La Didáctica Magna Cap: I-X

La Didáctica Magna

Capítulos I-X

El autor Juan Amos Comenio revoluciono la pedagogía situando al educando como centro del fenómeno educativo haciendo que todo el contexto del que se rodea sea favorable para su educación. También aporta a la educación el método activo, conocido por su estrategia “haciendo-aprendo”.

Nos comienza hablando de la sentencia “Pittaco” (conócete a ti mismo), la cual los sabios tomaron y la ofrecieron a la plebe como una cosa de la divinidad, que los encaminaría a la verdad de Dios, siendo fuente de eternidad, sabiduría y bienaventuranza, mientras nombra al hombre como la creación perfecta de Dios, que debe ser destinada a un fin superior a comparación de sus demás creaciones para que así goce con dios de la gloria y beatitud suprema.

Vivimos en una triple vida: vegetativa, se maneja por dentro del cuerpo; animal, se dirige por medio de los sentidos; Y la intelectiva o espiritual, que no se puede separar de nosotros. A esto como nosotros mismos, las cosas que hacemos tienden más allá y siempre alcanzaremos grados más altos sin llegar al supremo, esto lo que me da entender es que por más que el hombre sea un “santo” diciéndolo de manera metafórica, jamás será un igual a Dios., pero si tendrá accesible la triple mansión de Él; Primeramente el útero materno y la Tierra que son preparación para la tercera, el Cielo, que lleva en sí misma la perfección y el goce de las otras.

Todos estamos hechos a la imagen y semejanza de Dios, dotados con entendimiento para que podamos admirar el poder, sabiduría y la bondad de Dios, también movería su conocimiento y avivaría su amor, dejando ver a través de las cosas visibles la invisible solidez, belleza y dulzura oculta en el abismo de la eternidad, ofreciéndole verla, tocarla y gozarla, ya que todos estamos destinados a la vida eterna. Por otra parte, conocerse, regirse y encaminarse hacia Dios, tanto así propio como todas las demás cosas con uno mismo, son los tres grados de la preparación para la eternidad. El hombre está colocado entre las criaturas visibles para que sea una criatura racional, criatura señora de las criaturas, criatura imagen y deleite de su Creador; Y mientras mayor sea nuestro esfuerzo para llegar a la virtud, erudición y piedad, mas nos alcanzaremos a nuestro último fin, todo aquello que no tenga como objetivo alcanzar estas metas solo son cargas y engaños.

En el capítulo V, Comenio nos habla sobre la naturaleza, todo ha sido creado por Dios y cuanto algo tiene existencia, existe para algo y está dotado de los elementos necesarios para obtener su determinado fin. El Hombre tiene las aptitudes, para conocer estas cosas, es decir, la inteligencia; El hombre nace con aptitud para adquirir el conocimiento de las cosas, nuestro entendimiento no solamente es ocupado por las cosas próximas, sino también se deja impresionar por las remotas. El entendimiento del hombre al venir a este mundo ha sido comparado con una semilla; en el cual, aunque en el momento no exista la figura de un árbol, en realidad de verdad hay en él un árbol como su fin último. Esto nos explica que quienes se instruyen por sí mismos demuestran con toda evidencia que el hombre puede llegar a conocer todo solo con el apoyo de la naturaleza.

El hombre en un principio nace sólo con la simple aptitud de la mente con la que vamos cosechando nuestra inteligencia, y poco a poco somos enseñados a sentarse, tenerse en pie, andar y a hablar entre muchas otras cosas, es decir, todos los que nacieron humanos necesitamos de la enseñanza, porque de esa forma serán seres racionales, y no animales. Toma en cuenta el ejemplo de un niño que fue criado y domesticado por lobos y al regresar al pueblo, se logro adaptar, dejando de un lado su “instinto animal” para convertirse en un hombre racional.

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