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Periodos del Antiguo Japón

FlacsEnsayo8 de Septiembre de 2013

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JAPÓN

Las primeras noticias que se tuvieron en Occidente sobre Japón provienen de los relatos de Marco Polo, más o menos por el año 1300. En lo que más tarde conoceríamos como el Libro de las maravillas, se nos habla de la isla de Cinapango. En dicha obra, Marco Polo, aparte de referirnos que: Cipango es una isla que se encuentra hacia el Levante (de china) en pleno Océano, a mil quinientas millas del Continente. Es una isla muy grande. Sus habitantes son blancos y de buenas maneras. Adoran los ídolos son independientes, y no conocen otro señorío que el suyo propio.

Comienza por identificar al Japón como una isla dorada, repleta de oro y de piedras preciosas.

¿DE DÓNDE VINIERON LOS JAPONESES?

La investigación científica señala claramente que los japoneses pertenecen a la raza mongólica (los mismos que los indigentes americanos), puesto que poseen las características físicas propios de esta raza.

Periodos del Antiguo Japón

EL PERIODO KOFUN (C. 300-710)

El periodo Kofun recibió este nombre por el gran kofun (en japonés, ‘túmulo’) que marcaba las tumbas de los emperadores y nobles japoneses, lo que demuestra que el principal rasgo de este periodo fue la unificación de Japón bajo la casa imperial.

Hacia el año 200 la emperatriz Jingu —una gobernante legendaria que llegó a ser considerada diosa— mantuvo el gobierno a la muerte de su esposo, el emperador Chuai (reinó desde el 192 hasta el 200). Se dice que la emperatriz guerrera equipó una armada e invadió y conquistó una parte de Corea. Las inscripciones coreanas del siglo V d.C. registraron la existencia de una gran expedición desde Wo, alrededor del 391, fecha en la que la corte de Yamato presumiblemente tenía asegurada la unidad nacional como para sostener una expedición militar y establecer un dominio japonés en Minami, en la península de Corea.

Las más importantes de las uji fueron los muraji y los omi entre quienes los Yamato reclutaban a los oficiales de gobierno. El gobierno del clan imperial, respetado como clan dirigente, era más nominal que real, aunque su principal deidad, la diosa sol, era venerada por todos. Anteriormente se produjo un acontecimiento muy significativo: la llegada del budismo, hecho que se suele datar en el año 552, fecha en la que el rey de Apeché envió predicadores budistas a Japón, junto a imágenes religiosas, textos budistas, calendarios y métodos para mantener la vigilia.

El periodo Asuka (593-710)

El periodo Asuka comenzó cuando la emperatriz Suiko (reinó desde el 593 hasta el 628) subió al trono y estableció su palacio en el valle de Asuka, en la provincia de Yamato (actual prefectura de Nara). Su sobrino y regente, Shotoku Taishi, empezó un programa reformista marcado por la pérdida del dominio coreano de Minami y los problemas internos de Japón. En el 604, estableció la primera constitución japonesa, la Constitución de Diecisiete Artículos, que comprendía un conjunto de principios simples para el buen gobierno siguiendo el modelo centralista de China y estableciendo una jerarquización entre los cortesanos. Los intentos de Shotoku por promover el budismo en todo el país sirvieron para extender la civilización continental en todo Japón.

Las reformas de Shotoku fueron continuadas por el príncipe Naka no Oe, el posterior emperador Tenchi Tenno, y por Nakatomi Kamatari, fundador de la familia Fujiwara, que en el 645 derrocó al clan Soga e inauguró las denominadas reformas Taika, que fortalecieron la casa imperial y debilitaron las uji, cuyas tierras fueron ocupadas y luego redistribuidas a la gente. El gran consejo, el Dajokan, dirigió el reino a través de gobernadores locales enviados desde la capital, siguiendo el modelo chino.

EL PERIODO HEIAN (794-1185)

Denominado así por la nueva capital, este periodo introdujo a Japón en 350 años de paz y prosperidad. Hacia el siglo IX, la corte de Yamato gobernaba todas las islas principales de Japón excepto Hokkaidō, aunque las campañas de pacificación prosiguieron para someter a los habitantes aborígenes del norte de Honshū.

El periodo de supremacía Fujiwara estuvo marcado por el gran florecimiento de la cultura japonesa y por el crecimiento de una civilización muy influida, pero no dominada, por la china, que fue su origen. El Kokinshu (‘Antología de poemas antiguos y modernos’), primera de las grandes antologías poéticas imperiales, fue compilado en el 905. Se considera que la dictadura de Michinaga fue la época de esplendor de la literatura japonesa en la que destacaron las cortesanas Murasaki Shikibu y Sei Shonagon, dos de las grandes escritoras de la época. Las principales sectas del budismo, el Tendai y el Shingon, consiguieron una inmensa riqueza y poder y se convirtieron en mecenas de las artes.

