La importancia de la asesoría académica a las escuelas

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MAESTRÍA EN DIRECCIÓN Y SUPERVISIÓN ESCOLAR

Seminario el aprendizaje en el aula: Protagonista  de la tarea educativa        

Conductora: Elizabeth Sandoval Figueroa

ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

La importancia de la asesoría académica a las escuelas.

PRESENTA:

Juan Carlos Izazaga Juárez

   Mexicali, Baja California, Febrero   de 2020.

La importancia de la asesoría académica a las escuelas.

El servicio de apoyo técnico pedagógico que se brinda a los docentes y directivos de las escuelas requiere el análisis permanente de los aspectos metodológicos, técnicos y curriculares que debe conocer y manejar el profesional que se desempeña como asesor técnico en las escuelas. Así, el propósito del presente trabajo es realizar un estudio tendiente a generar reflexiones y aportaciones en torno a la asesoría académica, como contribución a la formación docente. Considerando este propósito, en un primer momento se incluye un panorama general de los antecedentes del asesoramiento. Posteriormente, se hace mención de algunas situaciones que fue posible detectar en un contexto socioeducativo en las que es necesario incidir. En un siguiente apartado se realiza una revisión de los fundamentos teóricos, de la asesoría técnica y formación docente, resaltando cuáles son las competencias que deben desarrollar los asesores para incidir en la formación de los maestros, aspectos que aportan elementos para sistematizar el servicio de acompañamiento académico en las escuelas. Así, el análisis de la información en torno a la asesoría técnico pedagógica, posibilitará el planteamiento de alguna estrategia que fortalezca el trabajo de los Asesores.

En el marco de las transformaciones educativas, el tema de la calidad se convierte en una preocupación firme de la sociedad y de los gobiernos, practicándose formas diversas de atenderlo, algunas de éstas centradas en la mejora de las habilidades docentes de los profesores y/o en la capacitación de los directivos Precisamente, una de las líneas de acción de la política educativa, se refiere al desarrollo profesional y la formación continua de los maestros, siendo necesario vigorizar los sistemas de apoyo técnico pedagógico. Originalmente, la función de apoyo técnico se concentró en apoyar directamente en la “habilitación de los maestros en servicio, porque carecían de la formación necesaria para el manejo de los programas, la enseñanza y el uso de materiales didácticos”. Posteriormente, se da respuesta a las demandas propias de la expansión del sistema educativo, la implementación de las modificaciones curriculares y el control escolar y administrativo (SEP, 2005). Algunas de las acciones de política educativa federal, a partir de 1990, derivadas del Acuerdo Nacional para la Modernización educativa (1989-1994), como la renovación de los contenidos y formas de enseñanza, tuvieron su concreción mediante el desarrollo de programas y proyectos (Programa Nacional de Actualización Permanente), considerando importante la formación de maestros, lo que dio lugar a la integración de equipos técnicos a nivel federal y estatal. En la actualidad se cuenta con diversos servicios que conforman el Sistema de Apoyo a la Educación Básica (SATEB), con el cual se contribuye a la capacitación y actualización de los maestros, así como el respaldo a la administración para realizar las tareas emergentes de supervisión, evaluación y gestión.

En México, la Comisión SEP-Autoridades Educativas Estatales, presentó la propuesta Orientaciones generales para constituir y operar el servicio de asesoría académica a la escuela (2005), en la que se analizan temáticas relacionadas con la figura y función del apoyo técnico, por lo que en seguida se presentan algunas reflexiones en torno a la importancia de este servicio. El diseño de nuevas políticas de apoyo a la escuela considera la ayuda técnica a directivos y maestros durante los proceso de mejora escolar, haciendo referencia a su desarrollo profesional y formación continua. Los servicios de apoyo técnico externo a las escuelas constituyen instancias intermedias de enlace, útiles para vincular a las autoridades educativas y sus políticas de formación continua en los centros escolares (SEP, 2005).

Los diversos servicios que conforman el actual Sistema de Apoyo a la Educación Básica, SATEB, son: la supervisión escolar, los centros de maestros (atención a los maestros), además de las mesas técnicas y los equipos responsables de programas y proyectos (encargadas de la operación y orientación técnica de la educación básica). Es en estas mesas técnicas, donde se encuentra personal técnico operativo que coordina y apoya la puesta en marcha de programas y proyectos (Ob. Cit.). Es un hecho que es necesario profundizar en la estructura, características y funcionamiento del SATEB, actividad a realizar al dar continuidad a este es estudio. Función y prácticas del Asesor en la educación Teniendo como base la información que se presenta sobre asesoramiento técnico pedagógico en educación Básica y con la finalidad de profundizar, es posible retomar, en los siguientes párrafos, lo señalado por Fernando Hernández en torno al tema, quien, a partir de sus investigaciones, realizó aportaciones relevantes sobre el asesoramiento en la educación y la innovación educativa (1987 a 1992); citado en la Antología De los Asesores y el asesoramiento a la escuela (SEP, 2008).

