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La educación mediocre


Enviado por   •  17 de Octubre de 2015  •  Ensayos  •  2.383 Palabras (10 Páginas)  •  431 Visitas

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La educación mediocre

Hablar de la educación es complicado, pues es un tema de muchas variables, y en donde muchos actores participan para lograr diversos objetivos. El siguiente ensayo es un espacio para reflexionar sobre la educación, siendo el tema central la mediocridad que se da en esta, que propicia esta mediocridad y cómo es posible contrarrestarla. En este empezaremos hablando de que es la educación y quienes participan en esta, se hablara del estudiante, de los docentes y de la institución educativa,      

La educación, según el diccionario de la real academia española, entre otras definiciones es: “la instrucción por medio de la acción docente”, o también podemos encontrar que es  “la  acción y efecto de educar”, mientras que educar es “dirigir, encaminar, doctrinar”, es “desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos”. Estas definiciones nos dan un claro punto de partida, pero como bien sabemos la educación va mucho más allá, una cosa es la semántica de las palabras y otra cosa, como veremos, es el fenómeno del que estas hablan. La educación es un fenómeno político y social en el cual participan una institución educativa, los docentes  y los estudiantes, entre otros, pero estos tres son los actores relevantes para nosotros. Los docentes, como bien dice la definición, llevan a cabo la instrucción, son los que dirigen, encaminan y adoctrinan,  ¿a quién? al estudiante, de esto entonces podemos deducir que en la educación hay implícitamente una comunicación, es inherente a esta, y esta comunicación, que va más allá de tener una simple naturaleza informativa, es donde se define el éxito o el fracaso de la acción educativa. Si el estudiante y el docente no logran estar de acuerdo en cuáles son sus objetivos, y la dinámica entre los dos no es propicia, entonces la educación solo logra ser una forma de pasar el tiempo, y la institución educativa solo es una especie de guardería, en donde se mantiene aislado al joven inútil, de la realidad social que se desarrolla por fuera de la institución. A pesar de la metáfora anterior que en teoría es más aplicable a los colegios que de universidades, es de estas últimas de las que vamos hablar en este ensayo.                

Consideremos primero a los estudiantes, este debe ser el punto de inicio, pues sobre estos recae la educación, son los principales beneficiarios y también, si la calidad de la educación es mala, son sus principales víctimas. Los estudiantes, las potenciales personas que en un futuro tomaran los lugares de sus padres, los que Octavio paz en forma acertada describe como quienes “viven en una situación artificial, mitad como reclusos privilegiados y mitad como irresponsables peligrosos”(Paz, …), son individuos, que en su gran mayoría acaban de salir del colegio, específicamente de un bachillerato, tienen que ahora enfrentarse al hecho de decidir si estudiar en una universidad o resignarse a los trágicos trabajos a los que se ven condenados lo que solo son bachilleres, o la tercera opción que es tener que hacer las dos cosas. Para entrar en la universidad estos individuos tiene que elegir una carrera, muchos desorientados y presionados, hacen la elección por salir del paso, partiendo de la infantil  pregunta ¿Qué me gusta?; es una elección costosa, pero es hecha por las razones más caprichosas, aunque otros en cambio saben para que son buenos y se enfilan para ese lado, pero sea como sea ninguno tiene una idea clara de que es lo que les va a caer encima. Entran con la idea de que solo están entrando a un colegio más, pero la universidad está pensada para ser algo entre precisamente un colegio y un empleo, entre la vida adolecente y la vida profesional y en el peor de los casos lo es pero sin los beneficios  de ninguna de estas dos cosas.  La dicotomía expuesta por Estanislao Zuleta, en el documento de “Educación y democracia: un campo de combate”,  entre el estudiante que solo se preocupa por su nota y el estudiante que está interesado en aprender para buscar el desarrollo intelectual tanto propio como el de la comunidad, sin duda es algo que juega un papel importante en la universidad, y el lector puede prever que juega un papel determinante en la mediocridad en la educación.

La vida universitaria no es fácil, y no está pensada para serlo, y sobre esto solo puedo suponer que se piensa que entre mayor sea el desafío mucho mejores van a ser los resultados, o que sin la exigencia necesaria los individuos simplemente permanecería en la situación cómoda en la que se han ubicado. Y pues en teoría,  no hay ser más cómodo que el estudiante, este, o su estereotipo, es el joven de pretensiones intelectuales, con pocas responsabilidades civiles, que en muchos casos vive en la casa de sus padres, colaborando en lo que pueda, si es que puede algo, siendo él mismo su mayor responsabilidad y preocupación. Claro esto es un estereotipo, y no en todos los casos es verdad, dado que algunos individuos tendrán hijos, otros tendrán a su cargo algún familiar, otros la responsabilidad de sí mismos es mucho mayor, al no haber alguien que le procure todas sus necesidades. Esto son los estudiantes, un grupo de jóvenes heterogéneos, a medio camino de abandonar su reclusión irreal, para a ir a encontrarse con la realidad, y en la universidad comienza a encontrarla o por lo menos así debería ser. La realidad que hoy en día se nos platea reafirma la realidad viciada por el mercantilismo, todo tiene un costo, y según como se desarrolle el estudio tales costos se pueden evadir o deben ser asumidos  

Puntualicemos sobre que es un estudiante mediocre. Podemos partir de lo que anteriormente hemos planteado, un estudiante mediocre es aquel que solo estudia para pasar, que cuando hace una actividad académica solo tiene como objetivo sacar una nota, esta es otra tesis adicional,  planteada por Estanislao Zuleta, en el libro mencionado anteriormente. Pero si en teoría a lo único que se dedica es a la actividad académica, uno no puede dejar de preguntarse ¿entonces por qué no está interesado en su desarrollo?. Recordemos que no podemos decir que: ser estudiante es sinónimo de no tener responsabilidades significativas, por lo menos no en todos los casos, y se había mencionado que existen  otras situaciones o responsabilidades  igual de importantes al estudio, que obviamente producen una distracción importante la cual es determinante para que la acción educativa fracase hasta cierto punto, porque claro está, difícilmente puede haber una comunicación exitosa entre el estudiante y el docente, si  hay una preocupación ajena  a lo académico. Bueno estos son casos que tiene su justificación, pero y en aquello casos que esto no se da, que pasa cuando un estudiante no tiene hijos, sus padres cubren sus necesidades, y en verdad no tienen necesidad de trabajar, ¿Por qué un estudiante así elige simplemente “sobrevivir académicamente” y no desarrollar su intelecto? Tal vez la respuesta es que es la opción más cómoda, y un ser que vive cómodamente sabe cómo acomodarse a las situaciones, o tal vez sea que no le interesa, escogió su carrera sin prestarle mucha atención a la elección y ahora simplemente piensa hacerla sin prestarle atención. Si le preguntáramos a  estos estudiantes el porqué de su comportamiento, sin duda expresarían que la culpa es del docente, quien no se sabe explicar, y los temas que se manejan en clase le son ajenos, que además el profesor no gusta de él, pues al parecer tiene un prejuicio en contra suya, y por esto se le dificulta el crear una dinámica propicia para el aprendizaje. Y aunque el principal victimario del estudiante mediocre es él mismo, su  aversión hacia el docente no está totalmente injustificada.  

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