Pedagogía del cuidado

Pedagogía del cuidado

De otro modo, tomamos la pedagogía del cuidado como estructura de apoyo en esta vía y propuesta pedagógica hacia la empatía, hacia la autorregulación emocional propia para tener un reconocimiento emocional del otro, puesto que llegar a cada una de estas competencias y habilidades se requiere de empezar a girar la mirada hacia el otro desde un sentido de responsabilidad, de compromiso con ese otro, con lo que siente y con lo que es.

El otro hace parte de nuestro ser, de nuestro mundo, y asimismo nosotros hacemos parte de la construcción de su subjetividad, en el hecho mismo de un intercambio de palabras ya hay una conexión con el otro, que me comunica algo, expresando sus sentires desde los diversos lenguajes, compartiendo con el mundo lo que hace parte de si, de este modo, entra a ser responsabilidad nuestra la forma como actuamos y ejercemos como acto de respuesta a lo que expresa ese otro. Plantea Boff que “cuidar del otro es velar para que este dialogar, esta acción de diálogo, yo-tu, sea liberadora, sinergética y constructora de una alianza perenne de paz y amor” (p.113), es decir que el acto de la escucha además de ser una forma de respeto, es una forma de cuidado con el otro.

La presencia del otro tiene gran impacto en la vida de cada sujeto, puesto que somos seres sociales, y son estos procesos de socialización, de encuentro con el otro y con el medio lo que nos construye. “El rostro del otro hace imposible la indiferencia. El rostro del otro me obliga a tomar partido porque habla, pro-voca, e-voca y con-voca.” (p. 113) de esta manera, nosotros hacemos parte de el porque nos ha comunicado y compartido parte de su ser, y “Nace así la res-ponsa-bilidad, la obligatoriedad de dar respuestas” (p-113) somos responsables de ese otro en tanto ya hace parte de mí.

El cuidado es imprescindible en la vida del ser humano, iniciando por el cuidado a si mismo, forjado de valores como el respeto, la responsabilidad para así cuidar del otro, respetando lo que es, piensa, dando igual valor y significado como se le da a lo propio. De esta manera, para hablar en la pedagogía del cuidado “Exige inventar relaciones que propicien la manifestación de las diferencias, entendidas no ya como desigualdades, sino como riqueza de la única y compleja substancia humana” (Boff p. 114) reduciendo asi la violencia y conduciendo hacia la empatía.

Finalmente, es importante hacer mención de que para hablar de una pedagogía del cuidado no basta solamente con decir a las niñas y niños lo que hay que hacer para cuidar al otro, sino que es necesario que desde estos escenarios y prácticas pedagógicas se propicie los espacios y experiencias en que el niño y la niña se sientan amados por lo que son, respetados y cuidados desde prácticas como la escucha, el diálogo, asi como  también orientarlos en el desarrollo humano, social y cognitivo, en donde se promueva el valor de sí mismo, el entorno y el otro.

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