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Papel que asume la mujer violentada frente agresor


Enviado por   •  17 de Septiembre de 2013  •  2.209 Palabras (9 Páginas)  •  449 Visitas

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Este proceso es importante determinar cuál es el papel que asume la mujer violentada frente agresor. En esta fase implemento propuesta de trabajo con junta entre mujeres y practicantes de psicología tomando como base las historia de vida desde un proceso individual que permitiera valorar la incidencia en la mujer sus emociones( angustia, depresión, culpa, miedo, a partir de esta dinámica de trabajo encontramos las siguiente característica de las mujeres maltratadas, se cuidan más en expresar sus pensamientos, se centran en las frustraciones de su vida y eso unido a su resistencia al cambio les impide mejorar su calidad de vida y terminar con la relación violenta en la que viven además , prefieren seguir atadas a esa situación por su estado dependencia económica ,social y moral por lo que en la madre gira el compromiso de la “sostenibilidad de los niños”. Por otro lado en este grupo de mujeres de la comunidad de los kancuamos durante la implementación de los talleres de capacitación para la identificación conducta del agresor y sus manifestaciones nos indican que han sumido una estructura de personalidad que esta propensa a aceptar el maltrato como algo inevitable, que desde su punto de vista "merecen la situación por decirlo así ". de igual forma , se encuentra con una incapacidad para librarse de una relación mal tratante, determinada por factores tales como: resistencia marcada a los cambios, alto neuroticismo y pensamiento concreto. Muestran alta culpabilidad, hace que reprochen su situación, se culpen por no hacer nada y se sientan frágiles e inferiores con relación a la posición que asume el cónyuge en la relación violenta, esta posición de fragilidad hace que sus cónyuges las manejen con facilidad y, a su vez, crean más culpa en ellas afectando su autoestima y su auto concepto. A partir de las experiencias vividas, las mujeres estructuran su relación con el mundo, utilizando y validando los patrones o modelos que vivencia ron y los introyectan para repetirlos en su vida afectiva adulta. Esta relación con el mundo dependerá de lo observado en su círculo familiar, en el caso de las mujeres que participaron en la investigación una característica que acompañó a la mayoría de la población estudiada, fue el hecho de haber observado maltrato conyugal por parte del padre hacia la madre y haber experimentado maltrato infantil. Estas experiencias negativas tal vez hicieron que estas mujeres no construyeran una imagen positiva de sí mismas y crearan una imagen distorsionada del yo, en donde interponen los intereses de los otros sobre los de ellas, porque necesitan la aprobación y desaprobación de estos para sentirse bien consigo mismas; desplazando la responsabilidad de lo que les sucede hacia los demás. Esta baja fuerza del autoestima, muestra en estas mujeres una marcada inestabilidad en sus decisiones, participando pasivamente en el desarrollo de su vida, dejando que su cónyuge decida por ellas, haciendo lo que él quiere. Aunque conocen sus necesidades no llevan a cabo una acción de cambio, por su temor y miedo a tomar riesgos. Esto sirvió como base para realizar unos talleres enfocados a un trabajo con temas autoestima, autovaloración, motivación, sentido de vida.vvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvEste proceso es importante determinar cuál es el papel que asume la mujer violentada frente agresor. En esta fase implemento propuesta de trabajo con junta entre mujeres y practicantes de psicología tomando como base las historia de vida desde un proceso individual que permitiera valorar la incidencia en la mujer sus emociones( angustia, depresión, culpa, miedo, a partir de esta dinámica de trabajo encontramos las siguiente característica de las mujeres maltratadas, se cuidan más en expresar sus pensamientos, se centran en las frustraciones de su vida y eso unido a su resistencia al cambio les impide mejorar su calidad de vida y terminar con la relación violenta en la que viven además , prefieren seguir atadas a esa situación por su estado dependencia económica ,social y moral por lo que en la madre gira el compromiso de la “sostenibilidad de los niños”. Por otro lado en este