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Productividad Y Competitividad


Enviado por   •  4 de Marzo de 2015  •  1.461 Palabras (6 Páginas)  •  220 Visitas

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Introducción

Los conceptos de competitividad y productividad se encuentran presentes hoy más que nunca dentro de las tendencias globales, pues su nivel determina el posicionamiento de las empresas. Ambos conceptos son muy diferentes pero tienen una fuerte relación, para que una empresa u organización sea competitividad, deberá ser productiva. En el presente trabajo se explican los orígenes de estos conceptos, sus antecedentes históricos, definiciones de varios autores, y características. Es importante empaparnos de estos conocimientos para poder entender el cómo hemos llegado hasta donde estamos hoy en cuanto al desarrollo de competitividad y productividad, dentro de este proceso evolutivo económico global.

1.2 Origen

Con respecto a los orígenes del concepto competitividad, según Morales y Pech (2000, p. 49), mencionan que:

Se cree que surgió paralelamente en dos ámbitos: desde la perspectiva macroeconómica, es decir, desde el punto de vista de la administración gubernamental y de cómo puede ejercer los instrumentos de política económica con el objeto de crear un medio ambiente favorable para el desempeño de las empresas en la región; y desde una óptica microeconómica, en la que las empresas – por sí mismas – se imponen a incrementar su eficiencia, productividad, calidad, etc., con el fin de obtener un grado de desempeño superior al de sus competidores.

Para López (1999, p. 10) el origen del concepto de competitividad es:

El resultado de diversos cambios ocurridos en la segunda parte del siglo XX en relación con el estudio del crecimiento y capacidad económica de una región (país) o de una unidad productiva.

Durante la primera mitad del presente siglo, dominó la visión neoclásica del crecimiento económico. A partir del periodo de la posguerra, se observaron limitaciones en dicha visión, principalmente para incorporar aspectos tales como el cambio técnico y la sustentabilidad del proceso productivo. Esto provocó el surgimiento y fortalecimiento de otros enfoques que, a mediados de los años ochenta, dieron origen al concepto de competitividad.

Para Sánchez (2003), “la competitividad se origina en tres niveles; a nivel país, a nivel sector y a nivel empresa; de ahí que sea un concepto relativo puesto que no todos los países, sectores o empresas tienen los mismos niveles de competencia en los mercados”. (p.56)

Para el INEGI (1991), “la competitividad emerge de la vinculación y acción recíproca de diferentes factores, por lo que no puede atribuirse ni definirse en función de uno solo de ellos”.

En general, la competitividad surge de lo particular (empresas) a lo general (países) como una necesidad de adaptarse al cambio e ir evolucionando la economía global. Todo esto viene de la mano con el desarrollo histórico de las empresas, cuando la el cliente empieza a ser más exigente y a éstas les queda las opción de cambiar y hacer mejor las cosas o estancarse y desaparecer. El concepto surge ante una serie de modificaciones en las políticas de calidad globales, entre ellas, las políticas tecnológicas. En sí, es el desarrollo organizacional el primer paso hacia la competitividad, cambiar para ofrecer productos y servicios mejor de lo que lo hacen los demás.

1.3 Características

Para Jiménez (2003, para. 1), la competitividad es:

El centro del análisis para que cada organización se acoja a las necesidades del entorno según los criterios de maximización planeados desde un principio. Existen tres actores principales integrados en los que la competitividad se hace manifiesta, los cuales son: El sistema productivo, el gobierno y los clientes o usuarios finales. El sistema productivo es el que se encarga de generar ventajas competitivas internacionales. El reto de aplicar el conocimiento en una empresa para crear ventajas competitivas se hace aún más desafiante debido a:

1. El mercado es cada vez más competitivo, lo que demanda mayor innovación en los productos. Debido a esto, el conocimiento debe desarrollarse y ser asimilado cada vez con mayor rapidez.

2. Las empresas están organizando sus negocios enfocando sus esfuerzos en crear mayor valor para sus clientes. Las funciones del personal de administración se han ido reduciendo, así como los mismos niveles administrativos. Existe la necesidad de reemplazar la manera informal en la que se gerenciaba el conocimiento en las funciones administrativas por métodos formales dentro de procesos de negocios orientados al cliente.

3. La presión de la competencia está reduciendo el tamaño de los grupos de empleados que poseen el conocimiento de la empresa.

4. Se requiere tiempo para adquirir conocimiento y lograr experiencia a partir de él. Los empleados cada vez tienen menos tiempo para hacer esto.

