La Quinta Disciplina

LA QUINTA DISCIPLINA

Desde sus inicios las organizaciones son un sistema de actividades conscientemente coordinadas formado por dos o más personas, por ello la cooperación entre ellas es esencial para su existencia y sólo existen cuando hay personas capaces de comunicarse y que están dispuestas a actuar conjuntamente para obtener un objetivo común. Por ello las mejores organizaciones son las que tienen la habilidad y capacidad de aprender cosas nuevas, colectiva y constantemente, esto implica estar preparadas para el futuro, con lo que serán capaces de desarrollar cualquier habilidad para competir en el mundo globalizado.

Por ello Peter Senge señala los tres elementos que han cambiado nuestro mundo, y que hoy definen la nueva Era de la Colaboración los cuales son: la sociedad del conocimiento, la colaboración masiva y el ritmo acelerado de los cambios. Y a la vez describe como las organizaciones pueden adaptarse a este nuevo entorno y es ahí donde nacen las organizaciones inteligentes ya que estas son aquellas donde los individuos son capaces de expandir su capacidad y de crear los resultados que realmente desean, donde las nuevas formas y patrones de pensamiento son experimentados, en donde las personas aprenden continuamente y en conjunto, como parte de un todo. Pero se necesita que las personas que forman parte de ellas tengan un entrenamiento en estas cinco disciplinas que convergen para desarrollar las habilidades y así poder innovar este tipo de organizaciones.

Primero es importante el dominio personal que consiste en clarificar continuamente que es importante para nosotros, para ello es trascendental conocerse uno mismo e identificar nuestras fortalezas y poder explorarlas al máximo pero al mismo tiempo las debilidades para trabajar en ellas para así mejorarlas y de esta manera convertirlas en fortalezas. A menudo pasamos tanto tiempo afrontando problemas en nuestro camino que olvidamos por qué seguimos en el, por eso el resultado es una visión borrosa e imprecisa de lo que realmente nos importa. Por lo tanto las personas que tienen esta disciplina son las que cumplen todas las metas que se proponen.

Por otro lado tenemos los modelos mentales que hacen referencia al conjunto de creencias, supuestos o principios que una persona tiene con respecto a algo, a alguien del mundo real que le rodea, estos cumplen la función de simplificarnos la vida para evitarnos la incertidumbre que conllevan las cosas nuevas pero a la vez nos limitan a poder ver más allá de lo que nuestras creencias sostienen las cuales han sido creadas por nosotros mismos de acuerdo a nuestras primeras experiencias que sobre cada realidad hemos tenido, para descubrirlos debemos mirar hacia nuestro interior y descubrir esos conceptos que nos gobiernan y que marcan y condicionan nuestro comportamiento, pues conocer y manejar nuestros modelos mentales nos permitirá promover formas de comunicación clara y efectiva dentro de la organización, que sean un apoyo para el crecimiento y no un obstáculo.

Además debemos construir una visión compartida consistente en lograr una visión que se convierta en una fuente de inspiración y productividad para la organización, de ahí que todas las organizaciones deben tener una identidad en común que logre unir a los miembros de la empresa, debe existir para que el “nosotros” esté representado en ella, para que los individuos y los equipos se vean como la causa generadora de lo que se aspira conseguir, para que los comportamientos y los valores que se desplieguen sean los generadores de ese futuro tan anhelado. Esta es la clave del éxito ya que está basada en las metas, los valores, la misión de la empresa, es lo que hace que algo funcione, por ello cuando se tiene dominio de esta disciplina se comienza a hacer las cosas más claras y mejor de cómo se hacían antes.

También se debe desarrollar la habilidad del aprendizaje en equipo que es el proceso de alinearse y desarrollar la capacidad de un equipo para crear los resultados que sus miembros realmente desean, este es vital porque la unidad fundamental de aprendizaje en las organizaciones modernas no es el individuo sino el equipo. Si los equipos no aprenden, la organización no puede aprender. Se construye sobre la disciplina de desarrollar una visión compartida y la del dominio personal.

Por último se debe trabajar la más importante que es el pensamiento sistémico porque es un marco conceptual, un cuerpo de conocimientos y herramientas que se han desarrollado en los últimos cincuenta años, para que los patrones totales resulten más claros, y para ayudarnos a modificarlos, o sea es comprender el sistema contemplando el todo, no cada elemento individualmente. Cada uno de los componentes influye sobre el resto, influencia que está habitualmente oculta. Por consiguiente hace que todas las anteriores se hagan una misma logrando así un cuerpo coherente entre la teoría y la práctica. Sin embargo llevar a cabo esta disciplina es muy difícil pero cuando se logra hacer los resultados son muy grandes.

De ahí se pude decir que la palabra más precisa para describir lo que sucede en una organización inteligente es Metanoia, que es el tránsito de una perspectiva a otra, esto es de alguna forma el sentido de “aprendizaje”, para los griegos significaba “más allá de la mente”, es decir “organización inteligente” y es aquella organización que aprende y continuamente expande su capacidad para crear su futuro, conjuga el aprendizaje adaptativo con el generativo. Mediante el aprendizaje nos capacitamos para hacer algo que antes no podíamos hacer, para crear diferentes posibilidades, para ampliar nuestras capacidades para asi poder resolver más rápido y mejor nuestros problemas, sin dejar a un lado que es mejor enfocarse en las causas del problema y no en los efectos que este provoca.

Además estos llegan a hacer críticos en una organización si se detectan a tiempo y al momento de querer identificarlos aparecen las 7 barreras para el aprendizaje las cuales son:

Primero, yo soy mi puesto nos enseñan a ser leales a nuestra tarea, al extremo de que la confundimos con nuestra identidad. Por eso la mayoría de las personas se ven dentro de un “sistema” sobre el cual no ejercen ninguna influencia, ven sus responsabilidades como limitadas por el puesto que ocupan. Cuando las personas de una organización se concentran únicamente en su puesto, no sienten mayor responsabilidad por los resultados que se generan cuando interactúan todas las partes. Más aun, cuando los resultados son decepcionantes, resulta difícil saber por qué, sólo se puede suponer que “alguien cometió una falla”.

Segundo, el enemigo externo, por naturaleza tendemos a echarle la culpa a otra persona cuan cadenado algo sale, lo cual se convierte en un cadena en donde ninguna

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