grupo de mujeres de la comunidad de los kancuamos durante la implementación de los talleres de capacitación para la identificación conducta del agresor y sus manifestaciones nos indican que han sumido una estructura de personalidad que esta propensa a aceptar el maltrato como algo inevitable, que desde su punto de vista "merecen la situación por decirlo así ". de igual forma , se encuentra con una incapacidad para librarse de una relación mal tratante, determinada por factores tales como: resistencia marcada a los cambios, alto neuroticismo y pensamiento concreto. Muestran alta culpabilidad, hace que reprochen su situación, se culpen por no hacer nada y se sientan frágiles e inferiores con relación a la posición que asume el cónyuge en la relación violenta, esta posición de fragilidad hace que sus cónyuges las manejen con facilidad y, a su vez, crean más culpa en ellas afectando su autoestima y su auto concepto. A partir de las experiencias vividas, las mujeres estructuran su relación con el mundo, utilizando y validando los patrones o modelos que vivencia ron y los introyectan para repetirlos en su vida afectiva adulta. Esta relación con el mundo dependerá de lo observado en su círculo familiar, en el caso de las mujeres que participaron en la investigación una característica que acompañó a la mayoría de la población estudiada, fue el hecho de haber observado maltrato conyugal por parte del padre hacia la madre y haber experimentado maltrato infantil. Estas experiencias negativas tal vez hicieron que estas mujeres no construyeran una imagen positiva de sí mismas y crearan una imagen distorsionada del yo, en donde interponen los intereses de los otros sobre los de ellas, porque necesitan la aprobación y desaprobación de estos para sentirse bien consigo mismas; desplazando la responsabilidad de lo que les sucede hacia los demás. Esta baja fuerza del autoestima, muestra en estas mujeres una marcada inestabilidad en sus decisiones, participando pasivamente en el desarrollo de su vida, dejando que su cónyuge decida por ellas, haciendo lo que él quiere. Aunque conocen sus necesidades no llevan a cabo una acción de cambio, por su temor y miedo a tomar riesgos. Esto sirvió como base para realizar unos talleres enfocados a un trabajo con temas autoestima, autovaloración, motivación, sentido de vida.Este proceso es importante determinar cuál es el papel que asume la mujer violentada frente agresor. En esta fase implemento propuesta de trabajo con junta entre mujeres y practicantes de psicología tomando como base las historia de vida desde un proceso individual que permitiera valorar la incidencia en la mujer sus emociones( angustia, depresión, culpa, miedo, a partir de esta dinámica de trabajo encontramos las siguiente característica de las mujeres maltratadas, se cuidan más en expresar sus pensamientos, se centran en las frustraciones de su vida y eso unido a su resistencia al cambio les impide mejorar su calidad de vida y terminar con la relación violenta en la que viven además , prefieren seguir atadas a esa situación por su estado dependencia económica ,social y moral por lo que en la madre gira el compromiso de la “sostenibilidad de los niños”. Por otro lado en este grupo de mujeres de la comunidad de los kancuamos durante la implementación de los talleres de capacitación para la identificación conducta del agresor y sus manifestaciones nos indican que han sumido una estructura de personalidad que esta propensa a aceptar el maltrato como algo inevitable, que desde su punto de vista "merecen la situación por decirlo así ". de igual forma , se encuentra con una incapacidad para librarse de una relación mal tratante, determinada por factores tales como: resistencia marcada a los cambios, alto neuroticismo y pensamiento concreto. Muestran alta culpabilidad, hace que reprochen su situación, se culpen por no hacer nada y se sientan frágiles e inferiores con relación a la posición que asume el cónyuge en la relación violenta, esta posición de fragilidad hace que sus cónyuges las manejen con facilidad y, a su vez, crean más culpa en ellas afectando su autoestima y su auto concepto. A partir de las experiencias vividas, las mujeres estructuran su relación con el mundo, utilizando y validando los patrones o modelos que vivencia ron y los introyectan para repetirlos en su vida afectiva adulta. Esta relación con el mundo dependerá de lo observado