La hegemonía Fujiwara decayó después de la muerte de Michinaga en el 1028. A mediados del siglo XI, los Fujiwara perdieron el monopolio de las consortes imperiales y los emperadores retirados se convirtieron en el núcleo de un nuevo sistema de ‘gobierno de claustro’, por el que los emperadores abdicaban después de realizar votos budistas y dejaban la administración en favor de los emperadores reinantes.

EL PERIODO KAMAKURA (1185-1333)

El gobierno civil y militar, Yoritomo permaneció en Kamakura, y utilizó su cuartel de campo, el bakufu (en japonés, ‘gobierno de tienda’), como núcleo de su nueva administración. En adelante, el feudalismo japonés se desarrolló hasta que fue más fuerte que la administración imperial. Yoritomo nombró guardias y administradores que dirigieran las provincias y los estados hacendados en paralelo con los gobernantes y propietarios oficiales. En 1192, creó el cargo del Seiitaisogún (‘gran general bárbaro dominado’), por lo general abreviado como sogún, el comandante militar en jefe, con autoridad para actuar contra los enemigos del emperador en cualquier momento. Mediante esta red militar, Yoritomo era ya el dirigente virtual de Japón, así como dirigente titular de su sogunado, ante el que el emperador y su corte carecían de poder. Kamakura se convirtió en sede del poder real, gobierno verdadero, mientras que Kioto permaneció como la corte titular sin ningún poder.

En 1219, la familia Hojo, mediante una serie de conspiraciones y asesinatos que eliminaron a los herederos Minamoto y a sus seguidores, pasaron a ser los dirigentes militares de Japón. Ningún Hojo fue sogún; en su lugar, la familia nombró sogunes figurados, a veces niños pequeños, mientras un dirigente Hojo gobernaba como shikken (regente), con poder real. A pesar de la conclusión violenta de la larga paz Heian, el Japón Kamakura fue fértil culturalmente.

La trágica caída de los Taira se inmortalizó en una epopeya bélica, el Heike monogatari (‘Los relatos del clan Taira’, c. 1220). La tradición poética clásica quizás alcanzó su punto más alto con la compilación realizada en 1205 del Shin kokinshu (‘Nueva antología de poemas antiguos y modernos’) por Fujiwara Teika bajo el emperador Go-Toba.

PERIODO MUROMACHI (1333-1568)

Desde 1333 hasta 1336, Daigo II Tenno intentó restaurar la administración imperial. Sus ideas reaccionarias predestinaron su fracaso y Ashikaga Takauji se sublevó, instaló su propio candidato a emperador y expulsó a Daigo de Kioto, que se refugió en Yoshino; sus seguidores se trasladaron a Yoshino, una región al sur de Nara, en Honshū, y establecieron una corte rival. En 1338, Takauji se convirtió en sogún y erigió su propio bakufu en Kioto. El distrito Muromachi de Kioto (que pasó a ser la sede del sogunado de Ashikaga), dio su nombre al periodo de su gobierno. La guerra civil entre Daigo y sus sucesores y los emperadores controlados por los Ashikaga continuó durante 56 años. Por fin, en 1392, un enviado Ashikaga persuadió al emperador verdadero en Yoshino para abdicar y renunciar a las insignias imperiales sagradas. Con sus candidatos reconocidos como emperadores de derecho, los sogunes Ashikaga fueron, en teoría, los dirigentes legítimos de todo Japón, aunque nunca pudieron ejercer el control absoluto sobre el poderoso daimio. El tercer sogún Ashikaga, Yoshimitsu, se distinguió por su enérgico gobierno y por patrocinar la obra Zeami de teatro nō. En general, el periodo Muromachi fue uno de los más refinados temas artísticos y literarios. Esta época también vio el desarrollo del budismo como fuerza política; durante algunos siglos, los monasterios budistas habían sido tan ricos y poderosos que fueron grandes fuerzas en el país, cambiando la tendencia de los enfrentamientos medievales con sus ejércitos fuertes y sus monasterios fortificados.

(La guerra Onin y el periodo de los Estados Opuestos)

El poder creciente de los daimio y la impotencia Ashikaga condujo al estallido de la guerra Onin (1467-1477), cuando las familias Hosokawa y Yamana intervinieron en frentes opuestos por la sucesión Ashikaga. La guerra finalizó sin ninguna victoria aparente, devastó Kioto, acabó con la autoridad de los Ashikaga y debilitó a las familias enfrentadas. Los sogunes de Ashikaga se convirtieron en instrumentos de una nueva era de enfrentamientos frecuentes, denominada el ‘Periodo del estado en guerra’ (sengoku jidai), en la que las antiguas familias propietarias de daimio fueron desplazadas y aniquiladas por usurpadores. La consecuente dispersión de la cultura de la corte enriqueció a las provincias, donde se desarrollaron ciudades comerciales amuralladas y puertos. Libre de la interferencia del sogunado, los nuevos daimio tuvieron mejores gobernantes que los que le precedieron. La fértil cultura de esta época está tipificada en el

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