Liderazgo y negociacion INTRODUCION
Eduard RedTrabajo16 de Enero de 2016
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INTRODUCION
En diversas organizaciones, el liderazgo se impone desde la alta gerencia como una herramienta que ayuda a la gestión. Sin tener en cuenta que este debe ser parte fundamental de la cultura y los valores organizacionales. En este ensayo observaremos la importancia del liderazgo y sus diferentes estilos para determinar cuál de estos impactan de forma positiva en las organizaciones, así como su relación con los comportamientos y actitudes que un líder excepcional debe poseer. De la misma manera se realiza un análisis sobre los comportamientos y actitudes de los diferentes estilos de liderazgo los cuales los agrupamos para establecer las mejores formas de aplicarlos en las organizaciones y que tengan relevancia en la alta gerencia. Así mismo se formulan una serie de valores que un líder debe poseer para tener éxito poseer para lograr un impacto positivo en las organizaciones.
Análisis de los estilos de liderazgo que tienen mayor influencia en las organizaciones, considerados desde la alta gerencia.
Las organizaciones tienden a interpretar el liderazgo como una herramienta que ayuda a la gestión, por estas razón a los gerentes de muchas compañías se les dictan cursos de liderazgo enfocados en desarrollar habilidades que soporten la dirección o la alta gerencia. Este enfoque debe ser cambiado, pues estas habilidades deben ser la base del comportamiento organizacional y no se deben ver como herramientas que apoyen a la gestión si no como los cimientos de una organización. El desarrollo de estas habilidades están enfocadas en aprender los diferentes estilos de liderazgo que ayuden a enfrentar los cambios y los retos de las empresas; estos estilos deben existir siempre en relación con la situación o el momento que este atravesando la organización.
El liderazgo es diferente de la gestión, pero no por los motivos que piensa la mayoría de la gente. El liderazgo no es algo místico y misterioso. No tiene nada que ver con tener “carisma” u otro exótico rasgo de la personalidad. No es el territorio de unos cuantos elegidos. El liderazgo tampoco es necesariamente mejor que la gestión o un remplazo de ella. Por el contario, el liderazgo y la gestión son dos sistemas de acción distintos y complementarios. Cada uno tiene su propia función y actividades características. Ambos son necesarios para tener éxito en un entorno de negocios cada vez más complejo y volátil.
Esta confusión puede llevar a la organización a tener sistemas de gestión ineficientes y lideres mediocres que encaminan las organizaciones hacia estados de complejidad innecesaria
En este contexto podemos decir que el liderazgo y la gestión son complementos necesarios para el buen desarrollo de una organización y que cada uno tiene sus fundamentos claros, los cuales nunca se deben separar pues trabajan en paralelo cada uno teniendo una función clara y distintiva, como no lo recuerda Kotter (1999) en su texto.
Por este motivo las organizaciones deben conseguir formar una cultura de liderazgo en sus ejecutivos y que al mismo tiempo tengan herramientas de gestión fuertemente desarrolladas que permitan interactuar de forma dinámica y que estén enfocadas en la consecución de resultados. La gestión debe trabajar en paralelo y coexistir con el liderazgo para formar una amalgama organizacional que ayude a la alta gerencia en el desarrollo empresarial y en la toma de decisiones. Con base en el planteamiento anterior se podría decir que el verdadero desarrollo de un gerente se consigue solo cuando este aprende a gestionar utilizando los diferentes estilos de liderazgo.
Pero cuales son los diferentes estilos de liderazgo? Y como los gestiono? Se podría decir que cada líder tiene un estilo único de liderazgo no obstante sea demostrado que en determinadas situaciones podemos sacar de nuestras experiencias y de nuestros comportamientos actitudes o habilidades que están implícitas en diferentes estilos de liderazgo, esto solos se entiende cuando se demuestra nuestro comportamiento cambiante dependiendo del momento el hecho y la causa. Cada estilo tiene una particularidad y una formulación que está determinada por los diferentes tipos de inteligencia emocional que un apersona puede desarrollar.
La inteligencia emocional se define como la capacidad de reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. Esta habilidad se fundamenta en cuatro capacidades: autoconciencia, autogestión, conciencia social y habilidades sociales, Poder desarrollar estas capacidades lleva tiempo y no se aprenden en una cátedra, para poder desarrollarlos se deben poner en práctica y tratar de convertirlos en hábitos.
