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La esencia del coaching.


Enviado por   •  7 de Enero de 2015  •  Ensayos  •  1.411 Palabras (6 Páginas)  •  127 Visitas

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La esencia del coaching

Le debo a John Whitmore de Performance Consultants mis inicios en coaching hace ya varios años. Whitmore se formó como coach de manos de Timothy Gallway, quien desarrolló el concepto de juego interior que está en la base del coaching, y es uno de los grandes avances en el entrenamiento deportivo y profesional. Ambos fundaron Inner Game Ltd y transfirieron a los negocios sus fértiles experiencias en los deportes.

Al coaching llegué vía la programación neurolingüística, PNL, esa tecnología de la excelencia y el cambio que ha nutrido mucho de los avances en diversos campos en las últimas décadas, y me ha despertado el interés por tantos campos conexos que enriquecen y amplían los horizontes de forma ilimitada.

La función central del coaching es facilitar el desarrollo y el logro de sus objetivos a quien lo recibe, el asistido. En palabras de Whitmore, Gallway enseña que “si un coach ayuda al jugador (el asistido, AJ), a eliminar o reducir los obstáculos internos a su desempeño, emergerá una inesperada capacidad natural, sin que haya necesidad de brindarle muchos aportes técnicos”.

El juego interior, la estrategia desarrollada por Timothy Gallway que da al coaching uno de sus más poderoso recursos, se orienta a desafiar y superar a uno mismo. Como explica Gallway: “El oponente que está dentro de tu propia cabeza es más formidable que el que está al otro lado de la red”.

De ahí que podamos definir al coaching como una estrategia de asistencia mediante la cual el coach facilita a sus asistidos enfrentar sus propias limitaciones, desafiarse, conocer sus obstáculos internos, sus limitaciones; establecer un programa propio para superar esos obstáculos, comprometerse y asumir su propia responsabilidad en sus avances y estancamientos; ayudarles a encontrar su propio camino hacia el éxito y darles apoyo en los previsibles decaimientos, dudas, desánimos, etc.

La definición de Whitmore así lo aclara: “el coaching consiste en desbloquear el potencial de la persona para maximizar su desempeño. Consiste en ayudarle a aprender, más que en enseñarle”.

El enfoque del coaching es perspicaz: asume que el potencial de la persona está bloqueado en su interior. ¿Qué lo bloquea? Percepciones equivocadas, prejuicios, rutinas deficientes, malas prácticas, desconfianza en su propia capacidad, diálogo interior crítico y desvalorizante, experiencias traumáticas no superadas, etc.

Es ese “enemigo interior” operando dentro de nuestra mente y nuestro cuerpo quien realmente nos desafía y nos limita. Desde esa perspectiva, la competencia externa es un aliado más que una amenaza, una ayuda valiosa más que un perjuicio: el verdadero enemigo, como en aquella caricatura norteamericana en que alguien reportaba haberlo descubierto, somos nosotros mismos.

Así, Tim Gallway expresó que “nuestro oponente en el tennis es en realidad nuestro amigo si hace que nos esforcemos más y corramos”. Nuestro oponente es nuestro amigo cuando nos ayuda a mejorar nuestro juego.

El coach tiene la tarea central de llevar al asesorado a aceptar su responsabilidad personal en su desarrollo y su éxito. Whitmore define esa tarea como la piedra angular del coaching.

Es por medio de la responsabilidad personal que una persona puede asumir el desafío de enfrentar sus propios miedos, bloqueos y autosabotajes. Cuando alguien se responsabiliza de sus propias acciones y resultados, surge tanto una nueva motivación como una nueva conciencia.

Hill Foster y Karen R. Seeker en Coaching for Peak Employee Performanceseñalan que “los coaches necesitan solo enfocarse sobre el monitoreo y el mejoramiento de las conductas individuales en el trabajo.” El coaching es una herramienta de aprendizaje organizacional. Sobre ese aprendizaje continuo, se planifica, se asesora y se evalúa al participante, con claras medidas de resultados que se monitorean de forma sistemática.

Paul J. Jerome, por su parte, en Coaching Through Effective Feedback, nos plantea cuatro áreas en que los coaches intervienen asistiendo a sus asesorados:

1. Ayudan a establecer metas, objetivos y prioridades

2. Observan las conductas y el desempeño

3. Proporcionan feedback inmediato

4. Reconocen el desempeño superior

La relación coach/participante es intensa, personal, involucrante y muy especial. El coach tiene que manejarla con suma delicadeza

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