PRÁCTICA IV Y RESIDENCIA INFORME FINAL

PRÁCTICA IV Y RESIDENCIA

INFORME FINAL

Prof. PAULA BASEL (coordinadora)

Prof. ALEJANDRA CASAS (coordinadora)

Prof. ADRIANA CANSECO (Ateneo Lengua y Literatura)

Prof. VALERIA LOZANO (Ateneo Ciencias Sociales) Prof. MARÍA BRACAMONTE (Ateneo Ciencias Naturales) Prof. Jonathan Alonso (Ateneo Matemática) Escuela Asociada Dr. José Aguirre Cámara Docentes orientadores: Leticia Octubre, José Gómez y Roxana González

Par pedagógico: Ana Jaquenod

Estudiante: María de Los Ángeles Ramos

Año: 2018

María de Los Ángeles Ramos

“Ser docente.... es fundamentalmente ser un investigador apasionado, por la búsqueda por

encontrar el camino y por hacer el camino”

Luis Fortunato Iglesias, maestro

INTRODUCCIÓN

Desde el inicio de mi recorrido en la formación docente, he experimentado situaciones y momentos que cambiaron mi mirada con respecto a la escuela. Al vivenciar los desafíos que la carrera docente implica, mi mirada y pensamiento fueron apropiándose de los contextos y sus protagonistas.

Presencié y participé de experiencias pedagógicas en diversas escuelas y aulas, en contextos formales e informales.

Las prácticas desde los primeros años han ido forjando mi formación pedagógica. Como una trama que se fue tejiendo desde elegir qué hilo, qué color, qué textura, qué pasión debería poner a esta vocación. El proceso de aprender a ser formador lleva tiempo, un tiempo único y relativo, de conocer y conocerse, de vincularse con los profesores del recorrido a través de las representaciones sociales que actúan en torno a la figura del educador. Como así también del vínculo que se establece entre ellos y la transmisión del conocimiento.

La Práctica IV y Residencia movilizó en mí, un ser educador fortalecido y centrado en la profesionalidad de ser docente. Como así también un ser solidario con el entorno y respetuoso del otro y su libertad.

Mi residencia fue en una escuela de un barrio cercano a mi casa, tan cercano como diez o doce cuadras. Tal vez por eso de sentir este lugar conocido, lo sentí como perteneciente a la vida social y educativa antes vivida en mi trayectoria.

Prácticas de mi Formación Docente

El inicio de mi recorrido de práctica pedagógica fue en un contexto informal, en una ONG, (organización no gubernamental). La misma tenía como finalidad organizar grupos de personas de edades adultas para aprender distintos oficios. Por ejemplo: aprender a tejer, repostería, y electricidad. En ese lugar nuestra intervención fue de pocos días. Tuve la

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oportunidad de participar con otras compañeras. Nuestra actividad central, fue la de observar el contexto y el lugar que habitaba dicha organización. Aprendí a hacer uso de los sentidos para observar, ver la relación que se daba con los otros, las personas que eran los organizadores y otros que oficiaban de profes, de esos oficios.

La organización funcionaba en el garaje de una casa. Tenía algunas sillas y una mesa, un baño y un patio. También había un pizarrón y una biblioteca pequeña. Esta ONG contaba con el apoyo del Ministerio de Solidaridad del Gobierno de Córdoba, pero las personas que daban clases allí no eran empleados del gobierno, eran voluntarios, vecinos de la zona del barrio de Alto Alberdi. No había muchas personas interesadas en estos aprendizajes. Este contexto que observe tenía sus falencias edilicias, y había carencias, pero también mostraba una gran riqueza humana. Su fin era el de buscar recursos para constituirse en una ONG apropiada y mejorar el servicio y el apoyo a los vecinos.

En segundo año de mi recorrido de formación, hice la práctica en la enseñanza formal, en una escuela de barrio Alberdi, la escuela Blas Parera, que está situada en calle Monseñor de Andrea a una cuadra del cementerio San Jerónimo. Fuimos a observar la escuela, y a los niños y teníamos que hacer un registro etnográfico y una entrevista para aprender sobre la cotidianeidad de la escuela. Estuvimos unas semanas, e íbamos por grupos algunos días de la semana. Participé de la realización de un acto, y es increíble pero ahora que escribo sobre esto, me vienen recuerdos de esos días. Fue muy gratificante compartir esos días, aprendí bastante.

