La Gestion De Valores
lbeltran19 de Septiembre de 2012
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Los resultados de la investigación demuestran a través de los instrumentos aplicados una carencia de herramientas y de mecanismos de seguimiento y control para la gestión de los valores compartidos en el contexto estratégico, lo que prueba la limitación que posee el proceso de dirección estratégica actualmente para gestionar los valores compartidos.
Introducción
Los momentos actuales están caracterizados por una coyuntura económica, política y social a nivel mundial que generaliza la necesidad de mejorar la competitividad de las organizaciones. Las universidades no son la excepción, por tanto, Cuba como país subdesarrollado busca respuestas más acordes a las condiciones concretas de las universidades cubanas pero para ello requiere de planteamientos más actualizados y reales.
Hasta el momento lo único previsible y seguro en las organizaciones ha sido el cambio y la turbulencia, por otra parte, la propia práctica ha demostrado la insuficiencia de las técnicas tradicionales de gestión aplicadas en el país, como la dirección por instrucciones y la dirección por objetivos. Por tales motivos la realización de cambios en la enseñanza superior ha ganado una importancia estratégica cada vez más evidente, y para asegurar la viabilidad de este proceso de cambio ha sido necesario aplicar nuevos principios y valores al interior de las organizaciones.
Como respuesta a lo anteriormente planteado aparece la dirección por valores y la gestión de los valores en el proceso de dirección estratégica como una herramienta de liderazgo que lleva, no sólo a un óptimo desarrollo de la organización sino también a la realización humana y profesional de todos sus integrantes. El tema de los valores en la acción cotidiana del sistema empresarial cubano está tomando fuerza, y cada día la sociedad necesita ser más consciente de los valores con los cuales trabaja en sus procesos cotidianos. Por ello, las organizaciones y los propios individuos, en su afán de perfeccionamiento y superación deben reflexionar sobre los valores a tener en cuenta.
La importancia de los valores radica en que se convierten en un elemento motivador, definen el carácter fundamental y definitivo de la organización y crean un sentido de identidad del personal con la organización. Los valores identifican los resultados que la mayoría espera, guían las actuaciones y determinan si las organizaciones tendrán éxitos o no. Cuando los valores están alineados se puede lograr en los trabajadores una moral alta, confianza, colaboración, productividad, éxito y resultados.
Por lo tanto, los valores son formulados, enseñados y asumidos dentro de una realidad concreta y constituyen el eje central del accionar de las organizaciones actuales.
Los antecedentes de la utilización de los valores en el proceso de dirección de la universidad se remontan a mediados de los años noventa, cuando se introduce la dirección por objetivos con enfoque estratégico en las universidades cubanas y posteriormente se le incorpora el concepto de valores, definiéndose este proceso como Dirección Estratégica por Objetivos Enfocada en Valores. Ya desde estas fechas se evidenciaba la necesidad e importancia de los valores en las teorías y prácticas de la administración moderna pero no es hasta el año 2002 que se orienta la introducción de la Dirección por Valores como herramienta de dirección para las organizaciones cubanas.
La dirección por valores o el proceso de gestión de valores en los marcos de la universidad actual no tiene otro objetivo que buscar el autodirigirse, automotivarse, autoliderarse y autoresponsabilizarse para accionar libremente en la búsqueda y obtención de los mejores resultados en la universidad, por otras vías que no sean el control, la presión o la autoridad formal. Por tanto, con la realización de la investigación “La gestión de los valores en el proceso de dirección estratégica de la Universidad de Ciego de Ávila” se contribuye a perfeccionar el proceso de dirección estratégica de la Universidad de Ciego de Ávila.
Desarrollo
1.1 Antecedentes históricos del desarrollo de la gestión de los valores en el proceso de dirección estratégica.
Hoy para nadie es un secreto que todo resultado de la acción del hombre está mediatizado por la magnitud en que este quiere ejecutarla y alcanzar los objetivos, no se obtienen los mismos resultados de un hombre que actúa por miedo, coacción o amenazas, que de uno que es impulsado por necesidades y valores propios, de aquí se desprende la importancia que encierra el tema de los valores en la acción cotidiana del sistema empresarial cubano. Cada vez se habla más del tema y cada día la sociedad necesita ser más consciente de los valores con los cuales trabaja en sus procesos cotidianos.