en su círculo familiar, en el caso de las mujeres que participaron en la investigación una característica que acompañó a la mayoría de la población estudiada, fue el hecho de haber observado maltrato conyugal por parte del padre hacia la madre y haber experimentado maltrato infantil. Estas experiencias negativas tal vez hicieron que estas mujeres no construyeran una imagen positiva de sí mismas y crearan una imagen distorsionada del yo, en donde interponen los intereses de los otros sobre los de ellas, porque necesitan la aprobación y desaprobación de estos para sentirse bien consigo mismas; desplazando la responsabilidad de lo que les sucede hacia los demás. Esta baja fuerza del autoestima, muestra en estas mujeres una marcada inestabilidad en sus decisiones, participando pasivamente en el desarrollo de su vida, dejando que su cónyuge decida por ellas, haciendo lo que él quiere. Aunque conocen sus necesidades no llevan a cabo una acción de cambio, por su temor y miedo a tomar riesgos. Esto sirvió como base para realizar unos talleres enfocados a un trabajo con temas autoestima, autovaloración, motivación, sentido de vida.Este proceso es importante determinar cuál es el papel que asume la mujer violentada frente agresor. En esta fase implemento propuesta de trabajo con junta entre mujeres y practicantes de psicología tomando como base las historia de vida desde un proceso individual que permitiera valorar la incidencia en la mujer sus emociones( angustia, depresión, culpa, miedo, a partir de esta dinámica de trabajo encontramos las siguiente característica de las mujeres maltratadas, se cuidan más en expresar sus pensamientos, se centran en las frustraciones de su vida y eso unido a su resistencia al cambio les impide mejorar su calidad de vida y terminar con la relación violenta en la que viven además , prefieren seguir atadas a esa situación por su estado dependencia económica ,social y moral por lo que en la madre gira el compromiso de la “sostenibilidad de los niños”. Por otro lado en este grupo de mujeres de la comunidad de los kancuamos durante la implementación de los talleres de capacitación para la identificación conducta del agresor y sus manifestaciones nos indican que han sumido una estructura de personalidad que esta propensa a aceptar el maltrato como algo inevitable, que desde su punto de vista "merecen la situación por decirlo así ". de igual forma , se encuentra con una incapacidad para librarse de una relación mal tratante, determinada por factores tales como: resistencia marcada a los cambios, alto neuroticismo y pensamiento concreto. Muestran alta culpabilidad, hace que reprochen su situación, se culpen por no hacer nada y se sientan frágiles e inferiores con relación a la posición que asume el cónyuge en la relación violenta, esta posición de fragilidad hace que sus cónyuges las manejen con facilidad y, a su vez, crean más culpa en ellas afectando su autoestima y su auto concepto. A partir de las experiencias vividas, las mujeres estructuran su relación con el mundo, utilizando y validando los patrones o modelos que vivencia ron y los introyectan para repetirlos en su vida afectiva adulta. Esta relación con el mundo dependerá de lo observado en su círculo familiar, en el caso de las mujeres que participaron en la investigación una característica que acompañó a la mayoría de la población estudiada, fue el hecho de haber observado maltrato conyugal por parte del padre hacia la madre y haber experimentado maltrato infantil. Estas experiencias negativas tal vez hicieron que estas mujeres no construyeran una imagen positiva de sí mismas y crearan una imagen distorsionada del yo, en donde interponen los intereses de los otros sobre los de ellas, porque necesitan la aprobación y desaprobación de estos para sentirse bien consigo mismas; desplazando la responsabilidad de lo que les sucede hacia los demás. Esta baja fuerza del autoestima, muestra en estas mujeres una marcada inestabilidad en sus decisiones, participando pasivamente en el desarrollo de su vida, dejando que su cónyuge decida por ellas, haciendo lo que él quiere. Aunque conocen sus necesidades no llevan a cabo una acción de cambio, por su temor y miedo a tomar riesgos. Esto sirvió como base para realizar unos talleres enfocados a un trabajo con temas autoestima, autovaloración, motivación, sentido de vida.

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