Libro Momo, Reflexion.

Momo, es una novela escrita por Michel Ende. La cual relata la historia de una niña que poseía el más maravilloso de los dones. Un don que no cualquier persona puede tener, ese don era el de escuchar a la gente sin criticarla y por ello esto le permitía hacer una enorme cantidad de amigos.

Esta pequeña apareció un día en un viejo anfiteatro, nadie sabía de dónde vino o quien pudo dejarla ahí, nunca le falto comida, fuera mucha o poca, siempre tenía algo en el estomago. Un día sus amigos decidieron adaptarle una parte del anfiteatro, para que tuviera un lugar acogedor donde dormir y donde pasar los días lluviosos y fríos. Algunos le llevaban una cobija, otros le regalaron un colchón y así cada uno le ayudaba con algo diferente.

Esta es una larga historia que me permitió reflexionar acerca de la manera tan maravillosa que tenemos cuando somos niños de olvidarnos de los problemas cotidianos, de la falta de dinero, y de tantas cosas que les preocupan a los adultos. Es fácil para los pequeños olvidarlos con tan solo echar a volar su imaginación, tal como en el caso de los amigos de Momo, que así como ella eran de la calle, y tenían que trabajar en distintos lugares para poder tener tan siquiera para comer, ellos no contaban con juguetes lujosos y caros. Lo único que poseían para divertirse era su imaginación.

Momo contaba con dos hombres a los cuales consideraba sus mejores amigos, el primero era Gigi Cicerone, un joven al que clasifica como un parlanchin, este niño era muy creativo, y se dedicaba a inventar historias, para las cuales decía que Momo era su inspiración. El segundo es un hombre ya mayor llamado Beppo Barrendero, llamado así por su profesión, un anciano pobre que vivía en una casa construida por el mismo cerca del anfiteatro donde vivía Momo.

Entre ellos podían pasar horas platicando de mil cosas, cosa que un día se vio interrumpido por qué Momo decía que algo muy feo estaba rondando en la ciudad.

Unos hombres vestidos de gris, con una pipa de humo gris, y un sombrero gris, andaban por toda la ciudad en coches del mismo color. Los niños de la ciudad comenzaban a acercarse al viejo anfiteatro a escuchar las historias de Momo y Gigi, esto les pareció extraño, ya que niños con dinero no acudían por ahí.

Les preguntaron qué pasaba y decían que sus padres ya no tenían tiempo para ellos, ahora solo les daban dinero, regalos caros, y los dejaban ver por horas la televisión, pero ellos ya estaban artos de eso y por ello estaban ahí para que pasaran un rato divertido. Los hombres de gris, eran ahorradores de tiempo, que trataban de obtener el tiempo de toda la gente a toda costa, para lo que convencían a la gente a toda costa, ofreciéndoles dinero, comodidades, éxito y tantas cosas más. La gente ambiciosa a vivir mejor, aceptaban las propuestas de estos hombres, pero en cambio se volvían personas grises como ellos, personas tristes, que no disfrutaban nada de lo que hacían. Momo también es tentada por estos hombres, intentaron regalarle muchos juguetes, comida y ropa, a cambio de su tiempo, del tiempo que disponía para escuchar a la gente, para jugar con los niños, para contar historias y ser feliz.

Momo no acepto e intento convencer al hombre gris de que él podía ser diferente, de que podía disfrutar de lo que hacía y ser feliz, el hombre se sintió traicionado por sí mismo, ya que en un momento de sensibilidad, al platicar con la pequeña, se atrevió a contarle de donde venían todos ellos, y que trataban de robarles el tiempo a todas las personas, porque de él vivían, y que el amor, la imaginación y la felicidad con la que vivían los niños era su único obstáculo. Este al darse cuenta de lo que le había confesado, se fue rápidamente y en el momento en que se fue, se desaparecieron todos los obsequios que antes le había dado a Momo.

Este hombre, conocido como el agente BLW/553/c, fue sometido a un juicio con los demás hombres, fue desaparecido, y a los demás se les encomendó la misión de atrapar a Momo, ya que ella en conjunto con sus amigos Beppo y Gigi pensaban convocar a una reunión a toda la gente de la ciudad para platicarles acerca de la mala intensión que tenían estos hombres para robar el tiempo de todos y transformarlos a todos en personas tristes, solas y amargadas. Este juicio fue escuchado por Beppo, el cual pensaba ir al anfiteatro a pedirle a Momo que huyera,

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