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Monumentalidad (1944)


Enviado por   •  15 de Julio de 2013  •  2.168 Palabras (9 Páginas)  •  261 Visitas

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Monumentalidad(1944)

Publicado en Wrigting, Lectures, Interviews. Rizzoli, 1991.

Tradución A. Rigotti publicado en Reformulaciones, En la segunda era de la máquina.

El oro es un material precioso. Pertenece al escultor.

La monumentalidad en arquitectura debe definirse como una cualidad, una cualidad espiritual inherente a aquella estructura que porta en sí la inmortalidad, nada se le puede agregar o cambiar. Reconocemos esta cualidad en el Partenón, el símbolo reconocido de la civilización griega.

Algunos argumentan que vivimos en un estado inestable de relatividad que no puede ser expresado con una única intensidad de propósito. Por esta razón, muchos de nuestros contemporáneos creen que no estamos psicológicamente predispuestos para incorporar esa cualidad monumental a nuestros edificios.

¿Acaso hemos sido capaces de proveer de expresividad arquitectónica a la escuela, la comunidad, el centro cultural u otros monumentos sociales?. ¿Que estímulo, que movimiento, que fenómenos social o político nos hace falta experimentar? ¿Qué acontecimiento o filosofía es necesario pueden estimular nuestro deseos de conmemorar su efecto en nuestra civilización? ¿Qué efectos tendrían estas fuerzas en nuestra arquitectura?

La ciencia dio a los arquitectos nuevas combinaciones de materiales capaces de resistir la fuerza de gravedad y el viento.

Recientes experimentadores y filósofos de la pintura, escultura y arquitectura han insuflado con nuevo espíritu y coraje a sus colegas artistas.

La monumentalidad es enigmática. No puede crearse intencionalmente. No son necesarios ni el material más exquisito ni la tecnología más avanzada, de la misma manera que no se requiere de la tinta más fina para escribir la Carta Magna.

Sin embargo, nuestros monumentos arquitectónicos muestran su esfuerzo por alcanzar la perfección estructural que, en gran parte, a contribuido a la claridad de su forma, la lógica de su escala, y su efecto perdurable.

Estimulados y guiados por el conocimiento podremos desarrollar las formas adecuadas para nuestros nuevos materiales y técnicas. Es preocupación de este ensayo aludir brevemente a la ampliación de horizontes que la ciencia y el saber técnico han aportado al arquitecto e ingeniero y aludir brevemente a algunos conceptos y expresiones estructurales.

Ningún arquitecto puede reconstruir una catedral de otra época corporizando los deseos y aspiraciones, el amor y odio de la gente de la cual constituyó su patrimonio. Las imágenes de estructuras monumentales del pasado nunca se podrán revivir con la misma intensidad y significado. Su duplicación es inconcebible. Pero no debemos descartar las lecciones que nos brindan, en tanto tienen en común características de grandeza sobre las cuales deberán apoyarse, de alguna manera, los edificios del futuro.

En la arquitectura griega la ingeniería tenía que ver con materiales a la compresión. Cada piedra estaba concebida para sostenerse una a la otra, evitando flexiones.

Los grandes constructores de catedrales consideraban los elementos de la estructura con el mismo amor por la perfección y la claridad. De períodos de miedo e inexperiencia emergió la idea de colocar piedra sobre piedra soportando esfuerzos de tracción y compresión, derivando los esfuerzos a las columnas o a los muros reforzados por contrafuertes. Contrafuertes que permitieron perforar los muros y desarrollar esas grandes vidrieras de colores. El concepto estructural derivaba de teorías más primitivas, pero fue desarrollado hasta alcanzar variaciones magníficas en la búsqueda de grandes alturas donde la emoción espiritual alcanzó grados nunca superados.

La influencia de la bóveda romana, la cúpula, el arco, se propagó a través de la historia arquitectónica. Aún hoy esas formas básicas siguen siendo fundamentales, y van a seguir reapareciendo con nuevas posibilidades derivadas de la tecnología y las habilidades ingenieriles.

El ingeniero del siglo XIX logró pasar de los principios básicos al establecimiento de fórmulas y tablas para guiar el cálculo. Estos manuales surgieron para satisfacer la demanda de edificaciones enormes concretadas en poco tiempo. Ahora se nos habla de la continuidad en las estructuras: su nueva significación para la ingeniería promete dejar atrás esas tablas y manuales.

La forma del perfil doble T deriva del análisis de los esfuerzos a los que se someten las vigas. Ha sido diseñado de modo que la sección esté lo más alejada posible del centro de gravedad. La forma se adapta al laminado y, en el laboratorio, se descubrió que aún el fileteado colaboraba en la transferencia de una sección a otra en continuidad.

Los cocientes de seguridad fueron adoptados para cubrir posibles inconsistencias en la fabricación del material. La necesidad de grandes maquinarias y equipos para su elaboración condujeron a la estandarización.

La combinación de los factores de seguridad y la estandarización redujo la función de los ingenieros a meros técnicos que siguen las indicaciones de los manuales, recomendando secciones mucho más grandes de lo necesario y limitando la expresividad de formas más esbeltas sugeridas por el diagrama de fuerzas. Por ejemplo el uso de vigas T en voladizo no tiene nada que ver con lo que indican estos diagramas que muestras que el tramo empotrado podría ser mucho menor. Una barra de cierta sección laminada como tubo tendía la misma área con mayor diámetro, consiguiendo mucha mayor resistencia

El diseño estructural debe descartar los coeficientes en uso y evolucionar a nuevos modos de cálculo basados en el efecto de la continuidad en las estructuras. El arquitecto y el ingeniero deben volver a los principios y consultar a los científicos para reformar su juicio sobre el comportamiento estructural y adquirir un nuevo sentido de la forma derivado del diseño y no de la conexión de partes prefabricadas. Las soldaduras han abierto las puertas a formas de mayor resistencia y eficiencia. La elección de formas será ilimitada aún para problemas conocidos y, entonces, el sentido estético podrá ser satisfecho por composiciones de tubos, planchuelas y ángulos que respondan a las fuerzas de gravedad y del viento.

Vuelven las costillas, bóvedas, cúpulas, contrafuertes para encerrar espacios de manera más generosa, simple y hasta emocionante. Las partes son cada vez más pequeñas. Ahora es la composición molecular del metal lo que los científicos ponen a prueba. Sus hallazgos llegan al arquitecto o ingeniero con la simplicidad de una fórmula que debe pasar a formar parte de la paleta del constructor

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