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Muerte Subita


Enviado por   •  28 de Agosto de 2013  •  4.525 Palabras (19 Páginas)  •  289 Visitas

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“Características de un grupo de ayuda a familiares en proceso de duelo por muerte súbita”

La humanidad comparte el concepto de la muerte como un proceso biológico natural que se manifiesta con el cese de las funciones vitales del ser humano, pero una visión más amplia permitió concebirla también, como un proceso espiritual mediante el cual el espíritu abandona el cuerpo físico para continuar viviendo en otro plano o dimensión. (Verdadero, 2011).

Se define el duelo humano como la reacción natural matizada por el entorno sociocultural, normal y esperable, de adaptación a la pérdida de un ser querido, que sufren familiares y amigos antes, durante y después de su fallecimiento. (Genevro J, 2008).

Para superar una pérdida de muerte se necesita elaborar un duelo, este no es una enfermedad, aunque resulta ser un acontecimiento vital estresante de primera magnitud, que tarde o temprano hemos de afrontar, casi todos los seres humanos. (García, 2007).

Uno de los principales determinantes para que el doliente presente un duelo disfuncional es la muerte súbita. Este tipo de duelo, también conocido como patológico, no resuelto, complicado, crónico, retrasado o exagerado (después de 12 meses) es la intensificación del duelo al nivel en que la persona está desbordada, recurre a conductas desadaptativas o permanece en este estado sin avanzar en el proceso del duelo hacia su resolución, llevando a repeticiones estereotipadas o a interrupciones frecuentes de la curación. (Meza Dávalos E., 2008).

La muerte súbita es también conocida como natural, inesperada o rápida, es una muerte que ocurre instantáneamente o dentro de la primera hora desde el comienzo de los síntomas sin algún evento traumático; sin embargo por cuestiones epidemiológicas se extiende el período de tiempo hasta 24 horas en un paciente con enfermedad (en su mayoría por cardiopatías) previa conocida o sin ella; pero el momento y la forma de la muerte son totalmente inesperados. (Hernández, 2011).

Por lo tanto se debe buscar la recuperación para las personas con un duelo disfuncional producido por la muerte súbita de un familiar o ser querido, para lo cual es de suma importancia tratarlas y apoyarlas con una serie de intervenciones que tienen como objetivo:

• Mejorar la calidad de vida del sufriente.

• Disminuir el aislamiento social.

• Aumentar la autoestima.

• Disminuir el estrés.

• Mejorar la salud mental (prevención de enfermedades).

Según Meza Dávalos (2008) el asesoramiento es la mejor herramienta para el apoyo en el proceso de duelo complicado ya que beneficia a la familia a “resolver cualquier problemática, aumentar la realidad de la pérdida, ayudar a la persona doliente a tratar las emociones expresadas y las latentes, le ayuda a superar los diferentes obstá¬culos para reajustarse luego de la pérdida, animarla a decir un adiós apropiado y a sentirse cómoda volviendo otra vez a la vida”.

Agregando que una de las intervenciones más importantes para lograr una resolución óptima en el proceso de duelo es la participación en un grupo de ayuda, encontrando que es un conjunto de personas encargadas de velar por la seguridad y el buen desarrollo de actividades, siguiendo instrucciones establecidas por el líder implementando estrategias que permitan la verificación permanentemente de los objetivos planteados utilizando el mismo código de comunicación asignando responsabilidades y tareas específicas. (Medellin, 2008).

Por tanto se consideró necesario identificación de las características esenciales para un grupo de ayuda, para lograr beneficiar a los familiares que sufrieron la pérdida de un ser querido por muerte súbita y que se encuentran en proceso de duelo.

1.1 Planteamiento del problema

Con frecuencia se escucha a un amigo, un familiar o un compañero de trabajo expresarse que conocieron la noticia de que alguien falleció de “repente”, en el colegio, en la universidad, en un club social, en el gimnasio, en la calle o simplemente “amaneció muerto”. (Hernández, 2011).

¿Qué tienen en común estas historias? Su causa de muerte.

La muerte súbita se considera como una muerte que ocurre instantáneamente o dentro de la primera hora desde el comienzo de los síntomas sin algún evento traumático; sin embargo por cuestiones epidemiológicas se extiende el período de tiempo hasta 24 horas en un paciente con enfermedad (cardiopatías) previa conocida o sin ella; pero el momento y la forma de la muerte son totalmente inesperados. (Hernández, 2011).

Quienes atraviesan la penosa situación de tener que afrontar un duelo, cuentan con sus propios recursos psicológicos como para intentar superar la dramática realidad que les ha tocado vivir. Seguramente necesitarán evitar el aislamiento, relacionarse con su entorno afectivo, y quizá con otras personas que por haber sufrido situaciones igualmente dolorosas, suelen reunirse en los muy beneficiosos grupos de autoayuda para pérdidas de seres queridos. (Bianchi, 2003).

En el estudio “Grupos de ayuda mutua en el duelo: Eficacia y Perspectivas” realizado en España, con el objetivo de determinar el grado de eficacia del acompañamiento terapéutico a personas en duelo en grupos de ayuda muta, elaborado en una muestra de 44 personas en duelo a lo largo del año 2004, se encontró que todas las personas de la población en estudio se benefician considerablemente con la resolución de su proceso de duelo cuando se trabaja en grupo. Una gran mayoría realiza progresos significativos en términos de mejora de síntomas, expresión y manejo de emociones asociadas a la pérdida; disminución considerable de sentimientos de culpa y reproches; incremento de la actividad y de las ocasiones de goce y disfrute de la vida; aceptación progresiva de la ausencia del ser querido y asunción de nuevos roles en su medio junto con una progresiva vuelta a la tranquilidad en sus relaciones sociales. Los resultados le otorgan una validación aceptable a la presencia de los grupos de ayuda mutua en este caso, enfatizando la forma de trabajar, dirigirse y manejar el proceso de duelo de los familiares que los integran. (Bermejo Higuera J. C, 2005).

Al margen de los estudios que se están llevando en España y en otros países, en América Latina se observa la presencia de grupos de ayuda en países como Argentina (32 grupos) y Costa Rica (2 grupos), además de México que cuenta con 10 grupos de ayuda presentes en 6 estados, concentrados la mayoría de

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