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Los Diez Aspectos Claves De Una Educación Infantil De Calidad

Correia19 de Febrero de 2013

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Los diez aspectos claves de

una Educación Infantil de

calidad

Me gustaría recoger en este apartado una especie de propuesta de decálogo en relación

a la Educación Infantil de calidad. Se trata de 10 puntos que, en mí opinión, constituyen

aspectos fundamentales de cualquier propuesta o modelo de Educación Infantil. He tratado de

ir concretando aquí las ideas que han ido apareciendo en los apartados anteriores, así no

queda todo en una simple reflexión sino que sirve como base a un mecanismo de valoración de

la acción educativa en su conjunto.

Ya sé, de sobra, que no hay verdades absolutas y que todo puede y debe ser discutido.

Pero con el mismo convencimiento habría que afirmar que no todo lo que se hace o hacemos

en Educación Infantil está igual de bien hecho. Que se debe, por tanto, seguir insistiendo en

que hay ciertos aspectos que conviene destacar, resaltando su importancia, puesto que

constituyen condiciones básicas para una Educación Infantil de calidad.

La idea es, pues, tratar de establecer 10 aspectos básicos de la Educación Infantil que

son aplicables a cualquier modelo o enfoque en el que uno se quiera situar. Ni qué decir tiene

que soy consciente de las dificultades del intento y de las insuficiencias de mi propuesta.

Puedo que no pretendo Regar a ningún punto definitivo me daré por muy satisfecho si, al

menos, logro provocar una reflexión colectiva, aunque sea discrepante con la propuesta (bien

porque no se está de acuerdo con los aspectos marcados, o bien porque se echan de menos

otros más importantes que los señalados) sobre qué cosas son claves en la Educación Infantil.

Tampoco pretendo ser novedoso. No tengo la más mínima duda de que la mayor parte

de los aspectos que yo destacaré a continuación están en las mentes y en la práctica de la

mayor parte de maestros/as de Infantil. Es justamente esa seguridad en la calidad del propio

trabajo lo que permite atreverse a repensar nuestra acción educativa.

El orden no es importante. No he buscado hacer una taxonomía jerárquica de

cuestiones relevantes. La importancia de cada uno de los aspectos señalados se deriva de su

contenido, no de su posición en la lista.

Con todas estas salvedades por delante, en mi opinión, los 10 aspectos clave de una

Educación Infantil de calidad son los siguientes:

1. Organización de los espacios

La Educación Infantil posee características muy particulares en lo que se refiere a la

organización de los espacios: requiere espacios amplios, bien diferenciados, de fácil acceso y

especializados (fácilmente identificables por los niños/as tanto desde el puso de vid de su

función como de las actividades que se realizan en ellos).

Resulta importante también la existencia de un espacio donde puedan llevarse a cabo

tareas conjuntas de todo el grupo: asambleas, dramatizaciones, ritmo, etc.

3

Calidad en la Educación Infantil (Zabalza, M.A.)

2 Capítulo 3: Los diez aspectos claves de una Educación Infantil de calidad

El espacio acaba convirtiéndose en una condición básica para poder llevar a cabo

muchos de los otros aspectos clave. Las clases convencionales con espacios indiferenciados

resultan escenarios empobrecidos y hacen imposible (o dificultan seriamente) una dinámica de

trabajo centrada en la autonomía y la atención individual a cada niño y a cada niña.

2. Equilibrio entre iniciativa infantil y trabajo dirigido a la hora de planificar y desarrollar

las actividades

Diferentes modelos de Educación Infantil insisten mucho en la necesidad de dejar

espacios y momentos a lo largo del día en los que sea cada niño/a quien decida lo que va a

hacer. Autonomía que se combina con los periodos de trabajo dirigido destinado a afrontar las

"tareas clave" del currículo.

En contextos con un currículo oficial, como es el caso español, la necesidad de

garantizar este equilibrio se hace aún más patente. La presión del currículo no puede sustituir,

en ningún caso, el valor educativo de la autonomía e iniciativa propia de los niños y niñas.

Pero, a la vez, los profesores/as debemos planificar también momentos en los que el trabajo

está orientado al desarrollo de aquellas competencias específicas que figuran en la propuesta

curricular.

