Nexos entre el hipertexto y el libro antiguo
maketomorrow • 7 de Septiembre de 2018 • Tesis
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Universidad An‡huac Escuela de dise–o con reconocimiento de validez oficial de estudios otorgado por decreto presidencial publicado en el D.O.F. del 26 de noviembre de 1982 Nexos entre el hipertexto y el libro antiguo Diagramaci—nes y estructuras de lectura mœltiple en el libro antiguo TŽsis para obtener el grado de Maestro en dise–o editorial presenta Gustavo Eduardo Hern‡ndez Jaime Huixquilucan, Edo. de MŽxico, a Febrero de 2009 A mis pap‡s, Ana y Gustavo, a mi hermana Ana Elena, mi pasado, mi presente y futuro, mi motivo para seguir adelante siempre. A Elisa, cuyo apoyo ha sido crucial para la conclusi—n de esta investigaci—n, as’ como para mi vida en general. A todos aquellos que me rodean de ideas, especialmente mis compa–eros y maestros de esta maestr’a, quienes me ense–aron que el conocimiento aislado es conocimiento muerto. The typography of old books is a precious legacy, well worthy of con.tinuation. [É] Infinite amounts of energy are wasted because every.body feels he has to make his own start, his own beginning, instead of getting to know what has already been done. It is doubtful that anyone who doesnÕt want to be an apprentice will ever become a master. To respect tradition is not at all historicism. All historicism is dead. But the best lettercutting of the past lives on. Two or three old designs are only waiting to be resurrected. Jan Tschichold The Form of the Book The typography of old books is a precious legacy, well worthy of con.tinuation. [É] Infinite amounts of energy are wasted because every.body feels he has to make his own start, his own beginning, instead of getting to know what has already been done. It is doubtful that anyone who doesnÕt want to be an apprentice will ever become a master. To respect tradition is not at all historicism. All historicism is dead. But the best lettercutting of the past lives on. Two or three old designs are only waiting to be resurrected. Jan Tschichold The Form of the Book êndice C—mo utilizar este hipertexto Introducci—n Antecedentes Del hipertexto al libro antiguo Investigaci—n bibliogr‡fica del hipertexto ÀQuŽ es el hipertexto? Tipos de sistemas hipertextuales Estructura del hipertexto Estructura de composici—n Elementos de composici—n Estructura gr‡fica S’ntesis de cap’tulo Andreas Vesalius De Humani Corporis fabrica An‡lisis del libro 8 10 14 16 22 26 27 34 41 41 44 50 61 El hipertexto Denominaci—n del libro antiguo contexto hist—rico El mundo del libro en el siglo xvi El hipertexto en el libro antiguo 61 64 65 67 68 S’ntesis de cap’tulo Estructura del libro antiguo Estructura b‡sica del libro antiguo Elementos de an‡lisis El libro del siglo xvi 73 74 85 110 123 Propuesta Gr‡fica Criterios a considerar en el dise–o y formaci—n del hipertexto Fase de delimitaci—n Primera aproximaci—n Segunda aproximaci—n Tercera aproximaci—n Definici—n de estilos S’ntesis de cap’tulo Conclusi—N Glosario Bibliograf’a 124 126 128 132 135 140 148 153 158 160 166 170 Experimentaci—n Gr‡fica 7 8 CîMO UTILIZAR ESTE HIPERTEXTO Esta investigaci—n ha sido estructurada de manera inusual, buscando la exploraci—n de su contenido. El prop—sito principal de esto es la creaci—n de conexiones tanto entre las partes internas del texto, como entre el lector y el texto mismo. Las herramientas para esta exploraci—n est‡n en la doble p‡gina, mismas que consisten en una serie de elementos que facilitan la ubicaci—n del lector en el texto, una vista general del mismo, y permiten relacionar informaci—n de distintas partes del documento dependiente del texto en el que uno se encuentre. Para iniciar la lectura, se recomienda comenzar ya sea en las paginas siguientes o al inicio de cada cap’tulo, identificados con el nœmero rojo en la esquina superior izquierda. Sin embargo, propongo que el lector haga sus propias lecturas, cree significados y relaciones que tal vez no fueron planeadas en la investigaci—n misma, haciendo que este hipertexto crezca afuera de las p‡ginas mismas. Los t’tulos, subt’tulos y niveles posteriores se encuentran resaltados por color, ya sea rojo o negro. La cornisa, o breadcrumb, te indica en quŽ parte del documento hipertextual te encuentras, y las secciones a las que pertenece el texto. El inicio de cap’tulo es marcado de una manera clara, para su f‡cil ubicaci—n. En la mayor’a del hipertexto existe un texto eje, pero en el segundo cap’tulo se tienen dos lecturas paralelas. Junto con los pies de imagen, la p‡gina puede llegar a tener tres textos distintos conviviendo en la misma doble p‡gina. Estos textos se distinguen por un c—digo de color: el tono negro es utilizado en el texto principal, pero se utiliza en los t’tulos y niveles de lectura del texto paralelo; el rojo vino se usa para los t’tulos y dem‡s niveles de lectura, as’ como para el texto paralelo del cap’tulo dos; un color rojo menos intenso se utiliza en los pies de p‡gina, as’ como en los diagramas e im‡genes. C—digo de color Texto principal, color secundario en texto paralelo y diagramas. Color secundario en texto principal, color de texto paralelo. Color terciaro: textos secundarios, im‡genes y diagramas. La columna ubicada en la zona derecha de la doble p‡gina contiene todos los apartados de la investigaci—n. De tal manera uno puede pasar la p‡gina y buscar en esta columna de manera r‡pida el contenido de cada p‡gina. Dentro del texto se encuentran palabras con distinto color, ya sea rojo o negro. Eso te indica que existe informaci—n œtil para expandir tu conocimiento acerca del tema. La columna ubicada en la zona izquierda de la doble p‡gina contiene los temas relacionados con la palabra y la p‡gina del documento en que se encuentra. 9 introducci—n A lo largo de la vida, el ser humano tiende a buscar elementos con los cuales pueda interactuar para as’ profundizar en el conocimiento, del significado y la importancia de los eventos diarios. Esto provoca que nuestro conocimiento no s—lo estŽ formado conforme de experiencias espec’ficas y aisladas, sino de la interrelaci—n de estas experiencias para crear un punto de vista. ƒste tampoco es un elemento aislado, pues se relaciona con otras visiones y experiencias del mundo, para empezar a crear una serie de perspectivas en comœn y diferencias, que producir‡n acuerdos, hechos, informaci—n y, por lo tanto, conocimiento. Este conocimiento se ha proliferado a travŽs de los distintos medios de comunicaci—n que se han desarrollado, principalmente los sistemas de comunicaci—n visual inmediata, como la televisi—n y las p‡ginas web. Esta œltima tecnolog’a permite publicar un texto de manera instant‡nea, ponerla a disposici—n del pœblico en general o bien, dirigirla a un sector determinado, y recibir retroalimentaci—n segundos despuŽs de que los usuarios hayan visto o le’do la p‡gina. El lector o receptor est‡ cada vez m‡s cerca del autor, y la informaci—n se interrelaciona de manera m‡s profunda, para as’ crear un cœmulo de conocimientos en crecimiento constante. Estos sistemas no son algo completamente nuevo. Los libros son un importante canal de comunicaci—n entre el autor y el lector, s—lo que la retroalimentaci—n se da en intervalos de tiempo m‡s largos. Las bibliotecas son un ejemplo de un gran cœmulo de informaci—n que se asemeja a lo que hoy en d’a es internet, aunque Žste œltimo con mayor complejidad. Los libros, ya desde siglos pasados, se vinculan entre s’ a travŽs de citas, notas a pie de p‡gina o comentarios al margen. El v’nculo entre la informaci—n y el entorno en el que se registra ha sido esencial para el desarrollo de la humanidad, ya que de esta manera se ha podido comparar, corregir y evolucionar las ideas, as’ como crear nuevas teor’as. Partiendo de estas ideas, la presente investigaci—n se centra en la complejidad de las relaciones humanas a nivel informativo, buscando el an‡lisis y la comparaci—n de dos sistemas: el hipertexto y el libro antiguo, que a simple vista parecen completamente distintos, pero que contienen elementos que funcionan de la misma manera. Un sistema relativamente nuevo, como el hipertexto, tiene sus or’genes en los libros antiguos, los cuales desarrollaron sus aparatos cr’ticos durante el siglo xvi. No es una comparaci—n de elementos, sino una bœsqueda de sus or’genes: los impresos de siglos pasados. Esto no s—lo nos dar‡ una visi—n distinta de estos libros, sino que nos muestra que los ÒnuevosÓ medios de comunicaci—n no son revolucionarios por ofrecer distintas narrativas o maneras de comunicar, sino por acercar la informaci—n al lector, en menor tiempo y facilitando la comunicaci—n entre el autor y el lector, lo cual indudablemente favorece el intercambio de ideas y la edici—n de textos. Poco a poco los medios impresos se han ido transformando para dar paso a la cultura de lo inmediato, situaci—n que ha provocado secuelas en la estŽtica de los textos, ya que el cuidado editorial se ha dejado de lado. Este problema se debe a la falta de tiempo para poder elaborar una propuesta gr‡fica coherente con la complejidad de su contenido, dando como resultado, en el caso de los sistemas hipertxtuales, composiciones en las que el usuario suele no encontrar una l’nea l—gica de narraci—n debido a que puede empezar o terminar su lectura donde sea, como sucede con sitios web enciclopŽdicos y p‡ginas de empresas e instituciones educativas. El estudio de los sistemas hipertextuales en el libro antiguo tiene el prop—sito de rescatar elementos de diagramaci—n, composici—n y niveles de lectura, para que Žstos puedan ser adaptados y utilizados de manera coherente en el hipertexto contempor‡neo. Para este cometido es indispensable definir el tŽrmino hipertexto,
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