Es importante construir un marco de referencia amplio sobre la función y práctica del Asesor, en el marco del apoyo y el asesoramiento a las escuelas. Se requiere, precisar una agenda de formación y capacitación de los actores involucrados en las asesorías, por medio de estrategias diseñadas bajo la consideración de su perfil académico y laboral, su formación inicial y las condiciones de ejercicio de su función. Un asesor es un agente externo, pero que está dentro del sistema educativo, que se implica en la discusión sobre los problemas educativos de una clase o escuela, con la intención de contribuir a la mejora de la enseñanza y el aprendizaje. La figura del asesor pedagógico se ve como necesaria para impulsar y apoyar a las escuelas que quieran llevar a cabo proyectos curriculares La reflexión sobre la diversidad de roles y el papel del asesor en un proceso de innovación, implica tener en cuenta sus repercusiones a la hora de llevar a cabo la intervención y a tomar consciencia de los aspectos de formación que un asesor necesita cubrir para desarrollarlo. Mediante la formación, el asesor consigue experimentar un proceso de investigación sobre la propia práctica es la mejor forma para entenderla; la estrategia es la ofrecida por la investigación en la acción.

Más allá del paradigma de innovación latente en las estrategias operativas para la implantación de los componentes de la reforma y de la conformación de los pasos de la “cascada” informativa vertical, del centro a la periferia, están los sujetos participantes en el proceso, su perfil y sus características, así como sus prácticas. Los equipos técnicos de programa, en la SEP, suelen integrarse de personal comisionado de distintas áreas técnicas. La mayor parte tiene formación inicial como docentes de primaria o experiencia como profesores en el nivel educativo en el que se desempeñan (preescolar, primaria o secundaria). Otros son profesionistas universitarios sin formación docente inicial. Han realizado carrera en la administración pública y tienen experiencia en los procesos o dominio de contenidos académicos de cierta área. Además, se encuentran los expertos, asesores o consultores externos a la SEP. Los equipos técnicos estatales de programa suelen ser conformados por personal reclutado de las áreas técnicas de las diferentes direcciones de nivel. De los departamentos de operación o de las “mesas técnicas”. La mayor parte tienen formación docente inicial7 y varios años de experiencia como docentes frene agrupo o como ATP de zona o sector. Destacan por sus conocimientos y habilidades académicos y su dominio de los procesos administrativos de la operación de programas. Han permanecido varios años en la administración educativa, por lo que cuentan con experiencia en la operación de dos o más programas destinados a las escuelas. Entre ellos puede haber profesionistas universitarios sin experiencia docente en el nivel básico (psicólogos, pedagogos, comunicólogos, o ingenieros en distinto campo). El personal suele ser “comisionado” y en su mayor parte cuenta con su base de adscripción laboral en una escuela. El personal designado como ATP de Sector o de zona escolar suele ser comisionado, pues su base de adscripción se ubica en una escuela. Su nombramiento no es permanente y según su desempeño puede permanecer uno o más ciclos escolares en esa comisión. La formación inicial de la mayor parte de este personal es de normal básica o de licenciatura en educación. Es muy poco frecuente encontrar personal con formación en profesiones universitarias (psicología, pedagogía u otros). Al igual que el personal adscrito a “mesas técnicas” o a equipos técnicos estatales, el personal designado como ATP tiene varios años fuera del trabajo en el aula. La formación para realizar labores técnicas procede de su experiencia acumulada por haber participado en varios procesos de difusión o introducción de componentes de la reforma. A diferencia del personal de equipos técnicos estatales, son reconocidos por el manejo que tienen de cualquier proceso o programa, por lo que no son especialistas o expertos en un campo específico. En el nivel de la zona o sector escolar, suele haber otros profesores comisionados por razones laborales o administrativas que no siempre realizan labores técnicas, sino de carácter administrativo8 (Arnaut, 2003). Por su parte, el personal de los Centros de Maestros también es comisionado. Es reclutado de entre los equipos técnicos estatales, las mesas técnicas, el personal de ATP de zonas y sectores escolares o entre directores escolares destacados. Es personal experimentado en labores de actualización docente, con formación básica de licenciatura en educación y hasta un tercio de ellos cuentan con estudios de postgrado en ciencias de la educación. Es el encargado de atender al profesorado de los tres niveles de la EB y sus procesos particulares: reformas curriculares, implantación y operación de programas sobre la gestión escolar y la función directiva; programa de lectura, de nuevas tecnologías, etc., de manera simultánea.

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