En Cuba desde mediados de los años noventa se inició la introducción de la Dirección por Objetivos con un enfoque estratégico en todo el país. Poco después es que se le incorpora el concepto de “Valores”, definiéndose este proceso para las condiciones de Cuba como Dirección Estratégica por objetivos enfocada en Valores.
Sobre este proceso de introducción de los valores en la dirección, el profesor Carlos Díaz Llorca (2000:7) hace sus propias reflexiones de lo ocurrido en aquel momento, “tenía el criterio de que había cosas que faltaban… Creía y quería incorporarle algo más, o tal vez hacer cierta reestructuración en lo que estábamos haciendo, pero me surgió la primera de las grandes preguntas: ¿qué era lo que quería incorporar, o qué era lo que quería reestructurar?”.
Esto evidencia que desde mediados de los noventa en Cuba ya aparecía una necesidad de introducir los valores en la dirección. El propio profesor posteriormente plantea que viendo los procesos estratégicos desde la óptica de la gente, es que comienza a revisar ciertos aspectos desde el punto de vista del comportamiento organizacional, es entonces cuando comienza a introducir además del concepto de misión otros conceptos como identidad de comportamiento y valores nucleares.
Según Díaz Llorca (2006) pasado algún tiempo fue que cayeron en sus manos los libros de Dirección por Valores, de Salvador García y Shimon L. Dolan y Administración por Valores, de Ken Blanchard y Michael O’Connor. Para aquel entonces en estos dos libros fue donde se encontró la fundamentación conceptual que se requería para reestructurar el modelo estratégico de manera coherente. Sobre el nuevo proceso de dirección que comenzaría Díaz Llorca plantea “la gente son las que hacen las cosas, y hay que trabajar con la gente, por tanto, hay que trabajar con los valores de la gente, si es que queremos obtener algún resultado desde el punto de vista empresarial.”
Las fechas oficiales de introducción de las últimas herramientas de dirección aplicadas en Cuba se pueden encontrar fácilmente evidenciadas en otro documento de Díaz Llorca (2002:59) donde se plantea, “se observó que no era del todo lo efectivo que se quería el estar definiendo objetivos todos los años y por ello se decidió… el introducir la Planeación Estratégica a partir de 1998… Ya a partir del año 2000 se orienta introducir otra herramienta de dirección, la llamada DpV…”
Precisamente sobre la necesidad de introducir los valores también, el profesor Alexis Codina (2004) realiza una investigación sobre los valores en los distintos enfoques gerenciales que evidencia la importancia de la utilización de los mismos. Del estudio de esta investigación se pudo resumir que los valores como herramientas o enfoques gerenciales han venido ocupando un lugar cada vez más relevante en las teorías y prácticas de la administración en los últimos años. Según Codina entre las razones que fundamentan la necesidad de otorgarle una importancia relevante a los valores en el plano gerencial se señalaron las siguientes:
• Los valores son los impulsores principales de la actuación de las personas y las organizaciones, son los que otorgan cohesión y sentido de pertenencia y establecen compromisos éticos, entre sus miembros, y de la organización con sus clientes y socios. (Peters, T. & Waterman, R. 1980)
• Los modelos de gestión vigentes hasta los años ochenta ya no responden a las nuevas necesidades. La orientación al cliente, las nuevas tecnologías y la inclusión de valores y principios éticos habrán de ser los nuevos puntos de referencia. Ello significa que valores ya existentes a escala personal deben adquirir una nueva dimensión, cuando son aplicados a la actividad de la empresa. (Dolan, Sh. & García, S. 1997).
• Nada es más importante que la visión y los valores para determinar lo que sucede en una compañía. Ellos constituyen la base para todas las demás aptitudes y prácticas. (Steiner, G. A. 1996).
• Los valores y las creencias son los elemento más importante de una organización, sugieren pautas de acción sobre como actuar e interactuar para lograr lo que se desea (Quigley, J. V. 1987).
1.1.1 El proceso evolutivo desde la Dirección por Instrucciones hasta la Dirección por valores.
Si bien se analizaron elementos de los antecedentes históricos de la gestión de valores en el proceso de dirección estratégica, desde el punto de vista de la necesidad de su introducción en las empresas y desde la óptica del comportamiento humano, no menos importante se hace el análisis de los antecedentes desde la propia lógica de la evolución y transformación del proceso de dirección en el transcurso de los años.
En este sentido los investigadores Enrique Hernández y Juan C. Jiménez (2001) hacen una valoración muy acertada de este proceso evolutivo en la cual plantean que la Dirección
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