5. Existe la necesidad de manejar cada vez mayor complejidad en empresas pequeñas y con operaciones trans-nacionales.

6. Cambios en la dirección estratégica de la empresa puede causar pérdida de conocimiento en un área específica. Una decisión posterior que retome la orientación anterior puede requerir ese conocimiento.

Según Guies (2007, para. 1-9), la:

Incorporación de los principios de competitividad al desarrollo de las funciones, actividades y operaciones de la empresa, permite a esta incrementar su nivel de competitividad, ahora bien la efectividad con que se apliquen estos principios determinara el nivel de esa competitividad que la empresa este alcanzado, o bien el nivel en que se encuentre.

Las etapas de evolución de la competitividad son cuatro cada una de ellas tiene un nombre específico y una serie de características que las distinguen es así como se tiene:

Tabla 1

Etapas y características de la competitividad

Etapa Nominación Características

Etapa I. Incipiente Muy bajo nivel de competitividad

Etapa II. Aceptable Regular nivel de competitividad

Etapa III. Superior Buen nivel de competitividad

Etapa IV. Sobresaliente Muy alto nivel de competitividad

Las características de cada etapa son las que a continuación se enuncian:

Etapa I. Incipiente: La empresa es altamente vulnerable a los cambios del medio ambiente como funciona de manera autodefinida, actúa según las presiones del mercado o bien a capricho y estado de humor de sus dueños, la aplicación de los principios de competitividad es prácticamente nula y tiene poco control sobre su destino, reaccionando más bien por intuición a los cambios del medio ambiente y por ende se desorienta y se desconcierta con todo lo que sucede, tanto interna como externamente.

Etapa II. Aceptable: Se han subsanado los principales puntos de vulnerabilidad contándose con los cimientos adecuados para hacer un buen papel ante los ojos del público consumidor y la competencia. Los principios de competitividad se aplican aceptablemente, y aunque no se dominan totalmente, es claro que para seguir compitiendo se requiere fortalecerlos, el equipo directivo se hace responsable del futuro de su organización y dirige su destino hacia donde visualiza lo que mejor le conviene, representando esto una gran ventaja para la empresa.

Etapa III. Superior: La empresa comienza a ocupar posiciones de liderazgo y se caracteriza por el grado de innovación que mantiene dentro de su mercado. Domina los principios de competitividad, se mantiene despierta y reacciona de manera inmediata a cualquier cambio del medio ambiente. Aunque de manera equilibrada pone atención a los diez principios de competitividad, da mayor énfasis al de cultura organizacional para lograr homogeneizar el pensamiento, sentimiento y accionar de todo su personal.

Etapa IV. Sobresaliente: La empresa que se encuentra en esta etapa es considerada como visionaria, por la generación de tecnología directiva a un ritmo acelerado, sirviendo de benchmark al resto de la industria, pues ella es la que va generando los cambios y las demás se van adaptando a ellos. En esta etapa, la organización vive en una amenaza constante por parte de los competidores de las etapas anteriores, pues tratan de encontrarle debilidades y huecos en el mercado.

Los principios de Competitividad se aplican con alta eficiencia y todos los miembros de la empresa tienen una real convicción de ellos. Están en la posibilidad de compartir su tecnología directiva con otras empresas, sean o no del giro o de la industria en la que compiten. La empresa muestra disposición por compartir los resultados y las formas para alcanzar su posición actual.

El principal punto de referencia de la empresa, en todo el proceso de competitividad en el que se ha sumergido, es la misión del negocio.

Para López (p. 4) las características de la competitividad son:

Dinámica: Actitud permanente de progreso y mejora para superar la presión de los competidores y clientes.

Estratégica: -Observación permanente del entorno y su evolución.

-Necesidad de planteamientos a largo plazo.

Relativa: Mide su capacidad de competir a partir de las posiciones de los competidores.

Internacional: Mejora de los transportes y comunicaciones. Progresiva liberalización del comercio mundial.

Compleja: Influencia de factores heterogéneos interrelacionados y con dependencias no fáciles de delimitar.

Las principales características de la competitividad es que siempre depende de la competencia, pues se pretende ser mejor que ellos; no tiene fronteras, pues puede darse ya sea dentro de los negocios de un pequeño pueblo hasta en los grandes corporativos de varios países; siempre está en continuo cambio, evolucionando, adaptándose, actualizándose con la tecnología, desarrollando organizaciones, mejorando procesos, y finalmente, se basa de todos los aspectos antes mencionados para generar estrategias; tanto empresa como cliente salen beneficiados, la primera crece y logra un posicionamiento, y el segundo recibe productos y servicios de mejor calidad.

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