Los Insecticidas
tatianagr10 de Agosto de 2014
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INSECTICIDAS
LOS INSECTICIDAS
Los insecticidas son productos químicos utilizados para controlar o matar insectos portadores de enfermedades. Se clasifican de varias maneras, ya sea por su composición química, acción toxicológica o su método de penetración.
Los dos tipos principales de insecticidas son orgánicos e inorgánicos; los orgánicos contienen carbono y los inorgánicos no. Los insecticidas vienen en una amplia gama de fórmulas y se utilizan para matar a una variedad de plagas. Los insecticidas tienen importancia para el control de plagas de insectos en la apicultura o para eliminar todos aquellos que afectan la salud humana y animal.
PRESENTACION DE LOS INSECTICIDAS
Los insecticidas están disponibles en muchas formas diferentes. Estas incluyen polvos humectables y en polvo, aerosoles, gases, gránulos, soluciones oleosas, concentrados emulsionables, tratamientos de semillas, aerosoles líquidos a base de aceite, concentrado de nebulización, líquidos de ultra bajo volumen (ULV) y aerosoles de volumen ultra bajo.
Toxicología de los insecticidas
Los elementos de la toxicología son:
a) el agente químico capaz de producir un efecto en un organismo vivo
b) el sistema biológico u organismo vivo sobre el cual el agente químico puede actuar
c) el efecto nocivo, resultado de la interacción de los dos.
En lo que se refiere a la acción tóxica de los insecticidas y desde el punto de vista bioquímico a nivel subcelular o molecular es necesario saber cómo esas sustancias llegan a los tejidos, dónde actúan y qué
Funciones comprometen, con el fin de disminuir sus efectos tóxicos o evitar que ocurran intoxicaciones. La acción tóxica se produce cuando el agente químico alcanza el sitio de acción y ocasiona un daño bioquímico, que se revela, en un organismo vivo, mediante señales y síntomas que caracterizan la intoxicación.
INSECTICIDAS NATURALES
Los insecticidas naturales se han hecho indispensables frente a aquellos productos sintéticos utilizados para el control de plagas y de las patologías en los vegetales son determinantes en el aumento de la producción agrícola.
Pero el uso sin discriminación y con continuidad estas sustancias, no sólo ha causado enfermedades y muertes por la ingesta involuntaria de venenos a corto y largo plazo, sino también ha impactado ecológicamente por la acumulación a partir de la bioconcentración en los distintos estadios de la cadena alimenticia, en los suelos, y en las napas de agua. Los insecticidas naturales deben también enfrentar la resistencia de algunos insectos a los insecticidas sintéticos que incluso, han alterado el ciclo de vida de parásitos, y los predadores naturales además de los polinizadores que conforman el ecosistema.
El ser humano basa su dieta alimentaria del consumo de, entre otras cosas, vegetales, hortalizas y frutas, además de cereales, y de aquellos productos resultantes de su procesamiento en el caso de ser tomados como materias primas productoras de congelados, envasados, enlatados etc.
Es por tanto, una cuestión no sólo de preservación del ecosistema, de las condiciones de vida natural y hasta, evitar nuevos impactos ecológicos, sino también, es importante repasar las condiciones del control de plagas, por la vida misma del ser humano en el planeta, dado que año a año, se calcula que una tercera parte del producción mundial de alimentos se ve definitivamente afectada por la acción de pestes y microorganismos sobre la producción agrícola así como también sobre aquellos productos que a partir del vegetal como materia prima se envasa, almacena, congela o reprocesa. De allí la importancia vital, justamente, de hallar los equivalente a los productos sintéticos en insecticidas naturales u orgánicos que permitan enfrentar este mal depredador de las reservas alimentarias naturales.
Y cómo no pensarlo así, si sólo las distintas especies vegetales, producen más de 100.000 sustancias de reducido peso molecular llamadas metabolitos secundarios, que en general no son esenciales para el proceso metabólico básico de la planta, y que permiten una pervivencia de las especias vegetales dado que ha mejorado a lo lardo de miles de años las defensas microbianas de las plantas mismas, e incluso, las ha enfrentado ante la depredación de insectos y microbios.
