La lectura y expresión oral escrita en el proceso de aprendizaje

Asignatura:

 - LA EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA Y DE APRENDIZAJE -

Los adolescentes y la lectura.

Sugerencia para promover el gusto por la lectura desde la escuela secundaria

- Alumno:        Josué Alberto Roldán Montes de Oca

- Docente:        Mtro. Mario Gutierrez Reyes

- Grupo:        Matemáticas III

- Ciclo escolar:        Agosto 2018 – Enero 2019

- Fecha:        lunes, 17 de septiembre de 2018

INTRODUCCIÓN

La lectura es un hábito de comunicación que permite desarrollar competencias cognitivas para construir con facilidad nuevos conocimientos.

En palabras de Gómez Palacio (1992) la lectura se centra en el “Saber leer, lograr que un texto escrito fuera leído adecuadamente por una persona, quería decir saber descifrar”.

Con frecuencia los maestros de la escuela secundaria se quejan de los adolescentes al no saber leer, lamentablemente este problema no se le puede adjudicar completamente a los estudiantes si desde el docente no existe un habito de lectura.

El siguiente trabajo se pretende abordar la problemática sobre el inculcar un “buen” hábito de la lectura desde el aula, desde el compromiso docente y sobretodo crear en el alumnado pasión y reflexión sobre lo que se lee y como se aborda a esta meta.

Los adolescentes y la lectura

El problema principal

Existen muchas excusas o pretextos por lo que la mayoría de los jóvenes declaran no tener un contacto fijo con la lectura, pocos son los que tienen libros en sus casas y aún más extraño es encontrar adolescentes en clubes de lectura o que “devoren” libros.

Uno de los factores que persisten en la falta de interés de los jóvenes tiene que ver con la selecciones de títulos, el entorno en el que se desenvuelven y los deficientes programas gubernamentales y escolares que “fomentan” la lectura, ya que no transmiten el valor de un libro, la importancia de la comprensión lectora, de frases y conceptos que pueden ayudar a mejorar el rendimiento en las actividades diarias.

No se le puede ni debe adjudicar esta problemática completamente al alumno y su contexto, al docente también le compete la responsabilidad de fomentar e impulsar el gusto por la lectura, lamentablemente, la mayoría de los docentes en secundaria no saben cómo abordar el desarrollo de esta habilidad desde su asignatura, siendo este caso para Español. Durante mucho tiempo la lectura fue un sistema de “castigo”, que aún en la actualidad, en algunos contextos rurales donde la metodología de enseñanza es tradicionalista se presenta esa situación; los modelos educativos se han ido actualizando y reestructurando pero aún debe haber más impulso para la transversalidad de habilidades y llegar a la meta de una educación integral.

La falta de capacidades lectoras en un adolescente puede influir en el bajo rendimiento escolar debido a la falta de interés en las tareas escolares, el poco vocabulario que se domina, la dificultad de la comprensión y análisis de texto, esto conlleva a bajo autoestima y su aprendizaje sea muy bajo.

La falta de contextualización de contenidos para el interés de la lectura, el dirigir distintos tipos de lectura para el adolescente, es también un problema fundamental.

Labor docente

La exigencia de alguna encomienda que el maestro dirige a los alumnos debe ser cumplida primero por el docente, no se puede exigir lo que no se tiene.

Con este principio se debe entender que la enseñanza de algún hábito debe basarse en la “enseñanza con el ejemplo”, en México, la gran mayoría de la población tiene un déficit de gusto por la lectura.

El maestro frente a grupo debe desarrollar un hábito individual por la lectura y que no se quede como un complemento para una evaluación docente, o sólo por cumplir con los temas únicos de la asignatura. Se debe visualizar un panorama general y la necesidad de maximizar el potencial de comprensión lectora en los alumnos.

En el proceso de enseñanza aprendizaje la lectura es una actividad fundamental para saber comprender con facilidad cada uno de los temas que se desarrollan en cada asignatura, logrando con ello mejorar el aprendizaje de cada estudiante. En ocasiones se encuentran estudiante que no comprende lo que leer y se les dificulta construir en forma autónoma sus conocimientos. Todo depende de la metodología que se una para la práctica de la lectura, como lo indica Perkins (1999), se debe desarrollar RCU (retención, comprensión y utilización del conocimiento) basado en la reflexión sobre lo que se está aprendiendo, estableciendo conexiones, comparaciones con conocimientos previos. El autor considera esencial el aprendizaje reflexivo en donde predomine no sólo la memoria, sino que también el pensamiento.

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