PRODUCCIÓN DE MAÍZ (Zea males L.) MEJORADO FERTILIZADO EN SUELOS MECANIZABLES DE QUINTANA ROO.

PRODUCCIÓN DE MAÍZ (Zea males L.) MEJORADO FERTILIZADO EN SUELOS MECANIZABLES DE QUINTANA ROO

1. INTRODUCCIÓN

En un país y región donde más de 50% del requerimiento calórico de energía para sus pobladores proviene del maíz, es imprescindible realizar esfuerzos para atender las demandas y necesidades de esta cadena agroindustrial en forma amplia y versátil, contemplando desde la mejora del sistema maíz-milpa, hasta los sistemas de producción intensivos en suelos mecanizados. En los sistemas de producción de maíz en suelos mecanizados se ha demostrado que es posible obtener rendimientos superiores a las seis toneladas por hectárea de grano de maíz; esto mediante el uso nuevos híbridos y variedades. Se espera que en un mediano plazo la mayoría del maíz sembrado en la Península de Yucatán deberá ser establecido con mínimo impacto ambiental negativo y con materiales genéticos que contengan el valioso y nutritivo carácter de alta calidad proteínica, así como un mayor potencial de rendimiento y competitividad, para lo cual el fortalecimiento de la cadena y la organización serán base para la investigación y desarrollo.

En los suelos susceptibles de mecanizar denominados en terminología maya como k'ankab y ya'ax-hom y en la actualidad abiertos a la agricultura, es posible sembrar una superficie de 5,000 hectáreas bajo condiciones de temporal. En este tipo de suelos y con favorables condiciones de lluvia en cuanto a cantidad y distribución, el potencial de rendimiento puede ser de 5 a 6 veces mayor al que se logra en suelos pedregosos que se siembran con el sistema tradicional de milpa o roza-tumba-quema. Con rendimiento promedio de cinco toneladas por hectárea se cosecharían 25,000 toneladas lo que en suelos pedregosos representaría sembrar una superficie de 31,250 hectáreas con un rendimiento medio de 0.8 toneladas por hectárea para el mismo volumen de producción.

Los cálculos estimados se presentan para valorizar la importancia de este sistema de producción en el estado de Quintana Roo.

Las labores de preparación del suelo y el manejo agronómico para condiciones de temporal se detallan a continuación:

1. PREPARACIÓN DEL SUELO

Las labores inician con la eliminación de los residuos de cosecha y de vegetación natural herbácea con un pase de desvaradora, puede hacerse desde finales de marzo a inicios de abril. El barbecho se hace con un paso de arado de discos reversibles a una profundidad de 25 a 30 centímetros durante la segunda quincena de abril. A los 15 ó 30 días posteriores al barbecho, se recomiendan dos pasos de rastra semi-pesada o ligera, el segundo paso perpendicular al primero para lograr buenas condiciones físicas para adecuada colocación de semilla y alto porcentaje de germinación.

1. MATERIAL GENÉTICO

Las variedades que tiene alta capacidad de adaptación y producción son la V-537 C, VS-536, V-528 y V-532. Los híbridos H-519 C, H-520 C, H-512, H-509 y H-507 también son recomendables para este sistema de producción. Puede sembrarse otra variedad o híbrido diferente a las mencionadas y que se adapte al sistema de producción de suelos con buen drenaje de mediano y alto potencial productivo; el requisito es que estén en el catalogo de variedades e híbridos recomendados de la SAGARPA para sembrarse en Quintana Roo.

1. ÉPOCA Y MÉTODO DE SIEMBRA

La mejor fecha de siembra es durante el período del 15 de mayo al 30 de junio; sin embargo, puede extenderse hasta el 15 de julio si las condiciones de inicio del temporal se retrasan a finales de mayo e inicios de junio. La siembra se realiza con, maquinaria agrícola y con botes sembradores/fertilizadores. Se debe depositar la semilla a una profundidad de 5 centímetros. La distancia entre surcos y plantas de 80 y 25 centímetros para obtener alrededor de 50000 plantas por hectárea. Se requieren de 18 a 20 kilos de semilla con un mínimo de 80% de germinación.

1. FERTILIZACIÓN

Debe aplicarse la dosis 46-92-00 (N-P205-K20), como fuente de nitrógeno la urea y de fósforo el superfosfato triple de calcio. Al momento de la siembra aplicar todo el fósforo y la mitad del nitrógeno, el complemento del nitrógeno a los 30 ó 40 días. Entre otras fuentes comerciales están el fosfato diamónico 18-46-00, el sulfato de amonio, el nitrato de amonio, de los cuales debe realizarse el cálculo para determinar la cantidad de cada uno a utilizar por hectárea para cubrir la dosis recomendada.

1. CONTROL DE MALEZA

Mantener el cultivo libre de maleza durante los primeros 30 ó 40 días después de la emergencia; esto se logra al aplicar antes de la emergencia tanto del cultivo como de la maleza los ingredientes activos atrazina más terbutrina en dosis de 750 gramos de cada uno por hectárea. Se disuelven en 200 litros de agua y pueden aplicarse con bomba de mochila. A los 30 6 45 días de la siembra, se efectúa una escarda o aporque con maquinaria. Cuando los terrenos estén infestados con zacate johnson, en post-emergencia al cultivo se recomienda aplicar nicosulfurón en dosis de 40 gramos por hectárea.

1. CONTROL DE PLAGAS

Las principales son gusanos cogollero, barrenadores, cresas del cogollo y diabróticas; se combaten con monocrotofos o clorpirifos en dosis de 600 y 480 gramos de ingrediente activo por hectárea. Las aplicaciones se hacen a los 15, 30 y 45 días después de la siembra. Respecto a enfermedades, no se reporta ninguna de importancia económica para maíz en el estado.

1. COSECHA

Se lleva a cabo cuando el grano alcance 18% de humedad, lo que por lo regular ocurre a los 130 días después de la emergencia del cultivo. Con esto se evitan perdidas ocasionadas por picudos, gorgojos, palomillas, pudrición de mazorcas daño por roedores. El rendimiento que puede lograrse aplicando en tiempo y forma el paquete tecnológico es de 4.5 a 5.0 toneladas por hectárea.

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