3. Atención privilegiada a los aspectos emocionales

No solamente porque en esta etapa del desarrollo los aspectos emocionales juegan un

papel fundamental, sino porque además constituyen la base o condición necesaria para

cualquier progreso en los diferentes ámbitos del desarrollo infantil. Todo en la Educación

Infantil está teñido de aspectos emocionales: desde el desarrollo psicomotor, al intelectual, al

social, al cultural.

La emocionalidad actúa sobre todo en el nivel de seguridad de los niños/as que es la

plataforma sobre la que se construyen todos los desarrollos. Conectado a la seguridad está el

placer, el sentirse bien, el ser capaz de asumir riesgos y afrontar el reto de la autonomía, el

poder ir asumiendo progresivamente el principio de realidad, el aceptar las relaciones sociales,

etc.

Por el contrario, la inseguridad produce temor, potencia la tendencia a conductas

defensivas, dificulta la asunción de los riesgos inherentes a cualquier tipo de iniciativa personal,

lleva a patrones relacionales dependientes, etc.

Desde el punto de vista práctico, la atención a la dimensión emocional implica la

ruptura de formalismos excesivos y exige una gran flexibilidad en las estructuras de

funcionamiento. Requiere también crear oportunidades de expresión emotiva (de manera que

los niños/as mediante los diversos mecanismos expresivos vayan reconociendo cada vez más

sus emociones y haciéndose progresivamente con su control).

4. Uso de un lenguaje enriquecido

Todos somos conscientes de que el lenguaje es una de las piezas claves de la

Educación Infantil. Sobre el lenguaje se va construyendo el pensamiento y la capacidad de

decodificar la realidad y la propia experiencia, es decir, la capacidad de aprender.

La cuestión está en crear un ambiente en el que el lenguaje sea el gran protagonista:

hacer posible y presionar para que todos los niños/as hablen; llevar el hablar cada vez más

lejos a través de una interacción educador-niño/a que le haga poner en juego todo su repertorio

y superar constantemente las estructuras previas.

Explicar qué es lo que va a hacer, contar qué es lo que ha hecho, describir los

procesos que le han llevado al resultado final (cómo y para qué), establecer hipótesis (por qué),

construir fantasías, narrar experiencias, etc. Cualquier oportunidad es buena para ejercitar el

lenguaje Pero ejercitarlo no es suficiente; la idea fundamental es mejorarlo, buscar nuevas

posibilidades expresivas (vocabulario más preciso, construcciones sintácticas más complejas,

Calidad en la Educación Infantil (Zabalza, M.A.)

3 Capítulo 3: Los diez aspectos claves de una Educación Infantil de calidad

dispositivos expresivos y referencias cada vez más amplias, etc.). En este sentido la

interacción con los educadores/as es fundamental.

5. Diferenciación de actividades para abordar todas las dimensiones del desarrollo y

todas las capacidades

Aunque el crecimiento infantil es un proceso global e interconectado, no se produce ni

de manera homogénea ni automática. Cada ámbito del desarrollo requiere de intervenciones

que lo refuercen y vayan sentando las bases de un progreso equilibrado del conjunto.

La dimensión estética es diferente de la psicomotriz aunque estén relacionadas. El

desarrollo del lenguaje avanza por caminos diferentes que la sensibilidad musical. El

aprendizaje de normas requiere procesos diversos que el aprendizaje de movimientos

psicomotores finos. Sin duda todas esas capacidades están vinculadas (neurológica,

intelectual, emocionalmente) pero pertenecen a ámbitos distintos y requieren, por tanto,

procesos (actividades, materiales, consignas, etc.) bien diferenciados de actuación didáctica.

Eso, obviamente, no impide que diversas de esas actuaciones especializadas vengan

agrupadas en una actividad más global e integradora: en un juego podemos incorporar

actividades de diverso signo; una unidad didáctica o un proyecto recogerá muchas actuaciones

diferenciadas, etc.

6. Rutinas estables

Las rutinas juegan, de una manera bastante similar a los espacios, un papel importante

a la hora de definir el contexto en el que los niños/as se mueven y actúan. Las rutinas son

como los organizadores estructurales de Es experiencias cotidianas: clarifican el marco y

permiten adueñarse del proceso a seguir: sustituyen la incertidumbre del futuro (sobre todo en

niños/as con dificultad para construir un esquema temporal a medio plazo) por un esquema

fácil de asumir. Lo cotidiano pasa así a ser algo previsible, lo cual tiene importantes efectos

sobre la seguridad y la autonomía.

Pero además de este aspecto sintáctico de Es rutinas (su ordenamiento de las

actividades)

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