Los niños y sus necesidades en la escuela

Centro Regional de Educación Normal “Benito Juárez”

Licenciatura en Educación Física

ENSAYO II

“Los niños y sus necesidades en la escuela”

Por: Yamileth Angeles González

Jocelyn Pérez Guerrero

Segundo semestre

Pachuca, Hgo., a 27 de abril de 2015

“Los niños y sus necesidades en la escuela”

Cada texto analizado dentro del segundo bloque, nos describió el desarrollo de los procesos de aprendizaje desde antes de los cinco años, etapa más importante para los niños en edad escolar.

El hecho de que los pequeños asistan a preescolar tiene un significado especial para los pequeños debido a que es la etapa donde ponen en práctica la socialización y el desarrollo de habilidades tanto básicas como específicas.

No hay niño que no sea inteligente, solo manejan diferentes formas de aprendizaje y desarrollo de habilidades; los pequeños de primaria que pasaron por el preescolar tuvieron la oportunidad de desarrollar muchas más habilidades que los que no pasan por esta etapa, por ejemplo se sabe que en el preescolar las habilidades a desarrollar son el leer y el escribir; en primaria con la tecnología en evolución constante los pequeños ya no saben cómo poder encontrar información en un libro, pues ya no analizan las sencillas lecturas que se les presentan por lo cual tampoco hay una comprensión pues el internet les da todo con solo teclear la palabra que buscan o poniendo el título del texto se encuentran una película y listo dejaron de leer.

El tipo de situación de lo antes mencionado puede llamarse una persona analfabeta funcional pues hoy en día enseñamos a los pequeños a leer mas no a comprender mucho menos se les enseña a investigar cómo se debiera.

Como educadores o maestros debemos tomar en cuenta las necesidades de los pequeños y planear nuestras sesiones fomentando el deseo de explorar, indagar, conocer, analizar, reflexionar y sobre todo aprender ligado a sus intereses.

Julia Blandez menciona que es importante o de interés el hecho de darles libertad dentro de las sesiones para favorecer la afirmación de su personalidad; debido a que es muy raro que tengan libertad fuera de la hora de recreo los pequeños pueden presentar cierta impaciencia o desenfreno, para uno como profesor esta de mas que aceptemos lo que conlleva dar libertad a nuestros alumnos.

Una vez adaptados a la libertad en clase de educación física demostramos a los alumnos y a nosotros mismos que las habilidades, actitudes, aptitudes y destrezas adquieren una valoración positiva dándoles confianza.

Como profesores debemos también tener en cuenta las diferencias de un niño a otro pues aprenden diferente, sus habilidades son distintas y esto puede ser por factores como el entorno familiar, su cultura, su estatus socio-económico, etc.

Sabiendo de las diferencias en cuanto a comportamientos nos encontramos en ocasiones con el egocentrismo y este a su vez origina la competitividad, y está en nosotros como profesores si fomentamos o no la competitividad.

En algunas de nuestras prácticas encontramos situaciones donde la competitividad origino conflictos, el profesor no interfirió y permitió que se arreglaran entre pares, dándoles la oportunidad de sentirse confiados y con la suficiente madurez para aceptar sus errores y cambiar.

También nos hemos dado cuenta que los brotes de agresividad son parte de llamadas de atención o una forma de pedir ser aceptados, para esto debemos ser capaces de organizar sesiones y actividades que sean incluyentes tanto de los niños que prestan atención, los que muestran interés y más para aquellos que llamamos los niños conflicto y sea por actitudes o por clasificación de un profesional.

Debemos hacer que nuestras sesiones o estén llenas de aprendizajes significativos basados en las necesidades de los niños, motivándoles a tener un deseo de ejercitarse y aprender, ayudados desde luego de juegos.

Las motivaciones pueden ser variadas y estas se dan con diferentes tipos de estimulación, estos dependen de la forma de ser del profesor, por ejemplo nos tocó escuchar a un profesor en su clase el común “vamos, tú puedes”, o al que ocupa la represión

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