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La Escuela Que Surge De la Revolución


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2015  •  Reseñas  •  4.965 Palabras (20 Páginas)  •  237 Visitas

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Exposición Equipo 1.

“La Escuela Que Surge De la Revolución”

Tema I.

LEGADO EDUCATIVO

 “Desde el triunfo definitivo de la Republica, liberal los esfuerzos, del gobierno se dirigen a la organización de las escuelas preparatorias, superiores y particulares, más bien que a la vulgarización de la enseñanza primaria, elemental o rudimentaria; se enderezan al cultivo y desarrollo de la alta intelectualidad de unos pocos, más que educar a la ruda y rezagada mentalidad de las multitudes; a formar una aristocracia del talento, más que a una gran alfabetocracia. La administración de Díaz sigue el mismo derrotero: da impulso a las escuelas preparatorias, normales y de artes y oficios; pone especial atención a la de Bellas Artes y en las profesionales de jurisprudencia, medicina y minería; funda el Consejo General de Educación Pública; abre la Escuela de Altos Estudios y finalmente inaugura de manera solemne y rumbosa la Universidad Nacional.”

Los censos de 1910 confirman la expresiones anteriores, pues revelan que de 15 millones 160 mil habitantes, sólo saben leer y escribir 3 millones 645 mil; el índice del alfabetismo es de 78%, pues el positivismo vuelve la espalda a la estructura cultural de México y a las ingentes necesidades populares.

“Existen 6 millones de indígenas de los cuales dos tercios padecen incapacidad para aprender; y dos millones de indios, en números redondos, que no hablan castellano y son, por consiguiente, absolutamente incapaces de recibir enseñanza.” Esta afirmación muestra el sentido de la filosofía imperante al finalizar la dictadura y que, con la frialdad de la cifra, ratifica el siguiente dato: en 1910 se titulan en México 110 prosionales, de los cuales 26 son abogados, 14 ingenieros y 3 arquitectos. En cambio ese mismo en el Colegio Militar, entre alumnos, aspirantes y sargentos comisionados en instrucción, egresan 186 militares.

Lo cierto es que hacia 1890 la teoría pedagógica ha desplazado ya los métodos lancasterianos establecidos en 1822, que las escuelas normales inician el proceso de profesionalización de la enseñanza sustituyendo al “gremio de las nobles artes de enseñar a leer, escribir y contar”, y que las normas del derecho positivo que rigen la educación rebasan políticamente a las ordenanzas coloniales en la materia. Cierto, también que la Ley de Educación, formulada por Joaquín Baranda en 1888 y reglamentada en 1892, establece el carácter gratuito, obligatorio y laico de la educación primaria elemental e integral como aspiración suprema.

REVOLUCIÓN Y EDUCACIÓN

Cuando Madero lanza vigorosamente el Plan de San Luis que anuncia la Revolución de 1910, el partido liberal mexicano ya ha hecho cimbrar los cimientos en que descansan las estructuras sociales de la dictadura, y despertado al pueblo en su propios centros de trabajo mediante la acción revolucionaria.

De la misma manera, los Convenios de Ciudad Juárez, en los cuales la dictadura y la Revolución pactan la perpetuación de la primera y cesación de la segunda, se vuelven inoperante frente a los campesinos de calzón blanco que con fusil al hombro llenan el paisaje social de México.

Por tanto el Plan de San Luis como el Programa del partido liberal mexicano han apuntado ya, aunque desde angulos distintos y conducidos también por clases sociales divergentes, que los problemas fundamentales son el de la Tierra y el de la Educación: el primero para hacer justicia a las clases sociales que la trabajan y el segundo para integrar culturalmente a Mexico.

De esta maner, con el Decreto que se propone crear las Escuelas Rudimentarias para enseñar a leer y escribir y las operaciones del calculo más cuales, principalmete a los indígenas, la Secretaria de Instrucción Pública y Bellas Artes queda autorizado para establecer escuelas en cualquier parte de la República, donde el alfabetismo es mayor.

Sin embargo, el problema de la educación popular queda planteado y poco más tarde, mediante una encuesta pública, que propicia el gobierno de Madero, se orienta conciencia nacional y los hombres del pueblo, convertidos en gobernadores educativos, sino de los agrarios, obreros y de justicia social que indivisiblemente y en conjunto postula la Revolución.

ENCUESTA NACIONAL

Durante el gobierno de Madero, el ingeniero Alberto J. Pani como subsecretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, abre una encuesta nacional para recabar opiniones y orientar con ellas la revisión del Decreto relativo a las Escuelas Rudimentarias.

Y como dificultades principales para su aplicación, señala: a) la heterogeneidad étnico-lingüística y distribución geográfica de la población; b) las deficiencias mentales del conglomerado indígena; c) su escaso valor como plan de educación integral; d) la nociva acción que engendra predicar socialismos agrarios de tipo orozquista o zapatista, y e) la estrechez de su presupuesto.

La encuesta pues, transformada en ponencia, expone claramente la política educativa y la filosofía social que sustenta el gobierno surgido de la transacción de Ciudad Juárez.

Una de las respuestas más significativas a dicha encuesta es la del profesor Gregorio Torres Quintero, la cual, por su contenido científico que descansa en la realidad social, tiene un indiscutible valor para el trazo de la política educativa de la Revolución.

En relación cn la heterogeneidad étnico-lingüistico, afirma: “Eso, en mi concepto, no es una dificultad. No es difícil enseñar a leer y escribir y, para el caso, lo mismo da enseñar a cien que a un millón de individuos. Tampoco es obstáculo la heterogeneidad de razas y costumbres. Lo mismo da establecer una escuela para blancos que para negros.”

FERVOR POR UNA ESCUELA NUEVA

En la Encuesta Pani proliferan las opiniones hacer a de la educación y una de las tantas es la del profesor Rafael Ramírez quien publica su primer libro en 1915 con el título de La educación industrial. En él dice: “Es preciso enfocar la escuela hacia los amplios horizontes de la agricultura… La educación industrial es un grito de rebeldía, un acto de protesta contra esa educación que nos mata la voluntad, previerte los ideales y agota la confianza…”

Y con el lenguaje peculiar, sencillo y nítido que aún no ha tenido tiempo de pulir, expone los conceptos siguientes: a) los oficios no son más que un medio para desarrollar la aptitud técnica; de ahí la idea de hacer en la escuela primaria un lugar, un distinguidísimo lugar, a los trabajos manuales; b) la instrucción es un medio y no un fin, por lo cual la enseñanza debe ser variada e impartirse mediante el contacto directo entre alumnos y maestros; c) en todo momento hay que poner en manos de los educandos instrumentos útiles para producir, y no como talismán para abrir las puertas a carreras hechas; d) toda adquisición intelectual, así como el progreso educativo correspondiente, implica que las nociones aprendidas sean confirmadas por los actos del discípulo; e) en las escuelas de todo tipo se debe educar primero; educar y adiestrar después, y educar y especializar al fin…

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