La Evaluación En El Aula

INTRODUCCIÓN:

Desde hace mucho tiempo se consideraba a la evaluación solo como algo cuantitativo sin tomar en cuenta si el alumno realmente aprendía o entendía lo que se le estaba explicando, no se le daba la importancia adecuada.

La evaluación en el proceso académico es muy importante ya que debe ser confiable y tener gran validez para los estudiantes y padres de familia pero sobretodo que sea significativo.

En la actualidad la educación se considera como un factor de gran importancia ya que se debe buscar la satisfacción y beneficio de todos los involucrados en este proceso, además en la educación se deben localizar las fallas y superarlas para preparar a los estudiantes ante los problemas.

Gracias a muchos investigadores y docentes los problemas que se habían presentado en la educación se valoraron y se pretende alcanzar diversas metas todas ellas con la finalidad de lograr la superación de los estudiantes.

Enseguida se presenta un resumen de algunos investigadores que se han encargado de hacernos ver que la educación es un proceso continuo y no separado en el nivel de educación básica.

Sobre todo en esta etapa ya que la finalidad es acompañar a niños y niñas en su proceso de maduración intelectual, social y afectiva. La tarea de los docentes educativas es dar todos el apoyos necesarios para que cada estudiante pueda ir lo más lejos que sea posible, de acuerdo con sus capacidades, en su formación como un ser humano capaz de llevar una vida autónoma y productiva.

LA EVALUACIÓN EN EL AULA

En los primeros años del siglo XX, los expertos en mediciones creían que podían usarse pruebas nuevas y objetivas para estudiar y mejorar los resultados de la educación, así como para encargarse del diagnóstico y la colocación de estudiantes de acuerdo con sus necesidades de aprendizaje los expertos debían elaborar pruebas estandarizadas que los docentes utilizarían con objeto de incrementar la precisión en su toma de decisiones. Además, los expertos en mediciones empezaron a enseñar a los maestros cómo hacer sus propias pruebas siguiendo principios científicos de medición.

En contraste con este modelo existe un punto de vista diferente de la evaluación en el aula que busca lograr que, el estudiante alcance un entendimiento , busca obtener el uso formativo de la evaluación como parte del proceso de aprendizaje (Black, y Wiliam, 1998; Gipps, 1999; Shepard, 2000).

A principios de la década de los ochenta, la evaluación se vio acuciado por un uso mayor de pruebas estandarizadas, cuyo propósito era la responsabilización que tenían un efecto perjudicial en la calidad de la enseñanza y el aprendizaje de los estudiantes este nuevo modelo de evaluación en el aula, se ha hecho manifiesto en un nuevo tipo de libro de texto de evaluación fundamentado en la práctica docente.

Los investigadores de estos modelos educativos consideraban que las escuelas estaban fallando y elaboraron instrumentos como para pruebas estandarizadas para que pudieran agregarse resultados de diversas escuelas desde el principio hubo críticos que se quejaron de que las pruebas objetivas medían tan sólo hechos o fragmentos de información en vez de que midieran la capacidad de razonar y la aptitud para la organización, etcétera

Wood estableció los argumentos fundamentales de las ventajas de la medición: La prueba estandarizada es sumamente exacta, es lo bastante flexible como para que pueda examinar no sólo información sino también juicio.

Después de la Primera Guerra Mundial, el uso de pruebas estandarizadas de rendimiento aumentó notablemente, E. F. Lindquist, extendió la idea de que

las pruebas estandarizadas eran esenciales para el proceso de evaluación y mejoramiento de la educación.

Walter Cook argumentaba en favor del valor de las pruebas preparadas por expertos porque: Son más concienzudamente analíticas, Hacen que los maestros tomen conciencia de los elementos importantes, Ahorran tiempo y energía al maestro para hacer diagnósticos, Ayudan al alumno a reconocer sus necesidades

de aprendizaje.

Tyler (1951) observó que “la medición educativa está concebida, no como un proceso totalmente distinto de la enseñanza, sino más bien como una parte integral de ésta” Los maestros aprenderían participando en el desarrollo de objetivos y en la elaboración de pruebas, y también aprenderían de los datos resultantes.

Nitko (1989) todavía imaginaba un sistema de enseñanza informal y de evaluación que se elaboraría fuera del aula y se entregaría a los maestros, su punto de vista reflejó un cambio esencial e importante: quedaron lejos las pruebas de competencia.

Clay (1985) inventó estrategias de valuación insertas en el acto de leer, señalando

que la investigación había fracasado en demostrar que el aprendizaje hubiera mejorado por la asignación de estudiantes a grupos de diferente nivel con base en un diagnóstico asentado en pruebas de velocidad en lectura o en pruebas de prerrequisitos, tales como habilidad lingüística o discriminación visual del estudiante después de una lección o periodo de instrucción, donde pasaba o reprobaba, y se dio un paso hacia las evaluaciones más ricas de su comprensión y aprovechamiento en un campo del conocimiento.

La evaluación formativa se define como la evaluación llevada a cabo durante el proceso de enseñanza con el fin de mejorar la enseñanza o el aprendizaje. La evaluación formativa puede implicar métodos informales, tales como la observación y las preguntas orales, o el uso formativo de medidas más formales como exámenes tradicionales, portafolios y evaluaciones del desempeño.

La evaluación sumativa se refiere a las evaluaciones realizadas al final de una unidad de enseñanza o curso de estudio, con el propósito de dar calificaciones o de certificar el aprovechamiento del estudiante.

EVALUACIÓN FORMATIVA

Para que los docentes sean eficaces en reforzar el aprendizaje de los estudiantes, deben comprobar constantemente la comprensión que éstos vayan logrando tienen que darles a conocer la importancia de que ellos mismos asuman la responsabilidad de reflexionar y supervisar su propio progreso en el aprendizaje

la evaluación formativa, eficazmente implementada, puede hacer tanto o más para mejorar la realización y los logros que cualquiera de las intervenciones

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