diseñar para toda una asignatura o módulo o para cada una de sus partes componentes, pero se sugiere que no se elabore para una única clase, sino que articule al menos dos sesiones de aprendizaje con el profesor; sin embargo, habrá situaciones en las que sea necesario y conveniente hacer la secuencia didáctica para una sola sesión. (Tobón, Pimienta y García, 2010, p. 64)
        La identificación de la planeación se compone por el nombre de la asignatura o módulo, nombre del docente, grupo al que se dirige y las fechas de la secuencia didáctica, y deberá tener otros aspectos como bloque, tema y unidad, que en el enfoque socioformativo son ejes procesuales, que pasan de ser contenidos a procesos dinamizadores de la formación y ayudan a organizar las secuencias didácticas para dosificar mejor la formación de los estudiantes.

El componente fundamental de la secuencia didáctica es plantear un problema contextualizado para trabajar con los alumnos, la solución al problema será la guía para desarrollar las actividades de aprendizaje, que tendrán como objetivo que el alumno comprenda el tema en cuestión.

Existen diferentes niveles de participación en la formulación de problemas, como:

• Nivel inicial-receptivo: El docente formula el problema en la secuencia didáctica y así se aborda con los estudiantes, lo que remite a que ellos sean quienes comprendan el problema.
• Nivel básico: El docente formula el problema en la secuencia didáctica y los estudiantes pueden hacer alguna mejora o adaptación en su planteamiento.
• Nivel autónomo: El docente plantea en forma general un problema en la secuencia didáctica y los estudiantes lo concretan a partir del análisis, indagación, etc.
• Nivel estratégico: El docente formula un problema muy general, o un área problema global, y los estudiantes identifican el o los problemas concretos que se abordarán en el proceso de formación y evaluación. Éste es el máximo nivel de partición.

El siguiente paso es describir las competencias a formar en el alumno (no deben de confundirse con actitudes, valores, destrezas, conceptos, objetivos, resultados de aprendizaje, etc.). Antes de comenzar con el desarrollo de actividades es necesario que como docentes nos aseguremos que lo que planteamos como competencias efectivamente lo sean.

Una competencia son las capacidades de poner en operación los diferentes conocimientos que se tienen, habilidades y valores de manera integral en las diferentes interacciones que tienen los seres humanos para la vida en el ámbito personal, social y laboral.  Es importante tener en cuenta la estructuración de para redactar una competencia, primero se escribe el verbo de desempeño, en infinitivo, a continuación se escribe el objeto conceptual, después la finalidad y, por último, la condición de referencia-calidad.

Las competencias que se pretenden formar en el alumno se basan el saber conocer, saber hacer y saber ser. Las competencias del saber hacer, se relacionan con los contenidos conceptuales, las del saber conocer, se relacionan con la aplicación de los contenidos conceptuales en actividades de la vida cotidiana; y las del saber ser, están relacionadas con los aspectos actitudinales que rigen el comportamiento de las personas.

Una vez que se identifica el problema y se redactan las competencias que pretendemos formar, procedemos a elaborar las actividades que propiciaran el aprendizaje y definimos los criterios que evaluaremos, siempre tenemos que tener en cuenta que las actividades tendrán que estar articuladas entre sí de manera sistemática y dependerán una de otra, para que en cierto orden ayuden a solucionar la problemática planteada. Además cada una de las actividades está relacionado con los niveles de participación según el objetivo de cada una de éstas.
        Las actividades se deben organizar por momentos, y pueden ser de acuerdo al proceso (inicio, desarrollo y cierre) o con un enfoque (diagnóstico, planeación, ejecución y socialización). Hay momentos para aprender con el docente, y otras de aprendizaje autónomo de los mismos alumnos. 

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