Estas capacidades se pueden ver desarrolladas en algunas competencias con las cuales obtendremos una inteligencia emocional que será el reflejo de la cultura y del medio de desarrollo personal; a continuación se describen cuáles son estas competencias y su relación con la inteligencia emocional. Las personas deben desarrollar competencias como el autoconocimiento emocional, la autoevaluación exacta y la auto confianza; solo de esta forma podrán comprender sus propias emociones y tener una evaluación realista de sus fortalezas y así fomentar un sentimiento positivo de valor propio; si se logran desarrollar estas competencias podremos decir que tendremos la capacidad de autoconciencia, que corresponde a una de las habilidades más importantes en la inteligencia emocional
Otra competencia importante es la autogestión esta se define como la capacidad de tener las siguientes habilidades, autocontrol, adaptabilidad confiabilidad e iniciativa. En este mismo contexto de la inteligencia emocional debemos enfatizar en nuestro desarrollo las relaciones sociales, las cuales se fortalecen con dos competencias, la conciencia social y las habilidades sociales. Cada una de estas hacen relación a nuestra capacidad como seres humanos de tener empatía con las personas con las cuales interactuamos y así apropiarnos de habilidades que están orientadas a el liderazgo como son: la comunicación, manejo de conflictos, creación de lazos, trabajo en equipo, orientación al servicio y la influencia sobre los demás.
En conclusión se puede decir que estas capacidades están directamente relacionadas con la formación de los diferentes estilos de liderazgo, pues cada estilo se fundamenta en la habilidad para desarróllalas. La inteligencia emocional, la habilidad de manejarnos a nosotros mismos y a nuestras relaciones con eficacia, comprende cuatro capacidades fundamentales: autoconciencia, autogestión, conciencia social y habilidades sociales. Cada capacidad, a su vez, está compuesta por conjuntos específicos de competencias.
Las teorías X, Y y Z
Las teorías X e Y han sido creadas por Douglas McGregor, mientras que la teoría Z es del japonés Ouchi. Cada una de ellas tiene las condiciones indicadas anteriormente, siendo teorías que se basan en la forma de ser y de comportarse los trabajadores en la empresa en función a lo que se les presupone, en función a lo que se considera su naturaleza humana. Muchas empresas se basan en alguna de estas teorías para crear sus políticas de trabajo, aunque cada vez son menos, ya que
La teoría X se basa en que a las personas les disgusta el trabajo, que son perezosas y evitan el trabajo si les es posible. Por su pereza la gente debe estar controlada, amenazada y dirigida, esto es administrada, para conseguir un correcto desempeño de ellos. No asumen responsabilidades. Por eso mismo, hay que ser autoritario ofreciendo políticas, reglas y un gran control. Las personas quieren la seguridad en el trabajo antes que otras cosas, por lo que la única forma de conseguir undesempeño es siendo autoritario.
Los trabajadores sienten repugnancia y rechazo hacia el trabajo evitándolo en la medida de lo posible, por lo que la empresa debe obligarlas a trabajar por medio del control, dirección, la fuerza y las amenazas con castigo, para que sólo así desarrollen el esfuerzo necesario para conseguir los objetivos de la empresa.
La Teoría Y se basa en que a las personas les gusta el trabajo, de manera que es natural para ellos como otras necesidades básicas de la vida. Las personas se sienten motivadas hacia el trabajo, buscan responsabilidades y son creativas, no escapan del trabajo porque les gusta hacerlo, por eso tienen autodirección y autocontrol. La forma en que se puede comprometer a las personas con los objetivos de la empresa se basa en las recompensas por la realización.
Los trabajadores se comprometerán con los objetivos de la empresa a cambio de las compensaciones que se asocien con su logro, ya que en realidad no les disgusta trabajar, por tanto a mayor recompensa ofrecido mayor será el grado de compromiso con lo que busca la empresa.
La empresa debe considerar a los trabajadores responsables y maduros, se debe pensar que el empleado asumirá un estilo de dirección democrático, participativo, basado en el autocontrol y autodirección. No es necesario un gran control externo.
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