En la Práctica II, fuimos invitados por una docente del profesorado a ver e funcionamiento de una escuela en Salsipuedes. Estuvimos un día ahí, compartiendo la experiencia desde el ritual de entrada en la escuela, en donde se izaron dos banderas, la Argentina y la de las Culturas Aborigenes. La comunidad de docentes, es de la zona, Río Ceballos y Salsipuedes y Córdoba. La población de estudiantes es también de la zona cercana, es de la modalidad plurigrado.

Ver ese paisaje en las sierras chicas, y esa escuela emplazada en ese lugar, transmite una postal. La escuela está situada en una parte de las sierras, se llama El Pueblito, cercana a su ubicación cruza un arroyo, y hay un alambrado que delimita de los otros terrenos.

La modalidad de plurigrado es propia de las escuelas primarias rurales. La experiencia que viví en ese lugar fue excelente. Ver los niños entrar en ese lugar muy temprano para el inicio

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de sus clases. Algunos de los alumnos que asisten en esa escuela, son extranjeros, alemanes y franceses, como así también de países limítrofes.

En cuanto a la Práctica III, la realicé en la modalidad Jóvenes y Adultos. En una escuela de gestión Municipal, Luz Vieyra Méndez, situada en barrio San Roque en la ciudad de Córdoba. En esa institución funciona un C.E.J.A. Está instancia de Práctica la transite con Julieta Espindola, y fue mi primera experiencia de práctica en el Profesorado Renee Trettel, las anteriores las había experimentado en el Profesorado San José, de barrio Alberdi.

Como alumna de un nuevo profesorado y en formación docente, está práctica fue desafiante, porque participamos en un momento que la escuela tenía problemas edilicios. Asistimos todos los días en el horario de las 14 hs a 18hs. Observamos y aprendimos a dar nuestra primera clase. Pero para llegar a esa primera clase tuvimos que pasar por varios desafíos. Gracias a la profesionalidad de Tania Haefeli, nuestra profesora de la PRÁCTICA III, pudimos realizar los objetivos marcados por ella y la docente co-formadora Cristina Levin.

El recorrido en esta escuela, motivó en mí una acertada decisión de ser docente. Aprendí a convivir con otros sujetos, a escucharlos y a aprender de sus saberes cotidianos, de las ganas que tenían de aprender a alfabetizarse. La mayoría de los estudiantes eran mujeres y un solo hombre. Participaban cotidianamente, no tenían ausencias, muy pocas en realidad, eran adultos mayores y algunos jóvenes. Este grupo de alumnos, también participaba de la modalidad de plurigrado. Cristina la docente tenía un buen vínculo con ellos y siempre los hacía participar en distintos eventos, como ferias de platos, Feria del Libro, con asistencia en un stand de dicho evento, en el cual participamos con mi compañera.

En ese grado, había muchos soportes didácticos, era un aula bastante completa. Tenía una gran mesa, con sillas, un pizarrón, biblioteca, con libros variados de todos los grados, botiquín de primeros auxilios, afiches con el registro de asistencia, los cumpleaños de los alumnos, entre otros. Mientras realizamos nuestras prácticas conocíamos a nuestros posibles alumnos, haciendo circular la palabra desde las entrevistas y creando los vínculos necesarios para aprender de ellos y de la maestra.

Nuestra planificación fue a partir de una problemática dentro del Eje de Seres Vivos, con el contenido de Plantas Medicinales y Plantas Aromáticas. Confeccionamos un herbario a partir de plantas que llevamos nosotras: plantas de romero, orégano, burro, menta, etc. Decidimos alfabetizar a través de escribir las palabras con el nombre de cada una de ellas, clasificándolas en aromáticas y medicinales, con la sorpresa de que las alumnas estaban

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motivadas por sus propios saberes acerca de esas plantas. Aprendimos de sus saberes y ellas de estas especies que pertenecen a los seres vivos.

El herbario era un recurso realizado por nosotras, elaborado con hojas de cartulinas y con unas fichas para completar con datos sencillos, donde anotaban cómo era la hoja de dichas plantas. Utilizando los sentidos, las olían, las cortaban y las pegaban en cada una de las hojas de cartulinas. Fue una grata experiencia para ambas practicantes. Una de las alumnas que no dialogaba normalmente en las clases, nos dio un saber de los posibles funcionamientos de dichas plantas para la salud y beneficios sociales. En torno a las relaciones y a la educación S, Nicastro expresa: La historia nos muestra espacios y movimientos políticos inéditos que hacen escuchar voces inaudibles, así como el trabajo en educación , como un acto político, permite

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