Entre los metabolitos más importantes que son sustancias básicas de insecticidas naturales u orgánicos, encontramos terpenos, lignanos, ácidos grasos, alcaloides, azúcares esteroides, etc. Es por esta razón, que particularmente en Occidente, se ha retornado en el último siglo a la investigación, práctica y elaboración de pesticidas naturales u orgánicos, tal vez por una fuerte influencia de Oriente que sostiene estas investigaciones y usos desde el principio de los tiempos. Así entonces se retorno a las usanzas de los pesticidas naturales como práctica que permite no sólo el cuidado del medio ambiente sino también el mejoramiento de la calidad humana, a partir del increíble mecanismo de defensa desarrollado por las especies vegetales y que siendo entonces, pesticidas naturales, permiten brindar mayor seguridad en el medio ambiente y en su cuidado.
Clasificación de los insecticidas naturales
Se pueden así categorizar los pesticidas naturales u orgánicos en relación a la aplicación que tienen, o sea, aquellos microorganismos para los cuales se los utiliza, esto es: herbicidas, insecticidas, fungicidas, rodenticidas, nematicidas, etc.
Todos estos pesticidas naturales se consideran en el mercado de la jardinería y la horticultura una verdadera y genuina alternativa no sólo de cambio y preservación del ecosistema, sino que además, son sólo una parte del espectro de posibilidades que en lo que refiere a extractos naturales y orgánicos permite acceder nuestra madre naturaleza. Los insecticidas naturales fabricados a partir de extractos naturales son como dijimos, la alternativa orgánica que la naturaleza nos provee y que permite reemplazar a los pesticidas de uso contaminante por éstos de proceso orgánico propicios para preservar la seguridad del ecosistema y además proveer una óptima opción botánica.
La mayoría de las plantas posee un metabolismo capaz de sintetizar metabolitos secundarios y proveer así de sus propiedades biológicas par a actuar eficazmente con plagas y microorganismo, siendo la mayoría de estas ‘proveedoras naturales’ plantas de cultivo sencillo cuyos metabolitos proveen un alto impacto químico a la hora de procesarse como insecticidas naturales, de alta estabilidad química, son principios activos potentes que permiten tener una producción del pesticida natural de tipo óptima y de una calidad superior a los pesticidas plásticos.
Se han aislado a lo largo de los años diferentes compuestos cuyas propiedades biológicas son utilizadas en la seguridad de tipo eco-ambiental para la fabricación de estos insecticidas naturales, como por ejemplo, la rotenona, que se extrae de una planta llamada derris y es un compuesto de tipo flavonoide que se obtiene de esas plantas. Esta planta llamada derris es de origen oriental, de la zona tropical y permite el proceso de insecticidas naturales u orgánicos que acercan la opción segura y óptima ante los dañinos pesticidas plásticos mortales tanto para las personas como para el ecosistema.
CLASIFICACIÓN QUIMICA DE LOS INSECTIDCIDAS:
Organofosforados
Carbamatos
Organoclorados
Vegetales
INSECTICIDAS ORGANOFOSFORADOS
Los organofosforados son un grupo de pesticidas artificiales aplicados para controlar las poblaciones plagas de insectos.
Los insecticidas organofosforados los podemos caracterizar por su mecanismo de acción y su estructura química similar, la toxicidad se produce por inhibición de la acetilcolinesterasa. En la actualidad es uno de los grupos de plaguicidas más ampliamente utilizados en la agricultura. Existían gases que actúan al igual que los organofosforados y fueron usados como armas químicas son el Sarin, tabun y el somar.
Son productos poco solubles en agua y si muy solubles en solventes orgánicos, son inestables en el medio ambiente por lo que no se acumulan como residuos, a diferencia de los organoclorados.
Derivados del ácido fosfórico, que presentan una estructura química inestable y se hidrolizan con rapidez, razón por la cual, a diferencia de los organoclorados, no entrañan el riesgo de acumularse en el medio ambiente.
Su toxicidad es muy variable, oscilando la dosis potencialmente letal por vía oral entre 10 mg para el paratión y 60 g para el malatión.
VIAS DE ABSORCIÓN
Los organofosforados son bien absorbidos por las vías cutáneo mucosa, respiratoria y digestiva. Tienen un amplio volumen de distribución y son metabolizados en el hígado a través del citocromo P 450, generándose, en ocasiones, compuestos aún más tóxicos.
• Intoxicación por organofosforados
Los síntomas de intoxicación por organofosforados son usualmente nausea, cefalea, fatiga, vértigo, parpadeo excesivo, visión
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