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La sociologia en Сolombia


Enviado por   •  10 de Junio de 2012  •  Trabajos  •  1.945 Palabras (8 Páginas)  •  349 Visitas

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LA SOCIOLOGIA EN COLOMBIA.

1. PREOCUPACION SOCIAL DE NUESTRO TIEMPO.

Una de las características de nuestro subdesarrollo cultural, es el inmenso margen existente entre las necesidades de nuestro país y las preocupaciones de nuestros dirigentes. Como simple síntoma de esta situación, hemos leído últimamente, en la prensa, algunas observaciones ingenuas contra la Facultad de Sociología, fundada el año pasado en la Universidad Nacional.

En un mundo que está jugándose su existencia misma en el terreno de lo social, encontramos escritores que no entienden la necesidad de una Facultad de Sociología. Esta incomprensión no es generalizada, afortunadamente. Ni las autoridades universitarias, ni las eclesiásticas, ni las civiles (como sé demostró el día de inauguración de la Facultad) se han manifestado solidarias con esa actitud negativa. Pero el solo hecho de que haya personas cultas, cuyos escritos se publican en los periódicos, que profesen este anacronismo cultural, manifiesta la clásica falla de nuestros dirigentes ante los problemas más actuales del mundo en general y de los países subdesarrollados, muy en especial.

Un efecto primario del subdesarrollo es el colonialismo. Esto es tan obvio como decir que un efecto primario de la deficiencia es la dependencia. El colonialismo puede manifestarse en diversos campos: el político, el económico, el cultural. Probablemente el más peligroso es el cultural más peligroso, porque, en muchas ocasiones es el más desconocido. Se siente menos, puede pasar desapercibido. Los colombianos estamos orgullosos, y con razón, de haber logrado nuestra relativa independencia política. Nos enervamos cuando nos vemos sometidos a la esclavitud económica de tener que vivir pendientes del centavo más o del centavo menos del precio del café; cuando nos vemos inundados de manufacturas extranjeras y sin industria pesada nacional. Sin embargo, permanecemos impasibles ante el transplante indiscriminado de corrientes culturales extranjeras. Adoptamos, en la forma más ingenua las soluciones prefabricadas que mandan empacadas desde el exterior. Es natural, aunque injustificable, que así suceda. Si es difícil administrarse a sí mismos, si encontramos tantos obstáculos para producir y distribuir en una forma lucrativa, es aun más difícil pensar de un modo original.

Para pensar se necesita calma y perspectiva amplia de la realidad. En nuestros países subdesarrollados, los problemas inmediatos son demasiados y demasiado apremiantes. Por eso es fácil que toda la clase dirigente se deje absorber por la acción. Aun en el mejor de los casos, cuando no se busque un lucro fácil o un triunfo político a corto plazo, la acción se presenta como un imperativo ineludible. Entonces necesitamos soluciones prefabricadas; teorías elaboradas y, entre más simplistas, mejor. Slogans fáciles, fórmulas concretas, referencias filosóficas practicas y poco numerosas. De ahí la necesidad de una jerga especializada y no muy rica. Tenemos una jerga marxista, una jerga existencialista, una fascista, una macartista, una democrática cristiana, una liberal, una conservadora, etc. Esta terminología estereotipada refleja una ideología, una actitud, una solución, también estereotipadas.

Es triste tener que reconocerlo, pero nuestras circunstancias nos Ilevan fácilmente a un colonialismo cultural e ideológico.

En el campo social, en donde los problemas son hoy, sin lugar a dudas, los más apremiantes, la reacción no es la de analizar estudiar y resolver en consecuencia. La reacción es la de acogerse a sistemas foráneos y aplicarlos indiscriminadamente a nuestro país.

Para probar esta aseveración no quiero citar sino tres ejemplos: el del comunismo, el de la "Mano Negra" y el del partido demócrata cristiano.

Marx, genio aficionado a la sociología, a la economía, a la filosofía, a la historia, al periodismo y graduado en derecho, hizo un análisis de la situación social europea de la segunda mitad del siglo XIX. Era un análisis de una sociedad en proceso de desarrollo, cuyas circunstancias socioeconómicas eran semejantes a las de los países subdesarrollados actuales. Su análisis teórico no es sino una racionalización de una preocupación practica: la situación infrahumana del proletariado; y de una necesidad táctica: la revolución para solucionar esa situación.

Por este carácter pragmático de su teoría, ella está encaminada a producir efectos en la acción. Puede fallar en sus bases teóricas. Pero su lógica es perfecta para lograr los fines reivindicativos hacia los cuales esa teoría va orientada.

Cuando todo se sacrifica a un solo efecto es muy probable que el efecto se logre. Por eso, en los países subdesarrollados actuales, el marxismo ha demostrado su eficacia en el logro de sus efectos económicos.

Los colombianos necesitamos resultados rápidos. Al presentarse una fórmula que ha dado resultado económico en otros países, se ha tratado de copiar servilmente y he ahí el origen de nuestro comunismo criollo, que de criollo no tiene sino sus adherentes.

No se han analizado los efectos no económicos del marxismo, efectos culturales y sociales, en los países socialistas. No se han estudiado las características típicas de nuestro pueblo. No se consideran otras soluciones posibles. Todo eso complica y necesitamos fórmulas simples, aunque no sean las más aptas. Es más cómodo copiar, que investigar.

La asociación llamada "La Mano Negra", constituye otro ejemplo de nuestra falta de autenticidad. Lógicamente, desde que existe es porque corresponde a una necesidad: la defensa de los intereses de la clase poseedora. Lo mismo que los comunistas pretenden ser los únicos defensores del proletariado. En su organización revela una extraña similitud con la "Masonería". Su afiliación secreta, sus fines discutibles, su discriminación de clase. La clase social ha variado, de acuerdo también con la evolución de la masonería. Esta comenzó por ser la defensora de una clase artesanal, de albañiles predominantemente, en contra de los privilegios del rey y de la Iglesia. Hoy, esa clase artesanal se ha convertido en industrial. Los albañiles son los gerentes de firmas constructoras. Los intereses han pasado a ser los intereses de los poseedores y no los de los oprimidos. Para defenderlos, no buscan medios originales. Toman los modelos más extremistas de países industrializados. Los patrones ideados por el Senador MacCarthy (q.e.p.d.) y por John Birch. En estos países el comunismo es un fenómeno más marginal. Aunque es ingenuo, es menos inadecuado el perseguirlo, sin averiguar

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