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Pedagogía


Enviado por   •  12 de Agosto de 2013  •  2.104 Palabras (9 Páginas)  •  362 Visitas

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EDUCACION Y PEDAGOGIA

La pedagogía puede considerarse desde diferentes puntos de vista. Para algunos es el planteo y la solución científica de los problemas educativos. Para otros el conjunto de reglas o de normas que rigen, o deben regir, la actividad educativa. Si se analizan las definiciones formuladas, se notara, en ambas, la referencia a lo educativo, La Pedagogía trabaja siempre con la educación.

Existen múltiples definiciones de ese objeto y diversas maneras de entender su ciencia. Pero queremos puntualizar: una cosa es la pedagogía y otra la educación; una cosa es el objeto y otra, la ciencia que de él se ocupa. En otras palabras: la pedagogía es la disciplina, el estudio o el conjunto de normas que se refieren a un hecho o a un proceso o actividad. Por su parte, de la educación como realidad viva surgen los problemas que el esfuerzo teórico y experimental del hombre intenta resolver y reunir un sistema o cuerpo de doctrina o de normas capaces de explicar el fenómeno de la educación, en tanto realidad, o de conducirlo, en tanto actividad.

EL PEDAGOGO FRENTE AL CONCEPTO DE EDUCACION

La primera característica que se encuentra de la educación, al buscar su propio concepto es lo que podría llamarse su humanidad. Aparece siempre como un proceso del cual el hombre es autor interprete, juez y parte. Del animal, cuando más decimos que es “adiestrable” ó “domesticable”, pero no “educable”. Aquí interesa señalar que la humanidad de la educación es el primer inconveniente que le sale al paso al pedagogo cuando quiere definirla. Recurramos a una comparación: el físico, el químico, el matemático. Como todos los que cultivan las ciencias que comúnmente denominamos exactas y naturales, pueden darse el lujo de meditar serenamente sobre su campo de trabajo y circunscribirlo, determinarlo, mediante la observación desapasionada. La especulación desinteresada o el experimento que puede ser repetido en condiciones propicias para su realización.

Estos investigadores no ven comprometida, al menos en forma inmediata su propia humanidad. No ocurre lo mismo con los trabajadores de las ciencias generalmente denominadas humanas, las que por su mismo objeto envuelven al investigador mismo, que es un hombre, en su propio juego. No puede el sociólogo ser totalmente neutral frente a los movimientos sociales, ni el psicólogo prescindir de su experiencia personal, ni el que estudia científicamente la religión dejar totalmente de lado algunas de sus creencias subjetivas, Esto también sucede al pedagogo se siente involucrado en el procesos que estudia que es nada menos que el educativo, en el cual arriesga de una u otra manera, su propio destino juntamente con el de su comunidad.

LA ETIMOLOGIA Y SUS DOS SENTIDOS

Etimológicamente la palabra educación procede del latín educare, que significa “criar” ó “alimentar” y de exducere, que equivale a “sacar”, “llevar” ó “conducir desde dentro hacia fuera”. Esta doble etimología ha dado nacimiento a dos acepciones que, por lo menos a primera vista, resultan opuestas, Si se acepta la primera, la educación es un procesos de alimentación o de acrecentamiento que se ejerce desde afuera; si, en cambio, se adopta la segunda, ya no se trata de una crianza o de una alimentación mediante presión externa, sino de una conducción, de un encauzamiento de disposiciones ya existentes en el sujeto que se educa.

Si se piensa en esta antonomia se comprenderá que la exageración de cualquiera de sus términos es ilícita, o no está de acuerdo con la realidad. El alimento espiritual que viene desde afuera, y el desarrollo que realizan nuestras propias fuerzas interiores, no son ni excluyentes ni opuestos.

HETEROEDUCACIÓN Y AUTOEDUCACIÓN

Heteroeducación del griego heterós que significa “otro” o “distinto”. Heteroeducación y autoeducación, son pues, las dos formas que en primera instancia y desde el punto de vista de su dimensión presenta la educación. Al mismo tiempo constituyen dos posibles definiciones de la misma. A ambas les son aplicables las mismas consideraciones hechas para educare y ex-ducere para acrecentamiento y crecimiento. En consecuencia no deben interpretarse como términos opuestos o contrarios, sino como dos aspectos o mementos de una misma realidad, o de un mismo proceso que recibe el nombre general de la educación.

LA EDUCACIÓN COMO PROCESO DINÁMICO

Conforme a lo expuesto hasta aquí pueden darse tres conceptos de la educación:

1) La educación es una influencia externa que configura al individuo (Heteroeducación)

2) La educación es un desarrollo interior que hace que el individuo se configure a si mismo (autoeducación)

3) La educación es un proceso que proporciona al individuo los medios para su propia configuración (hetero y autoeducación reunidas)

Si se analizan las definiciones procedentes se comprobará que en las tres la educación se presenta como una acción que puede ser ejercida sobre los demás (Heteroeducación), o sobre uno mismo (autoeducación). Si después de ese análisis buscamos la palabra educación en el diccionario de la lengua encontraremos el siguiente significado “Acción y efecto de educar”.

Si se tiene en cuenta ese sentido amplio de la palabra nada impide decir que la educación es: (a) Todo proceso de influencia, de configuración o de desarrollo del hombre y (b) El efecto de esa influencia, de esa configuración o de ese desarrollo.

Sin embargo, este concepto sólo puede aceptarse con algunas reservas importantes: será válido si a la idea de la educación-efecto le ponemos un límite, si le negamos un valor absoluto. La realidad enseña que la educación es por esencia un acto, un proceso dinámico que nace con el hombre y muere con él, en la medida en que éste es capaz, aunque con diversos matices y grados, de formarse y de recibir influencias a lo largo de toda su vida.

LA EDUCACIÓN COMO REALIDAD

Si una detenida reflexión nos ha obligado a aceptar con reservas el concepto de la educación como resultado o afecto, por el mismo camino podemos llegar a sostener la posibilidad de definirla, sin limitaciones, como mucho mas que una acción, como una realidad, para cada hombre y para la comunidad.

Por ella somos, en gran parte, lo que somos. Hay educación en el afán de la madre para enseñar a caminar, a hablar, a comer a su hijo pequeño, o por darle una norma de vida; la hay en

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